Cultura

Estatua de Cristóbal Colón seguirá apuntando a América en Barcelona

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La estatua de Cristóbal Colón que está instalada, desde 1888, en el puerto de Barcelona seguirá señalando a América, después de que todos los grupos del Ayuntamiento de la ciudad hayan rechazado su retirada, propuesta por la formación anticapitalista CUP.

Esta coalición antisistema había planteado la sustitución de la estatua de Colón, al final de la famosa avenida de la Rambla, para colocar una obra alegórica de la resistencia de los pueblos indígenas y de los esclavos.

La de la estatua de Colón, que llegó a América el 12 de octubre de 1492, es una más de las polémicas que acompañan en los últimos meses algunos símbolos españoles en las calles de Barcelona y algunas de sus instituciones.

Así, el salón donde se celebran los plenos del Ayuntamiento dejará de llamarse de la Reina Regente, en referencia al retrato de la reina María Cristina de Borbón, para pasar a llamarse “Salón de Carles Pi i Sunyer”, en honor al primer alcalde elegido por sufragio universal masculino y femenino de la ciudad.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha argumentado que, para poner en evidencia la “dimensión colonial” del monumento a Colón “no hace falta sacarlo” y ha explicado que, este otoño, el Ayuntamiento ha programado dos conferencias de expertos y estudia señalizarlo y explicar sus esculturas.

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado la propuesta de la CUP de retirar esta estatua y la del empresario Antonio López, vinculado al tráfico de esclavos.

La CUP proponía también retirar las banderas españolas y los símbolos monárquicos que hay en las dependencias municipales, declarar laborable el 12 de octubre y pedir al Gobierno de la región de Cataluña que prohíba las concentraciones fascistas.

En julio de 2015, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que gobierna al frente de una coalición de izquierdas, decidió retirar el busto del rey Juan Carlos I (1975-2014) del salón de plenos, con el argumento de que ya no era el jefe del Estado español y porque ya había demasiada simbología monárquica en el ayuntamiento.

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