El chasco de volar en aerolíneas venezolanas
He aquí la crónica de vuelo de un viajero criollo, cualquiera y sin aparente riqueza, que osa tomar un avión de la aerolínea Santa Bárbara. Para salir bien parado es menester un crucifijo y el encendido deseo de llegar a buen término al destino anhelado. Retrasos, mala atención y servicio y el odio irrefrenable a Cheverito son apenas algunas de las penurias de la travesía