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#Entierros

Cuando no hay cómo pagar ni dónde caerse muerto

La muerte es una certeza. Tarde o temprano a todos les llega la inevitable hora. Lo que no es seguro es si quienes quedan en vida podrán costear un entierro digno, sobre todo en hiperinflación. La crisis no respeta el descanso eterno de los difuntos, ni el luto de los venezolanos

La hiperinflación no deja descansar a los muertos en paz

Ni los muertos se salvan del drama de la crisis nacional. El alto costo de los servicios funerarios obliga a muchos negocios a simplificar sus servicios, mientras los familiares rasguñan sus bolsillos para darle un entierro y sepelio digno a sus seres queridos. 

Cementerio del Este: sepulturas al ritmo de salsa erótica

Por la gran cantidad de usuarios, los prejuicios y malas conductas resucitan. Como los muertos vivientes, deambulan la grosería y el irrespeto. Música alta, robos e incluso tiros se han escuchado en el cementerio de mejor estado en Caracas. Ante los ojos de Dios y de la empresa todos los visitantes son aceptados, siempre y cuando cumplan las normas y los 10 mandamientos

Entierros en el barrio: la muerte como una fiesta

La despedida en el barrio, y en el camposanto, es a ritmo de salsa, con sabor a anís, y ruido de motos y disparos. Cuando la despedida es la última, el homenaje incluye manifestaciones de “quereres”, como los que “la gente rica” no conoce, según sus protagonistas

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