A pesar de que algunos familiares del hoy occiso declararon el sábado 3 de febrero a las afueras de la morgue de Valencia que sus asesinos habrían decidido ingerir parte de sus restos, luego de que lo mataran y descuartizaran, la versión fue negada por el Cicpc y también por el padre del menor de edad que esperaba en la División de Homicidios del ente policial.
Los dos implicados en este hecho: Juan Vicente Juárez, de 43 años, y su hijo Juan Armando Juárez de 19, permanecen detenidos en la delegación de la Policía Científica en Plaza de Toros de Valencia. Ambos habrían confesado el crimen y sus detalles.
De acuerdo con esta información, Yeison Aponte tuvo una discusión acalorada con su amigo Juan Armando y el padre de éste, Juan Vicente Juárez, por un dinero que debían repartir de una cosecha de maíz.
Todos residían en el caserío El Muerto de Negro Primero, una zona agrícola de la capital carabobeña a la que hay que llegar en vehículos rústicos y que es limítrofe con el estado Cojedes.
El altercado lo presenciaron dos primas de Yeison que fueron espantadas por los Juárez antes del asesinato. Ahora las dos muchachas, de 19 y 15 años, forman parte de los testigos del crimen, pero no están detenidas.
En medio de la discusión, Juan Vicente Juárez golpeó con un tubo a Aponte y éste cayó muerto; fue entonces cuando padre e hijo decidieron desaparecer las evidencias y procedieron a descuartizar al menor. Posteriormente lo rociaron de un líquido inflamable -aún por determinar- y lo incendiaron.
Luego dividieron en dos los restos y fueron hacia una zona boscosa a enterrarlos en un par de lugares, no muy distantes uno del otro. “El cuerpo estaba en estado de descomposición”, dijo una fuente consultada.
Los familiares se extrañaron que Yeison no regresó a su casa a dormir el miércoles en la noche. Al día siguiente empezaron a preguntar por él en distintos sitios y a llamar a otros parientes, porque hubo versiones que señalaban que el muchacho se había ido a Puerto Cabello o Güigüe.
En la tarde del jueves, el mismo Juan Armando se ofreció a ayudar en la búsqueda, pero igual muchos del caserío sospechaban ya de él porque siempre estaban juntos, eran amigos.
En horas de la noche del jueves 1º de febrero, uno de los tíos del desaparecido consiguió indicios de lo que podría ser el cadáver desmembrado del muchacho y al avisar al padre de Yeison se movilizaron para informar al Cicpc, que se presentó el viernes 2 de febrero en el día para iniciar las pesquisas.
El cuerpo policial halló los restos, que hasta este lunes aún permanecían en la morgue de Valencia, mientras efectuaban pruebas de anatomía patológica.
Eladio Aponte, padre de la víctima, refirió que esperaba que aplicaran toda justicia a los responsables del caso.
“Le dije al muchacho –Juan Armando Juárez- que tenía que saber dónde estaba porque él, cuando no aparecía, fue el último que lo vio, usted es el primer sospechoso porque si mi hijo andaba con usted, tiene que saber dónde quedó o para dónde buscó”.
Aponte señaló que su hijo vivía con su tío en una pequeña casa en El Muerto y se dedicaba a la agricultura, como la mayoría de los que viven en esa zona.
Yeison era el tercer hijo de la familia. Su progenitor ve con asombro lo sucedido: “Fue algo monstruoso lo que a él le hicieron (…) exijo para esa gente castigo lo más que se pueda porque estamos bastantes adoloridos por esto”.
Hasta el momento el móvil del hecho sería la venganza, según las fuentes del Cicpc.