¡Mijo, tráigame uno de Juan Gabriel!
Asocio a Juan Gabriel con un día: el sábado y con una inolvidable borrachera de mi madre, la única en la que tuve que ayudarla a abrir la puerta del edificio, previa vomitada en las macetas del pasillo.
Asocio a Juan Gabriel con un día: el sábado y con una inolvidable borrachera de mi madre, la única en la que tuve que ayudarla a abrir la puerta del edificio, previa vomitada en las macetas del pasillo.