Poly Díaz: "No hay mayor emoción que la de un hombre que ve a Messi en persona"
Comediante y actriz venezolana, Poly Díaz está en el Mundial de Catar aportando humor a la cobertura del gigante TV Azteca en el programa "Los Protagonistas"
Comediante y actriz venezolana, Poly Díaz está en el Mundial de Catar aportando humor a la cobertura del gigante TV Azteca en el programa "Los Protagonistas"
Perseguida por las arenas del desierto, entre las playas, entre el súper lujo de una ciudad de fantasía, en medio de las intensas emociones que se han vivido dentro y fuera de los estadios allá en Doha y haciendo espacios en la exigente rutina de sus ocupaciones con TV Azteca en el marco del Mundial de Fútbol, Paula Díaz, comediante y actriz venezolana mejor conocida como «Poly» -a veces incluso como «la tía Poly»-, sostuvo con UB esta conversación fragmentada sobre su debut en la televisión mexicana, sus días en Catar, la gran revelación acerca del amor de los hombres y el descubrimiento de que pudo haber tenido una carrera muy exitosa como sugar babe…
-¿Cómo fuiste a parar al Mundial con TV Azteca?
-Se dieron una serie de casualidades maravillosas. Primero, a una amiga comediante muy querida le habían ofrecido esta chamba, me lo comentó en algún momento y estábamos muy contentas por eso, aunque ella decía que no estaba convencida. Semanas después, me llamó el productor que se encargó de bookear a los talentos que venían a cubrir el Mundial con TV Azteca en la parte de comedia. “Los protagonistas” es un programa famosísimo y exitosísimo en la audiencia de TV Azteca. Y creo que en temas de deportes es el más importante de México. En el Mundial ellos hacen un magazine en el que incluyen contenidos de cultura, de entretenimiento, deportivos, claro, y querían hacer también cápsulas de comedia. Este productor me llamó y me contó que alguien planteó mi nombre y le dijo que yo era perfecta para el trabajo. Por supuesto me sorprendí muchísimo y le dije que sí estaba muy interesada.
Obviamente era una apuesta arriesgada para el canal porque soy extranjera, porque soy muy joven, no soy conocida… así que digamos que estaba más del lado del “no” que del “sí”. A los dos meses me entero de que, por alguna razón, quedé en el proyecto. Y en julio empezamos a trabajar en la preproducción, en entender que era un Mundial atípico, fue un trabajo largo hasta que llegamos a Catar el 11 de noviembre “El costeño” (Javier Carranza), Daniel Sosa y yo.
-¿Cómo ha sido esa experiencia allá?
-Ha sido una experiencia muy retadora porque yo soy comediante de stand-up y nunca había hecho tele. ¡Y menos para televisión abierta y en México! A eso súmale que es un tipo de entregas que tenemos que hacer todos los días para un público que está esperando muchísimo de ti, que espera que no lo incomodes, que le entretengas, que lo diviertas… Sí ha sido bastante retador esto como comediante de stand-up. Y hay que sumar también que es un Mundial, que estoy en Catar, algo que jamás hubiese imaginado.
-¿Antes de esto te gustaba el fútbol?
-Siempre me han gustado los deportes. De hecho, yo nadé durante 16 años, hice triatlón. Me crié con los deportes: a mi papá le encanta el béisbol y el fútbol. Y a mí también. Pero debo decir que no soy una persona que sabe de fútbol, no tengo el conocimiento pero lo disfruto mucho. Yo, sobre todo, disfruto de las pasiones que siente la gente por los deportes. Creo que esa fue una de las cosas que más me motivaron a venir: la fiesta y la pasión del Mundial es algo que no vives en otro lugar. Y a pesar de ser un Mundial atípico porque no está presente la experiencia de la locura y el exceso por las normas y tradiciones del país, es muy bello ver a las aficiones tan de cerca y ver cómo el deporte mueve tanto a la gente.
-¿Cómo cambió tu perspectiva sobre Catar luego de estar allí estos días?
