San Cristóbal en el valle de las auyamas
Con plétoras, que no frugal, copiosa y pantagruélica, como el apetito de oriundos y extraños que le hacen guiños a la gula sin reclamos, es la mesa, que sí, y sí, opípara del Táchira. Un acervo que hoy es tan conocido como el Páramo. La tierra de los grandes presidentes, de guáramo y charreteras, acuna a un pueblo que mastica y muerde sin indigestarse