Le gusta enseñar y no solo lo que sabe hacer con su figura. Tania Mafilito dicta talleres de modelaje y expresión corporal. Sigue los pasos de Coco Rocha, “la reina de las poses”, pero también va más allá: es artista plástico, hace estilismo, quiere ser actriz de cine y domina con serenidad y valentía el potencial del desnudo
Tania vive rodeada de colores y de ojos que la miran como si se tratara de ella viendo desde otro lugar, más allá de los espejos. En las paredes de su casa hay cuadros, dibujos, ideas, trazos. Tania Mafilito es una artista de lo visual y su proceso creativo no se detiene. Todos los días pinta: sobre papel, sobre lienzo, sobre tela, sobre carteras, sobre ropa.
Y cuando encuentra una propuesta interesante utiliza su figura en el espacio como otra forma de esa búsqueda expresiva. Por eso posa, por eso busca dominar los pequeños o grandes secretos de modelar, de transformarse frente al lente, de utilizar el potencial que encierra su cuerpo como vehículo de expresión.
Siempre pintó, siempre dibujó. Se recuerda muy pequeña armada con lápices, colores. Pero su primer camino público fue como modelo en una carrera en la que decidió estudiar con detenimiento las posibilidades del desnudo.
“Me parece algo muy natural. No veo nada extraño en un cuerpo desnudo”, dice: “Hacer este tipo de fotografías requiere de una toma de conciencia. Para mí, es una forma de expresarte. Y también es una forma de conocerte. El desnudo requiere de mucha valentía, ayuda a entender quién eres tú, ayuda a entender todo lo que puedes hacer con tu cuerpo, cómo puedes componer con tu cuerpo, porque el espacio es como un lienzo y vas a componer algo allí con tu figura. Eso es bellísimo”.
También es un viaje interior: “En el desnudo puedes reconocerte, reconciliarte contigo. Hay que ser valiente para mirarte en un espejo y aceptarte. Y es una forma de aceptar que el cuerpo cambia, que no somos eternos. Es bonito explorar toda tu humanidad”.
Para ella es importante considerar el espacio, que haya música y especialmente conocer el trabajo previo del fotógrafo y conectar: “No hago fotos con cualquier persona. Cuando empecé en el desnudo investigué mucho. Esperé tres años para poder encontrarme con un fotógrafo con el que quería trabajar esto por primera vez y entre los dos creamos un concepto. De niña leí que el nombre Tania significa ‘reina de las hadas’ y siempre he jugado con esa idea, incluso en mis dibujos. Así que hicimos una sesión en un bosque, muy sutil, con unas poses increíbles”.
«El desnudo requiere de mucha valentía, ayuda a entender quién eres tú, ayuda a entender todo lo que puedes hacer con tu cuerpo, cómo puedes componer con tu cuerpo, porque el espacio es como un lienzo y vas a componer algo allí con tu figura»
Todo vale a la hora de crear estas imágenes: “Modelar es actuación, tú decides lo que quieres representar. Si elijo ser sensual juego mucho con mi cuerpo, con mis expresiones. Obviamente cada mujer es sensual a su manera. Quizás para algunas personas mis poses no son sensuales, pero para mí sí. Y eso es lo que importa. Yo lo hago para que me guste”.
Y como le gusta, se deja llevar aunque no haya un fotógrafo presente: “Si no hay nadie que me haga fotos en determinado momento, me las hago yo. Esto es como la pintura, es mi forma de expresarme, de reconciliarme conmigo, de estudiarme, de conocerme. La fotografía es un arte y el arte es expresión. No le pongo fecha de caducidad al modelaje, pienso modelar siempre. A cualquier edad es importante sentirte sensual o seductora. Todos los días lo hacemos cuando, por ejemplo, elegimos qué ropa ponernos: hay momentos en los que estás más conectada con tu feminidad y otros en los que no”.
El discurso de Tania es pausado, nace de una reflexión muy interiorizada. Y su búsqueda no se detiene: dicta talleres de modelaje y expresión corporal, hace estilismo y tomó la decisión de ser actriz y ya ha hecho algunos cortometrajes en paralelo a su carrera como modelo: “Mi sueño es hacer películas o una serie, por eso cuando participo en algún proyecto de actuación me entrego, lo doy todo”.
Y es fácil creerle: entregarse es lo que hace con la pintura, es lo que hace cuando se para frente a un cámara. Y sabes que eso también lo va a lograr.
Fotografía: Alvaro Camacho (@alvarocamachophoto). Asistencia de fotografía: Stephany da Silva (@ohstepd). Video: Betania Ibarra (@bibarris). Maquillaje y estilismo: Judith Padrón (@judith.padron).