-Mi perspectiva sobre Catar se ha modificado para bien, aunque sin embargo sigue siendo bastante impactante para mí. A pesar de venir de Venezuela y México que son países súper machistas, me he topado con ciertos hechos acá que me han parecido muy sorprendentes, pero al mismo tiempo a medida que voy conociendo la cultura me voy dando cuenta de que es algo que no arremete contra la seguridad de nadie y que son tradiciones que tienen demasiado tiempo con ellos, al punto de que no las ponen en tela de juicio, no confrontan internamente si ese tipo de tradiciones va contra la integridad de alguien o contra sus derechos… Sobre el caso de la vestimenta de las mujeres me cambió totalmente la perspectiva porque ellas te explican que es algo que hacen porque lo quieren hacer. Aman mucho su cultura, la respetan mucho, sienten pasión y entrega por su religión y ver eso me hizo cambiar mi punto de vista. Me he topado aquí con chicas que se detienen a explicarte que aman su cultura y que quieren que sepas que no lo hacen obligadas por alguien.
También hay una cosa súper curiosa: cuando te ven por la calle, ven que eres extranjera, te regalan cosas, dulces, souvernirs, y te dan un código QR para que puedas conocer sobre la cultura musulmana, sobre el Corán… Creo que se preocuparon muchísimo de aprovechar el Mundial para que fuera también una ventana para que otra gente entendiera sus tradiciones como desde el amor.
-Es tu primera vez haciendo TV, ¿qué viene ahora? ¿Más televisión? ¿Se abrió esa puerta en México?
-Es mi primera vez haciendo televisión en vivo y en TV Azteca, que es un monstruo. ¿Qué viene ahora? No lo sé. Tengo mucha fe de que esta, que es la primera oportunidad grande que he tenido en México, sea la primera de muchas. He tenido un recibimiento muy hermoso dentro de un equipo de contención, con ganas de verme crecer y me lo han dicho. Nadie me ha prometido nada, por ahora, aunque tampoco es una expectativa que tenía de que esto fuera la puerta para seguir casada con la televisión, pero creo que he logrado aprovechar esta oportunidad para entrar al mercado mexicano, que es algo que sí he querido hacer y tengo cuatro años esforzándome en eso.
-¿Pudiste tener alguna experiencia o encuentro con la selección mexicana?
-La experiencia con la selección mexicana por mi lado fue distante porque no me tocó hacer cobertura en los entrenamientos o directamente en el campo. Pero sí pudimos estar en los tres encuentros de la selección y fue demasiado emocionante. Yo decía, Dios mío si me estoy emocionando tanto con un gol de México cómo me emocionaré cuando vea un gol de la vinotinto en un Mundial. Es muy bello venir a apoyar a un país al que quieres. Es una emoción muy grande. Y aunque se sabe que la selección no tuvo el mejor desempeño, una cosa que rescato mucho es la pasión que tiene la afición mexicana por su equipo. Es un amor, un acobijamiento, tremendo. Cuando se fueron los mexicanos de aquí, Catar cambió. A Catar se le fue el alma cuando se fueron los mexicanos. Y eso también fue impactante de ver: ver cómo ciertos países son los que le dan colorido a un Mundial.
Estamos en la recta final del Mundial y hasta ahora no he tenido la oportunidad de ir a tantos juegos porque he estado grabando cosas, estamos haciendo contenido en tiempo real, grabando una o dos cápsulas al día, más las transmisiones en vivo que para nosotros son a las 5 de la madrugada y eso ha hecho que no haya vivido tanto el rollo de los estadios, aunque vi los de la selección y otros, pero ya desde las semifinales los he podido ver todos utilizando mi súper poder de la de la viveza criolla y mi acreditación de prensa.
-¿Te ha pasado alguna situación, por desconocimiento, en la que hayas dicho: acabo de meter la pata horrible?
-Me han pasado situaciones en las que dije “la acabo de cagar demasiado”. Bueno, al aire me pasa todo el tiempo porque he tenido mucha angustia por no ofender o humillar al público mexicano, al que quiero mucho. Por ejemplo, hoy hice un chiste sobre algo que vi del Niño Dios, una tontería, pero al final estoy haciendo televisión para todo público y ese tipo de cosas, aunque no son grandes cagadas, en el día a día me obligan a ser muy consciente de mí misma. Otra cosa que hice es que un día estaba grabando en la calle y a un señor que me cayó malísimo le dije “go fuck yourself”. Y estuvo mal porque fue una falta de respeto horrible. Lo hice desde la completa desesperación porque el señor me cayó fatal y me estaba poniendo las cosas muy difíciles… Y estoy en un país donde la gente es súper correcta y no se andan con mamadas, como dicen en México. Eso me pudo haber puesto en riesgo.
