Civetchi o la expropiación de una empresa mixta que nunca existió
Una deuda cercana a los 270 millones de dólares, una junta interventora que terminó cometiendo los delitos que impulsaron su constitución, y un Estado cuasi quebrado que sigue sumando fracasos, forman parte de la historia de una ensambladora con muchos interesados y pocos dolientes. Del complejo caso de la automotriz Civetchi seguramente serán muchas las interrogantes que nunca serán respondidas. Pero lo que sí queda claro es que el gobierno de Nicolás Maduro sumó a su lista de fracasos una empresa mixta que nunca existió, y cuyo futuro es tan incierto como la mayoría de las cientos de compañías que tomadas por el Estado, que han quedado en intentos fallidos.