Dj Trece: "Estamos viviendo la etapa de oro del rap venezolano"

“Estoy instalado”, dice Carlos Julio Molina cuando se le pregunta si está pasando una temporada en Caracas: “Volví, después de 13 años sin venir ni una vez”. Y parece que alias Dj Trece, alias Tony Armas, por estos días más conocido como Jhonny Flecha, regresó con ganas de trabajar y reivindicar su espacio en la historia del hiphop venezolano.

Y hasta de escribir nuevos capítulos: álbum y gira con 3 Dueños tras una década de pausa forzada, nueva temporada de su podcast “El salvoconducto”, promoción y producción con talentos emergentes –incluida su hija Dru Flecha-, un espacio en la radio para el género y el reciente anuncio de 3 Dueños como cabezas de cartel del próximo Cusica Fest.

-¿Qué determinó la decisión de reinstalarte en Venezuela?

-Muchos factores. Primero, es una decisión cíclica. He vivido mi vida cada cierto tiempo haciendo cambios geográficos para reubicarme, para reinventarme, para aprender, para desaprender. Y en estos últimos años he estado revisitando mucho cuando comencé mi carrera: estaba estudiando en California, luego me mudé a México, viví unos años allá y haciendo un viaje de visita a mi familia aquí en Caracas en el 96, interviniendo en la radio y poniendo música en la radio, conocí a los raperos con quienes hice La Corte. Siempre ha sido ese proceso de estar afuera, aprender, ver, observar, regresar, adaptarme. Ha sido parte de mi formación como artista siempre estar moviéndome y empujando la cultura con aprendizaje. Así adapté el hip hop a Venezuela viviendo en San Francisco y en Nueva York. Ahora me tomé estos años para viajar, aprender y regresar.

-Y decidiste que este era el momento para volver…

-Regresé el 27 de mayo, con muchísimas ganas de reencontrarme con mi país. Decidí que era el momento indicado para regresar y readaptar esos años de vida en Los Angeles y Miami. Vi que era el momento para comenzar cosas nuevas aquí. Estamos viviendo la etapa de oro del rap venezolano. Es la primera vez que un movimiento cultural venezolano está de primero en Suramérica. También se puede hablar del Sistema de Orquestas, pero es primera vez que el rap venezolano ocupa ese lugar en Suramérica de respeto y admiración.

Nos están observando y eso fue un trabajo que comenzamos en 1996, con mucho deseo de que se diera. Era un sueño: simplemente admirábamos lo que hacían en Puerto Rico, en México, en Colombia y decíamos “¿cuándo será el día que nos van a escuchar a nosotros?”.

Los artistas que impulsaron lo que nosotros comenzamos, como Lil’Supa, Akapellah, Canserbero, ayudaron a posicionar al movimiento. Me pareció que estando en el primer lugar en Suramérica era un buen momento para resaltar eso y que hacía falta un poco mi presencia para poder oficializar eso. Y por ende viene el podcast, por ahí viene un programa de radio que voy a comenzar pronto, un poco seguir promoviendo la movida para oficializarla, para celebrarla, para disfrutar el éxito que ha tenido el rap.

Muy poca gente sabe esto sobre el rap: esto no es algo que se ha impulsado por empresas privadas o algo así, sino que ha sido netamente un impulso callejero, a pulso y pulmón. Lo impulsaron los artistas.

-Cuando estabas acá y eso marca una diferencia, eran ustedes tratando de montar conciertos, peleando espacios en la radio…

-Tratando de tumbar la puerta…

-Sí, pero gracias a YouTube, Spotify, las redes, esta camada de artistas más jóvenes ha tenido un impulso y además hasta les ha generado cierta independencia económica que les permite seguir trabajando en su música…

-Y también una ruta en Suramérica. Ellos descubrieron y abrieron una ruta por Suramérica. Pero no solo por YouTube, sino por el talento y la pluma pesada que se desarrolló. Ahí lo ves, YouTube se establece en 2005, ya para 2010 los artistas están cómodamente distribuyéndose por YouTube y eso ayudó a estos talentos a tener plataforma a nivel suramericano, internacional.

