El Guaire se quedó podrido
Cuando el río que atraviesa Caracas sirvió para esquivar gases lacrimógenos, el país recordó sin vacilaciones cómo su saneamiento todavía es una fantasía y una estafa más del chavismo
Cuando el río que atraviesa Caracas sirvió para esquivar gases lacrimógenos, el país recordó sin vacilaciones cómo su saneamiento todavía es una fantasía y una estafa más del chavismo