El deportista venezolano, César Baena, fue acusado en Australia por asalto común, tras protagonizar un altercado en la embajada de Venezuela en ese país, que debió cerrar sus puertas debido a la falta del pago del alquiler de la casa donde estaba la legación diplomática.
Un antiguo voluntario olímpico, atleta y revolucionario confeso alentó la aventura del “peor esquiador de todos los tiempos”, como lo bautizaron en las redes sociales, luego de su fallida actuación en el Mundial de Lahti. Su nombre vuelve a sonar unos cuantos meses después: su defensa por "la soberanía" de Venezuela lo llevarán a ser procesado por la justicia australiana el próximo 26 de septiembre, tras golpear en la cara al dueño de la casa donde está ubicada la embajada venezolana en Australia.
La embajada venezolana en Canberra se encuentra cerrada “por razones técnicas”, después de que ocurriera un episodio que involucra a César Baena, el entrenador del llamado “peor esquiador del mundo”, por golpear en la cara al dueño de la casa donde se encuentra la legación diplomática.
Cuando alguien pudiera pensar que nació en el lugar equivocado, hay casos que reflejan cómo eso no es impedimento. Estos cuatro deportistas venezolanos tienen historias de película: un guajiro con discapacidad triunfa en la nieve, un caraqueño impone récords de esquí, un banquero se transfigura en atleta y un muchachito de Monagas hace hoyo en uno
El hombre detrás del “peor esquiador de todos los tiempos” reaparece para solicitar un derecho a réplica a El Estímulo por la serie de artículos de febrero pasado sobre la participación de Adrián Solano en el Mundial de Esquí Nórdico. Lo hace acusando al ex embajador de Venezuela en Australia de estafador, negando haber recibido divisas de CANTV y asegurando que el Ministerio del Deporte y el IND están “envueltos en corrupción”
Un esquiador venezolano fue noticia este jueves por su fallida participación en el Mundial de Lahti, Finlandia, y por la decisión de la canciller Delcy Rodríguez de rescatar un incidente migratorio de hace más de un mes, justo cuando probablemente el maracayero hubiera querido pasar más de bajo perfil.