La oncena criolla empieza con buen pie su camino hacia la Copa América Brasil 2019, al sorprender en el Wanda Metropolitano de Madrid venciendo tres tantos por uno (1-3) a la selección argentina, que entendió de la peor manera que la vuelta de Messi no les garantiza la victoria
En un ejercicio de buen planteamiento, velocidad, acierto y capacidad de sufrimiento la vinotinto prendió en Madrid. La selección de Rafael Dudamel, un bloque en construcción que se toma la Copa América como un paso en su camino hacia el objetivo del Mundial de Catar 2022, ofreció su mejor versión ante la Argentina de Lionel Scaloni, a la que ni el regreso de Messi tras el Mundial le sirvió para doblegar al combinado caribeño.
La exitosa puesta en escena de los venezolanos, integrando a veteranos como Salomón Rondón, Roberto Rosales y Tomás Rincón con jóvenes promesas del equipo como el portero Wuilker Faríñez o el centrocampista Yangel Herrera, y velocistas como Darwin Machís y Jhon Murillo, se impuso sobre el teórico favoritismo albiceleste.
La Vinotinto regaló una fiesta a su fanaticada -mayoritaria entre los 15.000 espectadores que se congregaron en el estadio del Atlético de Madrid-, que pudo, al menos por una tarde, olvidarse de la complicada situación política y económica que sufre su país para disfrutar de la alegría apolítica que ofrece el fútbol.
Salió la Venezuela de Dudamel con el rigor táctico por bandera, con una clara línea de cinco en el centro del campo y Rondón como única referencia ofensiva, pero el orden no les restó intención de ir a por el encuentro.
El primer aviso llegó a los tres minutos, cuando Yangel Herrera, recortó en el área para colgar un centro que Darwin Machís no logró controlar, a pesar de estar solo en el área y con una opción libre de tiro sobre la portería del argentino Franco Armani.
El mensaje era evidente: las bandas argentinas, con un esquema de tres centrales y dos carrileros con vocación ofensiva, Gonzalo Montiel y Nicolás Tagliafico, eran vulnerables. Y por ahí encontraron el hueco poco después los venezolanos.
Fue el lateral del Espanyol, Roberto Rosales, quien vio el desmarque de Rondón hacia el costado zurdo y le cedió un magitral pase para ganarle la espalda a los centrales albicelestes y rematar en salto y con el empeine a gol, haciendo inútil la salida de Armani. Y con el gol tempranero (6 minutos) vino la locura de la hinchada.
Rondón igualaba así a Giancarlo Maldonado como segundo goleador histórico de la selección venezolana con 22 goles, a solo uno del récord de Juan Arango.
El plan estaba saliendo a la perfección, y Venezuela se dispuso a aguantar las probables arremetidas argentinas en busca del empate, lo que le dejaba la puerta abierta a un contraataque que ampliara el marcador.
Mientras la grada del país caribeño se acordaba de la situación en su país con gritos de «Libertad, libertad», sus jugadores se afanaban en desactivar los intentos de ataque argentinos. Yangel Herrera se convirtió en la sombra de Messi; Yordan Osorio impidió que Lautaro Martínez rematara en el área un pase de Giovani Lo Celso; y, en general, toda Venezuela mordía.
Solo una genialidad aislada de ‘Lio’ Messi, una jugada en la que dejó atrás a tres jugadores y centró para el remate de Lautaro Martínez, alto por poco, rompió el derroche en el esfuerzo de la ‘Vinotinto’, que había tenido justo antes un nuevo disparo de Rondón desde fuera del área, alejado por poco.
Mientras Argentina buscaba la igualada, Rondón por el centro y Machís por la derecha encontraban los huecos en su retaguardia, pero no fue ninguno de ellos, sino Jhon Murillo quien le dio la segunda alegría de la tarde a la hinchada vinotinto, con un derechazo desde la esquina del área, imparable para Armani en el minuto 44. Gol, 0-2 y felicidad ‘vinotinto’ al descanso.
A la vuelta del entretiempo, Venezuela continuaba con su esquema: anular a Messi e intentar salir al contraataque. Pero detener completamente al considerado por muchos el mejor jugador del mundo es tarea casi imposible, y en un contraataque conducido por el ’10’ llegó el descuento gaucho, materializado por Lautaro Martínez.
Pero los de Dudamel no se descompensaron, y en medio de los agobios, el contraataque venezolano surtió efecto. En una jugada por la derecha, Soteldo cedió un pase filtrado al recién incorporado Josef Martínez -que había sustituido a Rondón-, y este derribado dentro del área por Foyth. El árbitro español José María Sánchez Martínez señaló el penalti.
El delantero del Atlanta United ejecutó el penal a la base del poste contrario, engañando por completo a Armani. Un 1-3 que llamaba, de nuevo, a la algarabía venezolana.
Es la segunda vez en la historia que el cuadro venezolano vence a Argentina, tras el 1-0 en las eliminatorias de Brasil 2014, con gol de Fernando Amoribieta.
Venezuela cerrará la fecha FIFA con un partido el lunes 25 ante Cataluña en Girona, mientras que Argentina lo hará un día después en Tánger (Marruecos) ante la selección marroquí.
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