-Y permite que se dediquen a la música…

-Sí, pero todavía cuesta eso de la parte económica. La parte del reconocimiento y de la fama internacional está, solamente falta un poco. Es raro porque es la época de oro del rap venezolano, pero estamos todos afuera y hasta separados geográficamente logramos el número uno. ¿Qué pasaría si estuviéramos todos en nuestro país? Así como están todos en Puerto Rico, como están en Colombia…

-De pronto hacía falta que salieran, verte forzado a salir…

-Pero eso también puede ser un error porque no se concentra… Si estuviéramos todos aquí disfrutando de nuestro país y de nuestro rap y que la gente pueda tener shows todos los fines de semana con sus artistas, sería mucho más. Ha sido un proceso establecernos como los number one de la manera más insólita y más desplegada y más de diáspora posible. En los otros países latinoamericanos han vivido su éxito concentrados, como bloque, disfrutando, conociéndose y compartiendo.

-¿Y la misma diáspora de artistas del público no fue otro vehículo para que el rap venezolano circulara por el continente?

-Aunque ha sido positiva para muchos, la diáspora también ha sido negativa para el país. Ha sido una fuga de talento, de gente que estaba impulsando la movida cultural. En algún momento había falta de gente… Así que era una decisión o te mantienes afuera toda la vida o regresas a poner tu grano de arena, que es algo que creo que hacía falta. A pesar de todas las situaciones, de todas las diferencias, era el momento de dar el ejemplo y decir “estoy aquí, vamos a empezar a trabajar aquí, vamos a empezar a organizarnos aquí”.

La diáspora también ha sido para mucha gente un periodo triste, muy lejano, hemos añorado a nuestro país, nos hemos sentido confundidos, nos hemos sentido un poco fuera de lugar. Estar afuera no es nada fácil. Creo que es más importante en este momento estar unidos y estar congregados en nuestro país a pesar de las dificultades. La única manera de superar esas dificultades es estando juntos y crear más cultura aquí, solidificando el movimiento para que haya más conciertos habitualmente y como un bloque. Pocos nos hemos atrevido a regresar… Yo me considero líder e impulsador del movimiento y quise tratar de dar ese ejemplo.

Y también, obviamente, mis hijos menores no han vivido aquí. Mi hija mayor, Dru Flecha, que tiene 24, se fue de aquí a los 12 y quería regresar para también ella empezar a cantarle a su gente y reencontrarse con su país. Mis hijos menores se fueron a los 10 meses. Era importante para mí que ellos conozcan su país y que vean lo bello y lo hermoso que es, lo importante que que es crecer aquí, lo importante que es hablar el idioma. Esas son cosas que me hicieron a mí lo que soy y jamás privaría a mis hijos de su venezolanidad. Ellos están entre los 12 y 13 años y este era el último momento que tenía para que disfrutaran eso, porque ya después de los 16, la cosa cambia.

También están saliendo una cantidad de artistas nuevos que necesitan de un gran impulso. Son muy buenos y vine también a darle plataforma a esos artistas.

-Entre las cosas que vienes a hacer, ¿es un plan lanzar más música propia?

-En parte también mi regreso fue porque reunimos otra vez a 3 Dueños, después de una década de ausencia desde 2012 hasta 2023. Para mí fue un gran vacío musical porque ellos son mis compañeros de arte, mis colaboradores con los que sembramos todo… Sibilino y Budu son mis colegas y creamos los clásicos de este país, creamos los versos más emblemáticos del país como “Originales”, como “Fiera salvaje” y al regresar con ellos me reencontré también con mi esencia, que la había perdido. Hicimos una gira en Estados Unidos, que fue un éxito, y luego llegó el momento de hacer la gira en Latinoamérica.

Yo nunca había visitado Suramérica, no había estado en Chile, Argentina o Perú. Y decidí que era el momento de girar un poco la brújula y conocer y disfrutar de otros continentes en los cuales no estuve antes enfocado. Quiero cambiar el dial para Colombia, para Uruguay, para Argentina y también a Europa. Hacía falta ese cambio y 3 Dueños fue parte clave de eso.

-Eso indica que vienen más producciones de 3 Dueños…

-Sacamos el 3 de marzo el nuevo disco que se llama “Originales”, con 18 canciones. Y estamos grabando otro, el quinto. Obviamente ya mucho más grandes, mucho más maduros, más reconectados, mucha más sabiduría. Estoy disfrutando mucho ese proceso.

-¿Y temas solo?

