El vicepresidente del Área Económica, Ramón Lobo -el cuarto que ha tenido el gobierno de Nicolás Maduro en casi cuatro años de gestión- aseguró este jueves que las monedas y los billetes del nuevo cono monetario se verán finalmente en las calles durante el mes de marzo.
Sobre el mostrador de una cafetería en el este de Caracas un hombre, con total indiferencia, pone un fajo con doscientos billetes de diez bolívares y le dice a la vendedora: "cóbrate". La pila de billetes para pagar un par de cafés es el guiño de la inflación en Venezuela.
Los cálculos, presentados por el diputado José Guerra, están basados sobre la propuesta de actualizar el cono monetario de forma que el billete de máxima denominación pase a ser el de Bs 1.000.
La cantidad de circulante sigue creciendo a la velocidad con la que el Banco Central de Venezuela imprime dinero inorgánico (sin respaldo) y en septiembre 10.255,2 millones de monedas y billetes inundaban la economía venezolana, 2,1 veces o 110,2% más que en igual período de 2013.
La asistencia crediticia del Banco Central de Venezuela a Pdvsa ha expandido la base monetaria y con ello se disparó la demanda de bienes y servicios. Sin embargo, la poca oferta ha impulsado la inflación y el BCV se ha visto obligado a imprimir más billetes de la mayor denominación, inundando el mercado.