-¿Cuáles son los hinchas más enloquecidos que has visto?
-Hay un tema con las aficiones árabes. Particularmente con las de Arabia Saudita y Marruecos: son muy efusivas, agresivas en el sentido de que les gusta retar al otro. Cuando estábamos grabando en cualquier cobertura se metían a cámara, dañaban las tomas y no les importaba… Eran muy enloqueciddos y la imprudencia les brotaba por las venas. A eso súmale que son países que no imaginaban que iban a llegar a donde lo lograron y estaban como borrachitos de poder.
-¿Ya eres famosa en México? ¿Te van a reconocer en las calles cuando regreses?
-Creo que no… México es un país muy, muy grande y para que una persona sea realmente famosa tiene que ser masiva. No considero que yo sea famosa en México, ni en ningún lado. Ni siquiera en Venezuela. Hay mucho trabajo que hacer para empezar a hablar de fama. ¿Me reconocen en la calle? Me pasa a cada tanto en Ciudad de México. En Catar me sorprendió que varias personas me reconocieron, venezolanos y mexicanos, pero para llegar a hablar de fama me falta mucho camino por recorrer. Aunque tampoco es algo que estoy buscando. Lo ideal, claro, es ser famoso para que se vendan los shows, para que la gente vea lo que haces, las marcas te contraten, para chambear y chambear y que nunca se acabe la chamba. Para eso es buena la fama. Pero la fama llega con el trabajo y ahorita me estoy ocupando en trabajar. Estoy contenta por como van resultando las cosas.
Lo que sí es cierto -y es algo que me ha sorprendido- es que estando aquí he ganado muchísimos seguidores en redes sociales y una cantidad de público al que yo consideraría que no le hablo en mi stand-up. Ha sido una lección de humildad muy grande en cuanto a que a veces uno mismo segmenta a su público y cree que tal persona no conecta conmigo y entonces nada más le hablo a esta otra. Y no es así. Creo que es trabajo del comediante –y de los artistas en general- buscar que sus cosas sean lo más universales posible porque en realidad no sabes quién va a conectar contigo. También me llevo esa experiencia: que he estado muy en mi nicho y entrarle a esto me ha hecho salir de mi zona de confort, me ha puesto en aprietos, un evento como este te pone en aprietos durante 30 días y creo que no hay nada más revolucionario para un artista que estar en conflicto, que tener que resolver. Eso me gusta.
-¿Ya tienes chistes para tus próximas rutinas a partir de las vivencias en Catar?
-Hay muchísimos chistes de esta experiencia porque, por ejemplo, no me había percatado de que soy el terror de los árabes y de los señores. Pude haber hecho una carrera muy exitosa de sugar babe y simplemente escogí sufrir. A eso súmale lo difícil que es menstruar en un país árabe… Es incomodísimo, es muy limitada la oferta de artículos para la menstruación… entonces sí, hay temas de esto. Y gracias al Mundial me di cuenta de que nunca había estado tan cerca de hombres llorando movidos por la emoción, en ninguna de mis relaciones he visto tanta emoción, tanta sensibilidad, tanta vulnerabilidad como he visto aquí en el Mundial. Tengo que sentarme a escribir y ya lo verán el año que viene cuando esté girando…
-Entonces acabas de conocer el verdadero amor entre hombres…
-¡El verdadero amor de los hombres por algo! Yo pensaba que había sido amada en la vida hasta que vi a un hombre llorar un gol. No hay sentimiento más real que ese. O llorar por una descalificación. O mayor emoción que la de un hombre que ve a Messi en persona: el bróder se acercaba a las gradas para sacar el tiro de esquina y los gritos eran más agudos que la canción de Navidad de Mariah Carey.