Deportes

Mujeres deportistas: testimonios de la discriminación en Venezuela

Son damas, atletas y se sienten marginadas. Pese a sus innumerables logros, las representantes femeninas del tricolor nacional aseguran que el sexismo es todavía frecuente en el ámbito donde se desempeñan

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FOTOGRAFÍA: Andrea Hernández

Adriana Carmona fue la primera mujer venezolana en ganar una medalla olímpica; Verónica Herrera ha contribuido para llevar a Venezuela hasta el cuarto puesto del Mundial de Fútbol sub-17, en dos oportunidades; María Soto fue la capitana de la primera selección nacional de softbol femenino que asistió a unos Juegos Olímpicos, en Beijing 2008; Astrid Rodríguez comandó al combinado nacional que se colgó el bronce en el Mundial de Beisbol en septiembre de 2016; y Roselis Silva lució en el Suramericano de baloncesto en mayo de 2015 cuando las criollas se quedaron con el subcampeonato.

Todas tienen en común más que sus destacados logros deportivos. Durante su trayectoria han debido afrontar episodios de sexismo y coinciden en que, en Venezuela, el deporte femenino aún es discriminado.

Adriana Carmona: “Hasta mi familia dudaba”

Carmona fue la primera mujer nativa en subirse a un podio olímpico. Lo hizo primero en Barcelona 1992, con bronce, cuando el taekwondo era todavía un deporte de exhibición; y en Atenas 2004, con bronce, nuevamente, cuando ya era considerada una disciplina oficial. La oriental cuenta que el inicio de su camino sobre el tatami fue complicado, debido al prejuicio que existía en torno al deporte femenino, incluso en su círculo familiar.

“Mi inicio en el taekwondo no fue fácil. Al comienzo, incluso mi familia dudaba. Fue con el tiempo, cuando demostré mis condiciones y talento, que comenzaron a creer en mí”, relata.

Considera que la discriminación ha disminuido en el país auqnue advierte que no está extinta. “Todavía hay, no como antes, pero hay. El problema radica en la falta de apoyo que existe hacia las mujeres. Es necesario desarrollar campamentos, fundar escuelas y realizar actividades que las involucren desde niñas, para captar así nuevos talentos, y cambiar la opinión de muchos”.

Asegura que los medios de comunicación juegan un papel fundamental para romper paradigmas. “Es necesario que la prensa, radio y televisión apoye con más transmisiones al deporte femenino. Las mujeres venezolanas son grandes trabajadoras y atletas y es importante mostrarle eso al público que no lo sabe”.

Carmona preside actualmente el Instituto Autónomo de Deportes de Guanta, en Anzoátegui. Considera que la incursión de más mujeres en la gerencia deportiva podría ser positiva. “Como dirigente trabajo en pro del desarrollo de las atletas femeninas. Que más deportistas apostaran por este ámbito, daría un impulso importante al género”.

Verónica Herrera: “La FVF debe integrar a las niñas”

Su juventud y carisma la han convertido en la voz de las futbolistas femeninas. Con tan sólo 17 años de edad, Verónica Herrera llevó a Venezuela al cuarto puesto de dos mundiales de su categoría: Costa Rica 2014 y Jordania 2016.

Desde su experiencia, comenta que, en el fútbol, el tratamiento de hombres y mujeres no es igualitario.

“Nuestra preparación para Jordania fue bastante satisfactoria, pero ha podido ser mejor. Lamentablemente, aún existe un poco de discriminación con respecto a las selecciones masculinas”, asegura.

“Cuando regresamos del mundial, ninguna autoridad nos esperaba en el aeropuerto. Llegamos y nos fuimos a casa con nuestras familias. Nadie nos contactó ni nos explicó el por qué de su ausencia”.

Sostiene que esta situación debe solucionarse desde el fútbol base. “La Federación Venezolana de Fútbol debe ser más activa a la hora de integrar a las niñas al fútbol. Debería exigir que cada club juegue con al menos una niña en cancha, y que tengan un equipo sub-15, que garanticen un mejor nivel de juego”.

“Estamos aún lejos de los países que son potencia, y que tienen ligas femeninas totalmente profesionalizadas. Si se trabaja en estos aspectos, podemos, poco a poco, evolucionar, competir de forma más pareja y traer medallas”.

María Soto: “Ser subestimadas nos hizo más fuertes”

La eterna capitana del softbol femenino en Venezuela también vio de frente la discriminación en su disciplina por muchos años. Pero, lejos de intimidarse, se plantó fuerte para combatirla.

