Viciosidades

María Teresa Alvarado, el arte en documentales

Venezolana, residenciada en Nueva York, Marité Alvarado desarrolla su condición de documentalista registrando el trabajo de artistas y creadores gastronómicos. Sus piezas han recorrido un largo trecho de festivales internacionales y sigue rodando

Cortesía Marité Alvarado
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María Teresa Alvarado creció en una familia de artistas en Caracas, y desde que tiene memoria siente un gusto particular por el cine. En 2002 se mudó a Nueva York y desde el 2007 se dedica a realizar documentales sobre gastronomía y el proceso creador de ciertos personajes: 130 cortos en la red social Vimeo conforman su obra hasta el momento. Aunque es periodista, trabaja en una tienda de vinos y edita por encargo de compañeros o artistas.

En los últimos tres años algunos de sus proyectos han sido reconocidos en diversos festivales de cine. “The Wayward Project” (2017) fue el primero en participar en estos eventos. Este documental se centra en el proceso creativo de un artista y arquitecto, Bolek Ryzinski, mientras daba forma a su exhibición multidisciplinaria en el verano de 2016 en Nueva York. Fue seleccionado en Bulgaria, Montreal, Brooklyn y Nueva York.

El segundo cortometraje en participar en festivales se llama “The Wayward Cube” (2018), y podría considerarse una continuación de “The Wayward Project”. En esta ocasión, Marité documenta la creación, desde la concepción hasta el desarrollo, del primer espacio artístico de Bolek Ryzinski en 2017. La obra consiste en un cubo con doce paneles giratorios, espejados y pintados, que producen una experiencia cinética y caleidoscópica. “The Wayward Cube” fue elegido en Nueva York; obtuvo una mención especial en Los Ángeles y Las Vegas; y ganó el premio a Mejor Documental en los Festivales de Santa Bárbara y de Arte Cinética en Wisconsin.

El tercero en hacer este recorrido es “The Collector” (2019), un documental que explora el ciclo de la vida, la belleza y el compromiso a través de la visión de Donald Dreifuss, un artista y horticultor que vive en una granja en New Hampshire. Este cortometraje se convirtió en la selección oficial de los festivales de Santa Bárbara y Chicago.

Su último proyecto es “BrLookyn” (2019), un corto de ficción que presenta a un personaje -Elisa- que incapaz de encontrar su camino, decide observar el mundo a su alrededor pensando que la respuesta está en algún lugar. El filme ha sido seleccionado en Jacksonville y Nueva York por el momento. Las cuatro películas se pueden comprar en Vimeo, en el canal de Plus Green Media, una productora de cine independiente fundada en 2014 por Marité.

¿Cómo ha sido tu experiencia como venezolana en el extranjero?
Creo firmemente que los venezolanos somos personas cosmopolitas. Yo crecí en la capital del cielo, como llamaban a Caracas en ese entonces. Allí residían culturas diferentes: libanesa, portuguesa, española, china, entre otras. Esta diversidad me permitió desarrollar una amplitud de mente que me ayudó a adaptarme a Nueva York, que es como una Gran Caracas. Lo único que no me gusta es el frío, pero eso es parte de haber nacido en el Caribe.
Lo que sí tengo que reconocer es que aquí uno tiene que ponerse las pilas, porque no hay nadie que te apoye financieramente. Si no trabajas, no comes ni pagas el alquiler.

¿Hay algún tema recurrente en tus películas?

Sí y no. La transformación, el transcurrir del tiempo, se podría decir que son temas presentes en “The Wayward Cube” y “The Collector”, pero no lo hice adrede. Bolek y Donald son personas adultas y estas ideas son reflexiones que hacen a su edad.
No buscaba estos temas cuando entrevisté a estos hombres. Como periodista, uno se hace una idea aproximada de lo que busca, pero no hay manera de saber cómo lo interpretará la gente.

¿Por qué elegiste narrar las historias de Bolek Ryzinski y Donald Dreifuss?
Soy artista y decidí contar historias que inspiren, que hablen de belleza, de creadores, de este mundo que también existe y es muchas veces opacado por las duras realidades que vivimos.
Una galerista amiga mía, Cynthia Reeves, me presentó un día a Bolek Ryzinski. Él es arquitecto y artista; llegó a Nueva York para trabajar en una exhibición multidisciplinaria llamada The Wayward Project. Yo estaba encantada con sus obras, así que le propuse grabar todo su proceso creativo. Este fue el primer corto documental que envié a los festivales de cine. Tras esta primera presentación, Bolek decidió seguir la elaboración de su trabajo como artista con The Wayward Cube, que para mí es su obra maestra. Así, empecé a documentarlo de nuevo.
Cynthia también me presentó a Donald Dreifuss. En un principio, él quería grabar un video para el sitio web que estaba montando, pero cuando vi su casa, todo lo que tenía allí, visualicé toda una película. Fue así como le propuse hacer un documental para llevarlo a los festivales y él estuvo de acuerdo.

¿Cuáles recursos narrativos o visuales empleas en tus obras?
Esta pregunta es difícil, pues cada trabajo tiene su personalidad y, como cualquier obra de arte, exige. Hacer una película es similar al trabajo de un director de orquesta que además compone su pieza. Escoger los silencios, alterar la música para dar intención, utilizar fotografías o cambiar la velocidad de la imagen; todos los recursos son válidos, pero al final es la película la que lo pide y uno debe escuchar atentamente hasta sentirse satisfecho con lo está creando. Si en el resultado hay algún detalle que no me convence, aunque nadie más lo note, debe ser cambiado porque siempre me va a molestar. Uno debe estar satisfecho al cien por ciento con el resultado.

¿Qué buscabas con tu último cortometraje, “BrLookyn”?
“BrLookyn” es mi primer cortometraje de ficción. Con este proyecto quise que los personajes hicieran y dijeran lo que yo quisiera. También es un filme en blanco y negro, ubicado en Nueva York. Hasta el momento ha sido tomado por dos festivales: uno en Jacksonville y el otro en Nueva York. Creo que me va mejor con el género documental debido a mi carrera periodística, pero me gustó experimentar con este corto.

¿A qué se debieron tus documentales sobre gastronomía?
En 2009 regresé a Caracas justo en el momento en que se fundó Venezuela Gastronómica. María Fernanda Di Giacobbe me invitó a este mundo de sabores y tradiciones. Registré los eventos realizados por la asociación en Caracas, Barquisimeto, Mérida, Nueva Esparta y Zulia. Mi cercanía con los miembros me sirvió para realizar trabajos individuales, como los videos sobre el chef Carlos García, la cocina amazónica de Nelson Méndez, PanAventura de Juan Carlos Bruzual, y el cacao de María Fernanda Di Giacobbe. Durante 4 años trabajé incansablemente para Venezuela. En 2014 regresé a Nueva York, Brooklyn, donde vivo actualmente.

¿Dirías que eres feliz?
Bueno, como profesional siento que estoy en un buen lugar. He crecido; aunque he tenido mis tropiezos, también he gozado de muchos éxitos. Finalmente estoy haciendo lo que me gusta. Que sí, tengo trabajos alternativos que me dan para comer, pero eso es lo de menos.
Ahora, como todos los venezolanos, no estamos del todo contentos. La situación es dura, estar lejos de tu país y tu familia no es fácil. No voy a negar que extraño Venezuela, pero creo que he conseguido un equilibrio.

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