El “re-arreglismo”
Todos a estas alturas en Venezuela conocemos la historia de la rana que se cocina lentamente en agua tibia hasta que muere, en contraposición a la rana que salta cuando la lanzan en la olla de agua hirviendo. Me desesperé cientos de veces al escuchar a tanta gente decir —como si se tratara de una gracia— que “estamos como las ranas en agua tibia”, sabiendo que el final de la historia es el final, precisamente.