-En 2020 saqué un disco que se llama “Aristocracia 2021” y luego vino “Aristocracia 2022” en unión con Un Tal Yupi, que es un beatmaker y productor. Durante la pandemia nos unimos para crear un sonido al que denominamos aristocrático por ser eterno, trascendente, uniendo además una cantidad de MC’s por lo que empecé a estar en contacto con los nuevos talentos.

-¿Y ese concepto lo vas a trasladar a Venezuela?

-Sí, claro. Acabamos de empezar el estudio Yupi y yo. Así que trabajo con los 3 Dueños y también solo, pero de una manera en la que estoy solo pero con colegas y promoviendo y ayudando a nuevos talentos.

-¿También harás funciones de productor de otros artistas?

-Sí. Estoy produciendo ya a una artista joven de Valencia que se llama Dann Gonzálezz, que creo que será una de las súper estrellas femeninas de nuestro país. Al igual que sigo trabajando con los que están en “Aristocracia”.

-La pandemia fue productiva, te dejó dos discos…

-Sí, en mi música hay un cambio marcado en el 2020, con la pandemia. Vivía en Los Ángeles y como estábamos encerrados, entonces decidí también hacer dos podcasts: “El salvoconducto” y “Sabor y control”, que era totalmente dedicado a promover a los beatmakers que se promueven poco, siempre están en la cónsola… En ese podcasts conocí a Un Tal Yupi y de ahí después nació el disco. Ha sido el mismo proceso de conexión con nuevos talentos 20 años después pero a través de otro vehículo, primero fue con la radio y ahora con los podcasts. Lo veo como un ciclo.

Me he visto mucho en estos años revisitando ese momento cuando comenzó esa esencia, cómo fue cuando comenzamos, que no había nada prometido, no había nada dicho, no había estructura, no había industria… Era un sueño. Y lo logramos todos. Tanto que nos convertimos –todos, incluyendo a los nuevos artistas- en el movimiento de rap más duro, en la pluma más dura. En el pop no somos los más duros de Suramérica, en la música tropical tampoco, en la electrónica tampoco. Somos buenos, pero no somos los más duros. Pero en el rap somos los mejores. Toda Suramérica nos admira por nuestra pluma pesada. Y eso lo hemos logrado sin apoyo de nadie, ni de los medios, ni de la radio, de nadie.

-Y eso se la logrado por…

-Por la pluma pesada…

-¿Cuál es tu definición de “pluma pesada”?

-Pluma pesada es que la letra, la poesía, viene de un lugar denso, heavy, inteligente, analítico, fresco, con flow, con rimas, con novedad, con seriedad, originalidad. Viene con una esencia que los otros países no logran dominar.

También creo que influye mucho nuestra ventana al Caribe. El elemento Caribe es muy importante dentro del rap y se ve en Puerto Rico, en Dominicana. Hay una esencia fresca, novedosa, que en el rap es muy fuerte. Tener el Caribe al norte y ser caribeños nos da una licencia muy especial.

También nuestro acento es muy internacional. No se marca mucho como en el rap español y en el argentino, en el rap venezolano por la esencia del acento puede volar…

-Se deja colar…

-Se deja colar… Y creo que influye nuestra herencia con el contrapunteo. Aunque no nos demos cuenta, aunque los raperos no escuchen contrapunteos, en Venezuela hay una esencia de improvisar desde muy lejos, muy marcada en nuestra cultura.

Pienso que lo difícil de la situación que hemos vivido nos ha hecho luchar y trabajar el doble. Y al trabajar el doble que los demás, al tener más resiliencia que los demás, el rap se vuelve más fuerte, más duro, más complicado. Y el que llega, llega por grande. Aunque a este movimiento nunca lo han querido apoyar.

El rap es el producto de eso y ha tenido éxito por eso. El movimiento del rap jamás ha debido de existir. Nadie creyó en el movimiento del rap cuando nace en el Bronx, en Nueva York. Nadie pensó que iba a durar. Nadie pensó que iba a ser el movimiento cultural más importante de este último siglo, que iba a cambiar todo, la moda, la manera de pensar, la música, el baile. El rap cambió todo.

-¿Con qué te encontraste a tu regreso, cómo ves el panorama musical ahora?

-Veo a una gente muy trabajadora. Veo a un venezolano muy emprendedor, que superó las dificultades y supo sobrevivir. Veo a una Venezuela echada para adelante.

