Los presos mimados del Gobierno y de Iris Varela
Desde Barinas hasta Nueva Esparta, la geografía venezolana está cruzada por cárceles y encarcelados que hicieron del encierro un negocio y la base de su liderazgo. En sus centros de reclusión, rigen, diseñan crímenes, venden drogas y hasta rumbean. Adentro y afuera, celebran —whisky en mano— sus reinados de terror al ritmo que ellos tocan, mientras el gobierno ameniza las funestas comparsas