Gabriela Mora, arquitectura para portar

Una combinación de simplicidad, arte y diseño caracteriza las piezas de la diseñadora venezolana Gabriela Mora. Así lo afirma en sus redes sociales y así se percibe en sus colecciones. Sin olvidar mostrar el carácter utilitario de sus diseños, Mora presenta Machine otoño/invierno 2016, su más reciente colección.

Residenciada en Madrid, España, la diseñadora venezolana ha evolucionado en su carrera como diseñadora con la firma de joyería que lleva su nombre. Gabriela Mora Jewelry ha adornado los cuellos, muñecas y orejas de modelos en revistas de moda internacionales como Livid, Lifestyle y Telva y nacionales como HOLA! Venezuela y Todo en Domingo, apareciendo incluso en páginas completas y portadas. Machine es la última de las cinco colecciones que tiene en su haber artístico –Astrolabio, Dune, Blade Moon y Acrylic.

Los movimientos arquitectónicos que florecieron en Rusia entre 1920 y 1930 fueron la inspiración para la creación de la última colección de la diseñadora criolla. Mora parte de la revolución en la arquitectura soviética como principio de sus piezas más recientes. Ese encontrar arte en lo utilitario que caracterizó al movimiento. Los engranajes y acabados que utiliza son los vestigios de sus influencias artísticas, que dejan entrever las raíces industriales propias de la época sin perder su propósito inicial: decorar. Incluso, Mora, directora creativa de la marca, bautizó cada uno de sus doce diseños con el nombre de artistas representativos de la época, con la finalidad de crear un vínculo entre el trabajo del autor y la estética de las piezas originales.

El dorado es el protagonista de la colección, que hace un despliegue de gargantillas, brazaletes, anillos, zarcillos y finas cadenas con dijes simples. El baño de oro predomina sobre el de plata y bronce, también presentes. Los diseños limpios y geométricos de Machine son el resultado de la evolución profesional y discursiva de la diseñadora, quien ha sabido traducir ángulos, métricas y piezas propias de su profesión en joyería desde sus inicios. En su primera incursión a la moda, la diseñadora presentó anillos sencillos de colores fríos con acabados geométricos, contemplados en Acrylic. Ese fue su punto de partida para evolucionar creativamente e incursionar en el uso de distintos materiales.

A partir de Blade Moon, con sus zarcillos planos y asimétricos, el dorado toma posesión de sus modelos. Los brazaletes que hoy son distintivos de la marca nacen con Dune en presentaciones de latón y plata y se estilizan con Astrolabio, colección en la que las constelaciones fueron su inspiración. “Con esta colección buscaba una representación de la ubicación de las estrellas. Lo quise hacer en un juego de círculos y cilindros y trabajé más el volumen. De alguna manera las dimensiones de los círculos y cilindros interpretan los tamaños de las estrellas, de allí que hay unos más grandes y altos que otros”, declaró para la revista Club de la Buena Estrella. El círculo fue la protagonista de su colección, conformada por gargantillas, dijes, zarcillos, anillos sencillos y dobles, broches y pulseras.

Aunque se pulió como diseñadora en España, Mora es egresada de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Se especializó en Diseño Interior en la Universidad de Salamanca y perfeccionó sus dotes creativas en la Escuela de Arte 3 de Madrid, donde estudió Joyería Artística. Las influencias de su carrera universitaria se traducen en las piezas que concibe y crea. Su joyería contemporánea y complementos de lujo son hechos a mano con procesos tradicionales. Mezclando los aprendizajes adquiridos en las aulas criollas y extranjeras, Mora expone su última colección, marcando tendencias.