“El inicio del softbol en el país no fue fácil. Al comienzo ni siquiera éramos inscritas en los campeonatos, porque no nos consideraban capaces. Pero eso, más que malestar, nos forjó el carácter y nos llenó de fortaleza”, rememora Soto, quien integra también la Comisión de Atletas de la Confederación Internacional de Beisbol y Softbol.

“Cuando clasificamos a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, dejamos claro que teníamos talento y comenzaron a vernos distintos; sin embargo, todavía existe una brecha que debe cerrarse para consolidar de verdad la igualdad de género en el deporte venezolano”.

Considera que tener más espacios gerenciales puede potenciar el rol femenino. “Es necesario que las instituciones tomen conciencia sobre nuestro aporte a la sociedad. Si más mujeres dirigieran asociaciones, clubes o federaciones, podríamos llevar la rama femenina a lo más alto, brindando oportunidades a muchas más para desarrollarse en su disciplina. El beneficio no puede ser para unas cuantas”.

Asegura que el reconocimiento se consigue con resultados. “Debemos trabajar para que nuestros logros hablen por sí solos. Si queremos estar a la par, debemos trabajar a la par, para ser valoradas por nuestra contribución, y no sólo por nuestra condición de mujeres”.

Astrid Rodríguez: “En beisbol sólo se apoya a los hombres”

Sí, Venezuela tiene una selección femenina de beisbol. Pero no es todo, fue la tercera del mundo en el último torneo universal. Comandado por la lanzadora Astrid Rodríguez, el combinado nacional exhibe la mayor dificultad de las peloteras venezolanas: la falta de espacios para el desarrollo de las bases.

“Desde pequeña siempre he escuchado la misma frase: las mujeres no juegan beisbol. Esa fue la razón por la que, de niña, tuve que jugar en equipos de varones por muchísimos años”, relata la serpentinera, nativa de Caracas.

“Cuando llegué a la categoría junior, tuve que retirarme, porque no había equipos de adultas. Es muy difícil seguir tus sueños, si no confían en ti”.

Sin embargo, una iniciativa de la dirección de deportes del Gobierno de Distrito Capital, le brindó esperanza y un espacio para desatar sus anhelos y concretar sus logros.

“Regresé al beisbol hace muy poco. Entre el nuevo equipo caraqueño y jugadoras del resto del país, armamos la selección nacional que defendió nuestra bandera en el último mundial. Los demás países se sorprenden con lo mucho que Venezuela ha avanzado en este deporte, pese a no tener ligas femeninas consolidadas, como otras federaciones, que compiten todo el año”.

Considera que los medios de comunicación juegan un papel vital en la promoción del deporte femenino. “Es necesario que los medios incrementen la transmisión de partidos de mujeres, pero no sólo de beisbol, también de fútbol, y de todas las disciplinas donde tengamos una representante. Sólo así, todos sabrán que damos la talla en el exterior, y se sentirán orgullosos de nosotras”.

Roselis Silva: “El deporte no es un espectáculo de licras”

Integrante de la selección femenina de baloncesto y actual ficha de la Liga Española de la disciplina, Roselis Silva asegura que la discriminación del deporte femenino no es una exclusividad de Venezuela. Critica la inadecuada promoción de deportes como el voleibol o baloncesto, y afirma que el sexismo es un problema cultural.

“La discriminación hacia las atletas se ve en todo el mundo, no sólo en nuestro país, aunque en Venezuela estemos más atrasados con respecto a este tema. Cuando estamos pequeñas, en los colegios, el único deporte que le enseñan a la niñas es el voleibol, y nos hacen creer que los demás son sólo para hombres”, señala.

“Es un problema cultural. Afortunadamente la gente ha abierto su mente, y ahora muchas madres permiten que sus hijas incursionen en otros deportes a corta edad, lo que es fundamental para su desarrollo”, asegura. “Cuando la sociedad está muy cerrada al tema, nosotras mismas terminamos menospreciándonos. Por eso es fundamental que cambiemos nuestro modo de ver los deportes con chicas”.

Hace referencia al trato que reciben ciertas disciplinas por parte del público. “Es irrespetuoso que muchos hombres vayan a ver voleibol o baloncesto sólo porque quieren ver licras. Así como es inadecuado pensar que una chica con short y camiseta es lesbiana. ¿Cuántos hombres y mujeres homosexuales viven sin practicar deportes? No podemos pensar que una disciplina determina tu orientación sexual, y mucho menos juzgar a nadie por sus preferencias”.

La atleta, periodista de profesión, asegura que los medios de comunicación tienen el poder de cambiar esta visión del deporte femenino. “La gente vive en las redes sociales. Si los medios aprovechan esta herramienta para luchar contra los prejuicios, con transmisiones y más información y resultados, habrá cambios importantes”.

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