Venezuela

Plan "Conejeo"

El gobierno de Nicolás Maduro, muuuy preocupado por ofrecer soluciones al pueblo, en lo que alimentación respecta, acaba de lanzar el novedoso “Plan conejo”, para contrarrestar los efectos de lo que se empeña en calificar como una “guerra económica”, una guerra que ha perdido tantas veces, como lo hiciera en su momento el coronel Aureliano Buendía con otros conflictos del realismo mágico, pero en Cien Años de Soledad.

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conejo

En vez de pegar el grito en el cielo o de comprar los chistes instantáneos que proliferan en torno a los conejos –como en el mundo de los dibujos animados-, le metimos el ojo a la propuesta e investigamos un poco más para ver qué tan descabellada es la idea. Como en toda leyenda urbana, hay algún fundamento cierto en el origen de la brillante idea de criar conejos, sólo que no en la forma en que los magos del discurso chavista han sacado el tema de sus gorras rojas.

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Hasta la FAO (La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (ha fomentado su cría como una alternativa para mejorar la producción de proteínas animales en países pobres. Es verdad que la FAO está muy desacreditada entre los venezolanos -especialmente desde que endosó, avaló y elogió las mentiras de la fraudulenta política alimentaria del chavismo que se basó en importaciones masivas de comida a cambio de los movedizos petrodólares-, pero en esa organización hay también científicos serios.
De hecho, en una especie de mea culpa, en abril la FAO advirtió en su informe anual que la Venezuela de Maduro está en mayor riesgo de una aún más seria crisis alimentaria.
Volviendo a lo de la cría, o cunicultura, según el Journal of Animal Production Advances, en un trabajo de Nistor E. Bampidis V. A.; Păcală N., Pentea M;, Tozer J. and Prundeanu H. sobre los nutrientes que contiene la carne de conejo comparada con la de pollo, res y cerdo, conseguimos que el tierno animalito bien vale una misa, es decir una buena cazuela:

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Su carne es una rica fuente de proteínas, amino ácidos esenciales, complejo B, vitaminas minerales, fósforo, calcio y otros compuestos bioactivos, además es recomendada por nutricionistas por encima de otras especies de animales de granja porque sus proteínas son de alto valor biológico.
La blanca y tierna carne oculta bajo esa alfombra de pelos es además baja en colesterol y alta en ácido linolénico (un tipo de grasa Omega 3 muy útil para los procesos del sistema nervioso, inmunológico, fabricación de hormonas y hasta para la visión).
El estudio mencionado incluyó pruebas con carnes de conejo, pollo, res y cerdo, cometidas a análisis químicos de humedad, proteína, grasa, fósforo, sodio, entre otros componentes.  He aquí resultados interesantes:
La carne de conejo es más rica en calcio y fósforo que la de otros cortes y más baja en grasa y colesterol.
La carne de res resultó más alta en colesterol, casi el doble que la del conejo.
Por lo tanto, el gobierno no está tan errado en lo que al incentivo de comer carne de este lindo mamífero roedor respecta.

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De hecho, no se trata de ninguna carne exótica: debido a nuestra herencia mediterránea -su consumo es práctica común en España e Italia y Portugal- es común encontrar sus preparaciones en los comederos campestres de las afueras de Caracas o en restaurantes del centro del país, especialmente de Aragua y Carabobo (donde se asentaron en su momento centenares de familias canarias y gallegas).
Si hasta el término «hispania» significa «tierra de conejos» según algunos autores. Por lo que es común encontrar infinidad de recetas venidas de la madre patria que nos parió y que nos multiplicó por toda América.
Sin embargo, una cosa es consumirlo y otra muy diferente es criarlo.
Por ejemplo, en el portal Red de Multiservicios Regionales del Perú, encontramos información práctica para su crianza. La verdad es que, el gobierno venezolano no se equivocó, porque según la literatura especializada, además de lo nutritiva que es su carne, la reproducción es bastante rápida, sus pieles y cueros pueden venderse para fabricar carteras y pantuflas (así que un arrojado emprendedor puede experimentar hasta con las patas de conejo en forma de llaveritos de la suerte).

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Alimentar a estos bichos, eso sí, requiere de buenos pastos y residuos de cosechas; además de un caro pienso llamado en Venezuela “conejarina”, que según empresarios del sector ya se ha dejado de producir por aquí.
De hecho esa costumbre de Bugs Bunny de andar por ahí mordisqueando una zanahoria ha llevado a la gente a pensar que en efecto esa es la dieta básica del conejo. Afortunadamente no es así, porque en esta Venezuela socialista un kilo de zanahoria vale tanto como un día de trabajo a salario mínimo, con tickets de alimentación y todo.
Pero como la calidad del estiércol arrojado por las conejeras es bueno como abono para el suelo, quien quiera ir más allá puede hasta integrar su propio conuco endógeno casero, que optimizará sus cosechas en materos o en algunos metros cuadrados del patio.
Esta página especializada también ofrece información referente a la crianza en jaulas, que -si prospera la nueva gran idea del chavismo- sería la alternativa de explotación a pequeña escala para quienes vivimos en las ciudades de esta Venezuela que avanza arrodillada en tierra a paso de derrotados hacia el empobrecimiento general.
Es fama que en Cuba, en la época del “Período Especial”, muchas familias se vieron obligadas a criar sus propios cerdos en azoteas, balcones y baños, para redondear el chicharrón que acompañara a los “moros y cristianos”.
Hubo un tiempo, según las crónicas, en que había que cortar las cuerdas vocales de los puercos para que sus chillidos no alertaran a las autoridades sanitarias de La Habana, dispuestas a frenar el desborde porcino.
Menos mal que el conejo es un animalito silencioso y discreto. Apenas hace bulla en el agitado momento del apareamiento.

