Internacionales

EEUU y aliados resueltos a estrechar cerco contra Maduro

Estados Unidos, la oposición venezolana y sus aliados están resueltos a estrechar el cerco sobre Nicolás Maduro para que deje el poder, sin renunciar a la opción militar que fue esgrimida por el vicepresidente Mike Pence en la cita del Grupo de Lima en Bogotá.

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Foto: AFP

“Esperamos una transición pacífica hacia la democracia. Pero el presidente Donald Trump lo ha dejado claro: Todas las opciones están sobre la mesa”, advirtió Pence en la reunión a la que asiste Juan Guaidó, reconocido por medio centenar de gobiernos como mandatario interino de Venezuela.

Pence ratificó que el gobierno de Trump está 100 % del lado de Guaidó, una posición que fue secundada por sus principales aliados en Suramérica, Colombia y Brasil, en el marco de las deliberaciones que buscan definir los próximos pasos contra la dictadura de Maduro, tras los violentos disturbios del fin de semana durante la frustrada entrega de ayuda a Venezuela.

“Ser permisivos con la usurpación de poder sería una amenaza para toda América”, afirmó Guaidó, quien había pedido dejar abiertas todas las opciones frente a Maduro, cada vez más aferrado a los militares y apoyado por Rusia y Cuba.

“No hay dilema entre la guerra y la paz, es la paz la que debe prevalecer. El dilema es precisamente entre democracia y dictadura”, afirmó Guaidó.

El Grupo de Lima -una alianza de 13 países latinoamericanos más Canadá- se había reunido por última vez el 4 de febrero en Ottawa. Entonces, 11 naciones pidieron un cambio pacífico de gobierno y llamaron a los militares a reconocer a Guaidó.

México, Santa Lucía -que no reconocen a Guaidó como mandatario- se marginaron del encuentro en Bogotá, al igual que Costa Rica y Guyana que sí lo reconocen.

Más sanciones

Tras la fallida entrega de asistencia a los venezolanos, golpeados por la escasez de alimentos y medicinas, el Grupo de Lima se encamina a elevar al máximo la presión sobre el chavismo.

Este lunes Washington congeló activos de cuatro gobernadores alineados con Maduro en represalia por lo ocurrido, mientras el presidente Iván Duque abogó por un cerco más poderoso y más efectivo que dé paso a una transición en Venezuela.

Pence invitó al Grupo de Lima a que transfieran los activos de la estatal petrolera Pdvsa a Guaidó y nieguen al círculo íntimo de Maduro el ingreso a sus países.

De igual forma anunció un nuevo desembolso de 56 millones de dólares para los países que reciben migrantes venezolanos. Desde 2017 ha donado 195 millones para enfrentar el éxodo de más de 3 millones de personas que han llegado a América Latina y el Caribe desde la agudización de la crisis en 2015.

También la administración Trump -que desde el 28 de abril embargará la importación de crudo venezolano- pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Venezuela tras la represión el fin de semana.

Los camiones con la asistencia donada principalmente por Estados Unidos tuvieron que replegarse ante el bloqueo de las fuerzas chavistas. Cuatro personas murieron y cientos quedaron heridas en los límites de Venezuela con Colombia y Brasil.

Los fallecidos son una mujer y tres hombres de una etnia indígena, atacados en la zona limítrofe de Brasil y Venezuela, según la ONG Foro Penal.

El chavismo, que ha alertado sobre los planes de Washington para lanzar una invasión militar con el pretexto de la ayuda humanitaria, celebró en la víspera el fracaso de la operación en un mitín encabezado por el poderoso dirigente Diosdado Cabello.

“Con lo ocurrido el sábado se configuró un escenario donde podría haber una intervención de fuerza”, señaló Laura Gil, politóloga internacionalista.

Según la experta, la oposición venezolana se anotaba un triunfo si lograba pasar la ayuda, pero ganaba todavía más si Maduro incrementaba la represión, como lo hizo. Así, la salida a la crisis empieza a girar en torno al discurso de que aquí la única manera es el uso de la fuerza.

“En el Grupo de Lima, el consenso es que hay que sacar a Maduro, pero no hay consenso en el cómo”, agregó Gil.

Tensión y deserción en fronteras

La tensión no cede en las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil, cerradas por orden de Maduro.

El domingo manifestantes encapuchados y fuerzas estatales libraron esporádicos choques en localidades limítrofes con Colombia, donde grupos armados irregulares conocidos como colectivos siembran el terror.

Docenas de venezolanos que habían cruzado para participar en la caravana que pretendía llevar ayuda quedaron represados. Bogotá también dispuso un cierre temporal que termina la noche de este lunes para evaluar los daños dejados por los disturbios.

Mientras, militares brasileños montaron un cordón en Paracaima tras reyertas entre manifestantes y uniformados venezolanos en la línea fronteriza.

Seis sargentos de la Guardia Nacional Bolivariana, que estaban destacados en el puesto de control fronterizo, desertaron y llegaron a Pacaraima. Otros 167 policías y militares rompieron con Maduro y están en Colombia, según la autoridad migratoria.

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