El Plan Conejo diseñado por Freddy Bernal, en su nuevo cargo de Ministro de Agricultura Urbana, es una de las propuestas del gobierno de Nicolás Maduro para hacer frente a la “guerra económica”. Expertos lo consideran desacertado. Para cubrir las proteínas que necesita una familia en un año, se necesitan 1.080 animales.
El marqués de Condorcet, perseguido y proscrito por el régimen del terror de la Revolución Francesa, se enfrentó al desaliento y a la desilusión por el camino torcido que había tomado la revolución por la que él con tanto entusiasmo había luchado, escribiendo uno de los grandes monumentos a la fe en el progreso de la humanidad: Esbozo de un cuadro histórico del progreso del espíritu humano, publicado en 1794.
Aunque parezca increíble, el gobierno ha lanzado un nuevo plan alimenticio para tratar de calmar el hambre de un pueblo carente de comida. Es un intento más de esta caricatura de ensayo y error que unos amateurs de las políticas públicas han venido poniendo en práctica en Venezuela.
El gobierno de Nicolás Maduro, muuuy preocupado por ofrecer soluciones al pueblo, en lo que alimentación respecta, acaba de lanzar el novedoso “Plan conejo”, para contrarrestar los efectos de lo que se empeña en calificar como una “guerra económica”, una guerra que ha perdido tantas veces, como lo hiciera en su momento el coronel Aureliano Buendía con otros conflictos del realismo mágico, pero en Cien Años de Soledad.
Como una burla calificó este miércoles el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, el anuncio que dio Nicolás Maduro en cadena de radio y televisión en la que su gobierno impulsará un plan para la cría de conejos en las zonas populares de las ciudades del país y que estará dirigido por Freddy Bernal.