Con esta victoria, Brady disputará su noveno Super Bowl y su tercera final consecutiva después de haber ganado el título en cinco ocasiones.
“Prórroga, en la carretera, contra un gran equipo… Ha sido un partido increíble, estoy cansado”, dijo el eufórico mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra tras su penúltima gesta.
Y es que, a pesar de sus 41 años de edad, Brady sigue dando la razón a los que lo señalan como el mejor jugador de fútbol americano de todos los tiempos.
Bajo un ambiente gélido, fuera de casa y ante el mejor equipo ofensivo de la liga, Brady gritó presente desde el comienzo, dando una ventaja de 14-0 a los suyos al descanso.
Pero enfrente, los locales, liderados por su joven mariscal de campo Patrick Mahomes, revirtieron la situación en un choque lleno de decisiones arbitrales controvertidas y, con un parcial de 24-14 en el último cuarto, llevaron el choque a la prórroga.
Allí, Brady no tuvo piedad y lideró la marcha decisiva para la anotación de carrera de Rex Burkhead, que dejó sin opciones a los Jefes y a Mahomes de poder contestar la jugada.
El quarterback de los Patriotas lanzó para 348 yardas (30 pases completos en 46 intentos) con 1 pase de anotación y 2 intercepciones mientras el corredor de poder Sony Michel dejó su impronta con 29 carreras, 113 yardas terrestres y 2 anotaciones. Fue su noveno triunfo número en los Campeonatos de la Conferencia Americana de la NFL.
Por los locales, el joven Mahomes, de 23 años de edad y uno de los favoritos a hacerse con el premio al Jugador Más Valioso de la temporada, demostró por qué es el futuro de la liga con 3 touchdowns y 295 yardas aéreas (16 pases completos en 31 intentos).
“Sin palabras”
Ahora, Nueva Inglaterra luchará por el título el 3 de febrero en Atlanta frente a los Carneros de Los Ángeles, quienes despacharon unas horas antes a los Santos por 26-23 con un gol de campo en la prórroga.
El equipo californiano fue por detrás en el marcador a lo largo de todo el encuentro, pero lo igualaron con una anotación de tres puntos en los compases finales para forzar el tiempo extra y, ahí, el mariscal de campo local Drew Brees fue interceptado y el pateador visitante Greg Zuerlein no erró un pateo de 57 yardas.
“Increíble. No encuentro las palabras”, dijo un emocionado Jared Goff, quarterback de los Carneros, tras la contienda.
Los Santos, en un gran comienzo de su mariscal de campo, tomaron una rápida ventaja de 13-0 en el primer cuarto para el júbilo generalizado de los miles de aficionados que se dieron cita en el Superdome de Nueva Orleans.
Sin embargo, los Carneros no bajaron los brazos y recortaron distancias de la mano de Goff, su joven quarterback de solo 24 años de edad, que puso el marcador 13-10 al descanso.
Tras varios intercambios, Zuerlein anotó a falta de pocos segundos para el final para poner el 23-23 en el marcador y volvió a erigirse como héroe de los suyos en la prórroga con otra anotación muy lejana, para hacerse con el campeonato de la Conferencia Nacional de la NFL.
“Probablemente nunca nos recuperemos de esta derrota”, aseguró el técnico de los Santos, Sean Payton, tras quejarse por una polémica decisión arbitral al final del tiempo regular, en la que hubo una clara interferencia defensiva de Los Ángeles pero los jueces no la señalaron, lo que cambió el rumbo del juego.
Brees terminó con 249 yardas de pase, 2 touchdowns y 1 decisiva intercepción mientras Goff finalizó con 297 yardas aéreas, 1 touchdown y 1 intercepción.
De esta forma, el técnico Sean McVay, de 32 años de edad, se consolida como uno de los nombres propios de la NFL y será el entrenador más joven en dirigir a un equipo en el Super Bowl.]]>