Veo al hip hop totalmente desarrollado, ya están los chamos de 16, 17 años rapeando… Gente como Canserbero es una institución nacional e internacional. Cuando viajas por Uruguay, Argentina o Chile ves a chamos con franelas de Canserbero. Eso jamás se había visto. Veo un movimiento consolidado, sólido, al que lo único que le falta es un poco de integración para oficializarlo y para celebrarlo aquí en nuestro país. Y yo quiero contribuir con eso.

-¿Cómo crees que es tu contribución a eso a través de tu podcast?

-Haciendo una plataforma para darle voz a quienes no tienen plataforma. El rap aquí no suena en la radio, no suena en ninguna parte, solo suena en las casas de la gente. La radio no se ha atrevido a tener una programación sobre rap. A pesar de que somos número 1 escuchas la radio y quizás el rap apenas sea 5%. Es increíble, 3 Dueños no suena en ninguna radio. Ni Canserbero. Al menos no habitualmente. Akapellah suena puntualmente, pero no está en una programación oficial todavía. Y eso me parece que hace mucha falta.

El podcast “El salvoconducto” sirve para dar plataforma a los artistas. Creo que el formato del podcast es el futuro de las comunicaciones. Las comunicaciones antes de YouTube y el Internet estaban centralizadas en un cogollo donde había que pagar payola para entrar en la radio. Era absurdo el dominio de las radios a las que tenías que estar pagando payola y los raperos que no podían pagar no sonaban. Creo que el podcast es un medio disruptor en la movida y esto es mundial. Los canales de televisión ni saben qué hacer con esta situación. El podcast es un formato abierto, largo, donde te extiendes con el artista, donde de verdad hay un proceso de diálogo, de comunicación.

El futuro está en la comunicación, en la unión y en el poder debatir ideas. Estamos en un momento de ideas que combaten unas con otras y la única manera de combatir una idea estúpida es con una idea inteligente. Y eso sólo se puede lograr hablando tú a tú, en conversación. Es imposible hacerlo en los medios tradicionales porque no hay tiempo, porque hay comerciales, porque hay que pagar vainas…

-Además, ya prácticamente no existen aquí. Ese “poder” de los medios tradicionales se acabó…

-Se acabó hace tiempo. Y por eso los podcasts están agarrando más impulso, ahora cualquier artista que quiera salir tiene que estar en los podcasts internacionales. Igual vas a un programa de televisión y te quedas loco porque no saben quién eres, no te han escuchado… El podcast sí tiene esa amplitud.

-¿Fue cómodo para ti sentarte en el puesto de conductor de un podcast?

-Sí fue muy cómodo. Pero primero pasaron unos cinco años de estudio, de escuchar podcasts. No vengo como un paracaidista. He sido fan de los podcast como desde 2016, los he seguido, los escucho habitualmente y dije “este va a ser mi próximo pincel”. Igual que cuando escuché rap por primera vez y fui fan y luego empecé a aplicarlo a mi manera.

Ha sido sencillo porque dialogar se me hace bastante fácil si hablo de lo que sé. No me vas a escuchar hablando de cosas que no domino, hablo con mucha pasión de las cosas que conozco.

-Que es como debe ser…

-Sí, mucha gente habla güevonadas de lo que no sabe…

-En esta nueva temporada de “El salvoconducto” estás con invitados establecidos y alternas también con otros más jóvenes, ¿esa va a ser la tónica de ahora en adelante?

-Sí, totalmente. El primero es con Bostas, que me pareció lógico porque fue con él con quien comencé la movida, pero luego entra Akapellah, luego Chuchú Bermudas y voy dando distintos tonos para celebrar a estos protagonistas que han hecho que el rap venezolano sea el más serio de Suramérica.

-¿Quiénes son, en lo que has escuchado a tu regreso, los nombres del futuro del rap en Venezuela, los emergentes?

– Primero, raperos como Chuchú Bermudas, que es una de las plumas más pesadas que tenemos en Suramérica. Está Dann Gonzálezz, una artista a la que estamos impulsando y creo que es el futuro del rap femenino, tiene un potencial increíble. Y muchos más: todos los que están en “Aristocracia” son los que creo que tienen un gran futuro. Mi trabajo es impulsar a esta nueva ola.

• Locación: Cigar Lounge Bocanadas, CCCT