Economía

Viene más escasez de gasolina y dólares por sanciones contra Pdvsa

Millones de venezolanos pagarán los daños colaterales de las nuevas sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro. Habrá más escasez de divisas, combustibles, transporte y bienes básicos…a menos que haya una rápida salida a este conflicto que escala aceleradamente.

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Foto: Miguel Gutiérrez/EFE (Archivo)

Venezuela entra este 28 de enero en una nueva etapa, un período especial cuya duración es impredecible, a menos que Maduro salga del poder, se quede y haya negociaciones creíbles con la oposición o se resuelva un conflicto que amenaza con tornarse violento.
Las medidas son un tiro de gracia para una industria petrolera ya quebrada y hundida tras años de ineficiencia gerencial. La fuga de talentos y una práctica generaliza de corrupción extendida durante años, ha sido hasta reconocida por los propios chavistas más radicales.
Pdvsa, antes de la llamada «revolución bolivariana» era la cuarta empresa petrolera más poderosa del mundo. Hoy ha perdido más de un tercio de su producción de crudo y opera con refinerías a media máquina. Asimismo, tiene una deuda externa que supera los 30.000 millones de dólares, equivalente a la de un país suramericano, una situación que lo coloca en default (moratoria) por no pagar intereses ni capital de esa deuda. También debe otros varios miles de millones de dólares a prestadores de  bienes y servicios, y depende más que nunca de EEUU, China y Rusia.
«En esta ocasión cambió el nombre del juego. Recodemos que el 96% de las divisas que obtiene Venezuela provienen del sector petrolero y la mayor parte (cerca del 85%) vienen de las exportaciones a los EEUU .Congeladas las cuentas de Pdvsa en ese país y probablemente impedida Citgo de enviar recursos a su casa matriz, el gobierno se queda sin recursos», observó el economista experto petrolero José Toro Hardy.
«No creo que Pdvsa mantenga los envíos de petróleo a EEUU porque el régimen venezolano no tendría interés en hacerlo, pero no es fácil colocar ese petróleo en otros mercados, porque nuestros crudos son pesados y ácidos y muy pocas refinerías lo pueden procesar. Sólo aquellas dotadas de procesos de conversión profunda pueden hacerlo. No las hay ni en China ni en Rusia. Existirían, sí, mercados dispuestos a comprarlos y para mezclarlos con crudos livianos de otras procedencias, pero en tal caso nos lo pagarían a “precio de gallina flaca”», agregó.
Más allá de la retórica chavista, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial y energético de Venezuela y casi el único que le paga en efectivo por sus ventas de crudo.
Esa dependencia que se ha vuelto un filoso bumerán contra el chavismo y el heredero de Hugo Chávez.
En los primeros 10 meses de 2018 las exportaciones de petróleo de Venezuela a Estados Unidos promediaron 598.000 barriles por día (bpd). Esto supone una fuerte caída respecto a los 702.000 bpd en los primeros 10 meses de 2017, y los 792.000 bpd en igual periodo de 2016, según datos de la Agencia de Información de Energía (EIA) del Departamento de Energía del principal productor, importador y consumidor de hidrocarburos del mundo.
Al precio promedio de $64 por barril facturado por Venezuela por su petróleo en 2018, esa venta representó un ingreso de $11.308 millones aproximadamente en esos 10 meses, según cálculos de El Estímulo.
Esa cifra da una referencia para entender el impacto financiero sobre Venezuela, en caso de que se mantuviera el mismo precio este año.
Claro que el gobierno de Maduro va a buscar otros mercados para colocar ese petróleo y tal vez lo ofrezca a descuento en contratos directos, pues las sanciones implican que tampoco podrá vender en los entrelazados mercados de futuros del mundo, donde muchas cuentas pasan por el sistema financiero de Estado Unidos.
Pero, según la misma fuente estadística, las empresas privadas de Estados Unidos también exportaron a Venezuela un promedio de 122.500 bpd de productos derivados del petróleo en los primeros 10 meses de 2018.
Básicamente se trató de gasolinas terminadas, diesel y naftas.
Para surtir un mercado interno que pese a la profunda depresión económica aun consume unos 300.000 bpd de diesel y gasolina. Esto atribuye a que un tercio del mercado interno de Venezuela es abastecido por Estados Unidos.
Es fácilmente previsible que en las próximas semanas escaseará el combustible en Venezuela y las largas colas comunes en estados fronterizos serán parte del paisaje diario en todas las ciudades grandes y pequeñas del país.
Esto tendrá impactos adicionales sobre el ya arruinado sistema de transporte público y de carga.
“Comeremos mangos” dijo un economista medio en broma con respecto al escenario próximo.
Con el dólar, es otra historia también grave.
El petróleo es casi la única fuente de divisas del país, y pese a las constantes macro devaluaciones, cada día sigue subiendo.
Este mismo lunes el malogrado bolívar se devaluó 37% hasta Bs 3.299 en el mercado de divisas auspiciado por el propio gobierno, comparado con la última tasa Dicom (el dólar oficial al viernes pasado).
