Vinotinto en las eliminatorias: a superar las horas más oscuras

55 fueron los nombres que José Peseiro presentó de cara a la próxima triple fecha de eliminatoria al Mundial de Catar. Un número bastante amplio de convocados, pero que se entiende: no quiere volver a ser tomado por sorpresa luego del papelón COVID en la Copa América de Brasil.

Si bien es una lista preliminar, hay presencia de futbolistas que no tienen actualidad, están lesionados y algunos, entrenando por su parte al no tener vínculo alguno con algún club. No sé si el panorama es similar al que afectó a Venezuela en la pasada Copa América, pero lo cierto es que una lista con un poco más de medio centenar de futbolistas, es más que justificada, visto lo visto.

Ahora bien: la situación no es para tirar cohetes. La actualidad general de la Vinotinto no es para que vendamos humo. El optimismo siempre estará presente, mientras el fútbol sea imprevisible o comience cada partido con el 0-0 en el marcador. Optimistas somos porque hemos demostrado ser competitivos, incluso con un grupo de futbolistas que habitualmente no es titular.

La salida de un miembro del cuerpo técnico por retrasos en los pagos y la ausencia de José Peseiro en el país cuando tan pronto viene una triple fecha, habla de que hay algo puertas adentro que no está bien. El seleccionador podría estar hoy viendo jornada a jornada el campeonato nacional y familiarizándose más con el torneo cuyo producto sirvió para salvarle el pellejo en Brasil. No obstante, prefiere permanecer fuera. Algo no anda bien.

Y si nos vamos a la cancha, preocupa y mucho: el goleador histórico no tiene equipo. El volante central de mayor proyección, está lesionado y sin equipo. El lateral con más recorrido europeo en la historia, no tiene equipo. Uno de los centrales titulares, no tiene equipo. Que Rondón, Herrera, Rosales y Ángel no tengan actividad es algo que afecta enormemente a la selección. Son cuatro futbolistas fundamentales en la plantilla de Venezuela, de Peseiro o cualquier otro que estuviera en el banco, entendiendo además que, más allá del progreso, no es que se tengan tantos jugadores como para que no se sienta la ausencia de estos cuatro.

Esta situación se nota compleja con el panorama de lo que viene (tres partidos, uno de ellos contra la campeona de América y otro contra Paraguay, que solo ha perdido un choque en la eliminatoria), pero cuando hablaba de optimismo, lo plasmo con lo que hay en cuanto a números y en el papel: se está penúltimo, sí, con 4 puntos apenas, pero la zona de clasificación mundialista está solamente a 4 puntos, por lo que el enfoque debe ser el buscar puntuar sí o sí.

Quedó claro en el último partido de Venezuela en Copa América, cuando ya se tenían más efectivos recuperados y a disposición para ir a buscar el partido, que Peseiro será fiel a la línea de cinco defensores. ¿La ventaja? El equipo conoce ya este funcionamiento y ante rivales como Argentina y dos visitas a Lima y Asunción, es lógico que se dé continuidad a ese planteamiento. ¿Lo que preocupa? Lo defensivo que es el equipo con ese esquema cuando en tres partidos Venezuela se va a jugar sus posibilidades reales mundialistas.

¿Entonces? Peseiro seguramente echará mano de mucho del talento local, que tiene el rodaje necesario, para cubrir las bajas, lo que preocupa es el conocimiento que pueda tener de la actualidad de cada uno (que no esté Daniel Linárez en la lista de convocados, siendo el mejor futbolista del campeonato, parece darnos la razón). Hay también otros convocados con buena actualidad, como Savarino, Aristeguieta, Graterol, Romo, Villanueva, Josef Martínez, Soteldo, Bello, Cásseres, Machís o Murillo. Hay material para aspirar.

El escenario pinta más que complicado. ¿Cuál debe ser la meta o aspiración? Recoger lo posible para conservar al menos, las opciones clasificatorias en la próxima triple fecha de octubre. Con un panorama actual tan complicado, lograrlo será un saldo extraordinario.