Katherine Haringhton, la fiscal que se quedó con las ganas
La ex fiscal vigésima con competencia nacional trazó su hoja de vida profesional como una de las acusadoras más diligentes en sellar trágicamente el destino de decenas de venezolanos opuestos al régimen. Fue la cancerbera de Rodolfo González, “el aviador”, quien poco después se quitó la vida como consecuencia de su encierro. Y es que el pudor son sólo cinco letras para la abogada que no logró hacerse con el cargo de Luisa Ortega, ni dentro de una maleta ni por designio de la Constituyente