Desde que iniciaron las protestas opositoras en abril, las autoridades han detenidos al menos 123 miembros de la Fuerza Armada Bolivariana por cargos que van desde traición y rebelión hasta robo y deserción.
Se llenaron las cárceles o anexos militares. Ya no hay dónde meter más detenidos bajo cargos de rebelión, así que algunos han sido enviados, por los tribunales castrenses, a cárceles comunes. Además hay otros que permanecen bajo arresto en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y en la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim).
Él es un general del Ejército venezolano. Respondió a mi artículo anterior “En que anda ocupada la FANB”. Lo respeto y aprecio más allá de ser un buen oficial. Puedo dar fe de que es un hombre inteligente, crítico y partidario de defender al Gobierno. Como es lógico no puedo publicar su nombre ya que está prohibido por orden expresa del Ministerio de la Defensa que algún oficial declare sin autorización previa del titular castrense y del Comandante en Jefe de la Fuerza Armada.
Ya resulta innegable la pésima imagen de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Lo que alguna vez fue una de las instituciones más respetadas del país, hoy es, con razón o sin ella, fuertemente cuestionada. Los militares ya no quieren exhibirse en lugares públicos, en reuniones sociales o familiares, fuera de los cuarteles, con el uniforme. Son varias las razones. La más evidente es haberse involucrado en la diatriba política, que tiene polarizado al país. Sí, Hugo Chávez la visibilizó, la involucró con aquello de “pueblo y FANB”, logró que tuvieran derecho al voto, pero la sumergió en actividades proselitistas.