Esto es muy grave en un país cuya base industrial, agrícola y de infraestructura han sido arruinadas y están muy lejos de cubrir la demanda interna.
Si esta grave crisis venezolana se resolviera rápido, como quieren varios países y millones de venezolanos, todavía habría que esperar la constitución de un nuevo gobierno que tenga gobernabilidad, con o sin chavistas, para que pueda disponer de esos fondos petroleros y estabilizar la economía.
En tres platos los venezolanos sufrirán mayor escasez de bienes básicos, los encontrarán más caro, se extenderá más fuerte el mercado negro y faltará desde gasolina hasta plásticos, fertilizantes y sobre todo los preciados dólares.
“Como resultado de la acción de hoy, todos los bienes e intereses en la propiedad de Pdvsa sujetos a la jurisdicción de los EEUU están bloqueados, y las personas en territorio estadounidense en general tienen prohibido realizar transacciones con ellos”, sentencia el comunicado del Departamento del Tesoro de Donald Trump.
«Estados Unidos está haciendo responsables a los causantes del trágico declive de Venezuela», agregó.
Las nueva y duras sanciones prohíben la exportación de crudo desde Pdvsa a Estados Unidos y la exportación de gasolinas y diluyentes desde Estados Unidos a Venezuela.
También en los mercados financieros se imitan las negociaciones con bonos de la República y de Pdvsa.
El Consejero de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, dijo que las nuevas medidas de Trump suponen bloquear 7.000 millones en activos propiedad de Pdvsa en EEUU y 11.000 millones en las potenciales exportaciones petroleras en el próximo año.
«La designación de Pdvsa ayudará a evitar futuros desvíos de activos de Venezuela por Maduro y mantener esos activos para el pueblo venezolano. El camino de suspensión de estas sanciones a Pdvsa es a través de la rápida transferencia del control al presidente interino o un gobierno posterior, elegido democráticamente», dijo Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, en un rueda de prensa en la Casa Blanca junto al consejero de Seguridad Nacional John Bolton.
El economista Leonardo Verá señala que Citgo es el activo más importante que tiene Venezuela en el exterior a través de Pdvsa Holding INC.
“Las medidas que acaba de tomar el Tesoro de congelación o bloqueo de activos afecta a Citgo y sus operaciones, porque también están destinadas a prohibir la comercialización tanto de compra como de venta de productos y de crudo que pueda hacer esa compañía”, señala Vera.
Citgo para seguir operando tendrá que buscar otro proveedor de petróleo distinto a Pdvsa para seguir refinando, a menos que una licencia especial del Tsoro le permita comprar ese crudo, señala.
Su flujo de caja se verá perjudicado y tiene proveedores muy importantes, entre ellos a la transnacional rusa Rosfnet, por un financiamiento tomado por Citgo y entregado a Pdvsa.
“Si el flujo de caja de Citgo se ve afectado por estas medidas, va a tener una alta probabilidad de no poder seguir pagando a Rosfnet y la petrolera rusa exigiría el colateral (garantía) de Citgo. Lo mismo pasa con cualquier otro endeudamiento con acreedores”, agregó Vera.
Por otra parte, coincide Vera, la intención del gobierno de Estados Unidos de poner el manejo de la empresa en manos del gobierno interino de Juan Guiadó son  “acciones son un poco más borrosas, porque no está definido los mecanismos a través de los cuales Guaidó podría tomar control de esa empresa”.
Fuentes periodísticas en Washington señalaron poco antes del anuncio oficial de las sanciones que no estaba claro el camino a seguir para poner en manos de Guaidó esos fondos.
Primero, el “presidente interino” tendría que fundar un gobierno, designar un gabinete que entrara en funciones. Y para eso, el chavismo tendría que salir del medio.
Y Maduro junto con los militares que lo sostienen en el poder, han dejado bien claro que no piensan rendirse.
Un Gobierno paralelo es algo muy difícil de crear en un mismo territorio. Otras experiencias similares de Estados Unidos ocurrieron por ejemplo en Iraq, pero después de una guerra que fragmentó al país.
Y todavía Citgo USA o sus acreedores podrían emprender acciones legales en tribunales, que se demorarían un buen tiempo.
Ya Maduro anunció que demandará. Considerando que Estados Unidos es un país con separación de poderes, basado en un sistema de Justicia que debe preservar su credibilidad a toda costa, esas demandas tendrían que ser aceptadas, pese a posibles presiones del gobierno de Trump.
Citgo era la joya de la corona de Pdvsa y Venezuela en el mundo. Pero, como apunta el economista José Toro Hardy, en este artículo, ha sido quebrada y desmembrada en la era chavista.
De las 15.270 gasolineras que tenía hoy quedan menos de 6.000 en manos de Citgo y la capacidad de refinación se redujo a 749.000 b/d.
«Citgo ha sido desmembrada, endeudada y totalmente hipotecada: el 50,1% para garantizar el pago de los bonos de Pdvsa cuyo vencimiento se renegoció hasta el año 2020 y el restante 49,9% para garantizar un préstamo de la empresa rusa Rosneft», señaló en su momento.

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