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La web peruana que hemos encontrado recomienda que la crianza de los conejos se haga jaulas individuales por las siguientes razones:
1. Mayor control de su reproducción.
2. Mejor control sanitario (limpieza, desinfección y menores riesgos de contagios).
3. Evitar que otros animales los maltraten, lo que ocurre frecuentemente con los perros u otros depredadores. Así que si usted tiene en casa perros y gatos, prepárese porque le toca otro gasto más de mantenimiento.
Usted decide: perro, gato o conejo. Aunque pensándolo bien, los dos primeros también los puede consumir si las cosas siguen como van.

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Los chinos –buenos aliados del chavismo- los consumen como exquisiteces y seguramente asesorarán a nuestro preocupado gobierno para que dejemos de ver a nuestras mascotas como tiernas y las empecemos a ver como lo que son: alimento, porque… “todo lo que se mueva se come”, dirían los asiáticos.
Solo hay dos detalles: si vivo en la ciudad, ¿de dónde saco los pastos y residuos de cosecha y dónde compro las vacunas para prevenir la salmonelosis y yersiniosis que pueden transmitir los conejos?
Si hoy en Venezuela ni siquiera hay vacunas suficientes para las mascotas tradicionales, ni para los pollos de granja (que dicho sea de paso son la fuente de proteína animal más barata), qué haremos con estos animales.
La crianza de estos pequeños mamíferos es muy delicada, advierten especialistas. Requieren cuidados permanentes, ya que son propensos a contraer enfermedades ambientales y alimentarias, como gripes o parásitos e infecciones a través del pienso que le tenemos que suministrar constantemente.
Las vacunas existentes en el mercado son costosas: el frasco de 100 dosis para inmunizar un plantel tiene un costo de 99 USD (Bs. 2.298.635) y el de cinco frascos de 100 dosis en 300 USD (Bs. 6.965.562).

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Para que lo entiendan mejor, cada dosis cuesta 13.931. Si usted en su familia, o en alianza con los vecinos del condominio tiene varios conejos, para lograr economías de escala, pues tendrá que tener varias dosis a la mano.
Por eso, resultaría más barato comprar carne de pollo a precios del mercado libre.
Advertencias
Investigando un poco más en el ciberespacio, varios portales con documentos sustentados dedicados al tema aclaran que no todos los veterinarios están especializados en conejos, por lo que hay que saber buscar bien para contar con uno que nos pueda ayudar en caso de crisis.
Y una buena crisis puede barrer el plantel de una conejera en cuestión de horas.
También hay que tener en cuenta que los conejos aptos para consumo son los de las razas: Nueva Zelanda, Rex, California y Gigante de Flandes. Algunos foros advierten que su temperatura ideal de crianza debe oscilar entre los 10 y 20 grados y se debe evitar la humedad para prevenir problemas respiratorios. Esto es importante para todos nuestros lectores que viven en lugares con temperaturas que llegan a los 30 y 40 grados y estén considerando sumarse al plan del gobierno.
Si aun así, para usted luce interesante hacer la inversión porque realmente tenemos que buscar opciones que ayuden a mejorar nuestra calidad de vida, aquí dejamos algunos números de cuánto nos sale criar conejos en casa a los precios de las próximas 72 horas (justamente la hiperinflación que pulveriza el salario cada día deja a la gente sin opciones para comprar proteínas animales en el mercado):

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• Precio de un conejo para matriz de cría: oscilan entre los 5.000, los 20.000 y los 35.000 Bs
• Comedero: entre Bs 13.000 y Bs 25.000
• Bebedero: Bs 69.200 aunque hay unos más sencillos en 18.000 y 28.000 (estos es un factor muy importante, los conejos sólo deben beber agua debidamente filtrada)

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• Si le parece cuchi criarlos desde que son pequeñitos, el tetero le cuesta: Bs 85.800
• Vacunas preventivas: Bs 2.298.635 (las tiene que importar porque aquí no encontramos un proveedor).
• Libro guía de crianza de conejos: Bs 25.000

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Asumimos que esta opción es para el pueblo que tan afectado se ve con la supuesta “guerra económica del imperialismo”.
Lo único que no nos cuadra es que si ganamos salario mínimo de Bs 136.544, ¿cómo podremos costear esta inversión?
A menos que los bancos del gobierno fomenten y otorguen préstamos masivos para “conejos” y faciliten la inversión para una mejor alimentación.

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Y a menos que el inefable funcionario Freddy Bernal, jefe de los comités de racionamiento llamados eufemísticamente CLAP, genere un plan “Misión conejeo”, que provea de todos los implementos a precio revolucionario y solidario.
Esa iniciativa debería incluir un tutorial donde él mismo, desde su hermosa casa nos enseñe cómo criar correctamente los conejos para poder saciar el hambre que abunda en Venezuela y se multiplica como roedores.

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