Novak Djokovic y los reproches de un campeón
Cuando un atleta está en su apogeo, solo sabemos de él dos veces: cuando se titula y cuando cae. Normalmente, el último punto hace más ruido pues es el que nos señala una verdad ineludible que de a ratos se disipa: somos humanos. Subir y bajar es parte de nuestra naturaleza, pero en el caso de Novak Djokovic, es algo que va más allá de ceder en un encuentro. Luego de un lustro compitiendo al más alto nivel, el serbio confesó perder algo de tranquilidad en la pista, como parte de una segunda mitad poco exitosa sin títulos de Gran Slam y una despedida prematura en Río.