Los malandros las prefieren de alto calibre
Alto poder de fuego, rapidez para el disparo, letales. En Venezuela circulan millones de armas ilegales. Los delincuentes controlan arsenales procedentes de cuerpos uniformados, procurados por negocios turbios o por raterías sangrientas. Estadounidenses, austríacas, rusas o italianas. La nacionalidad no importa, solo su capacidad mortal