El total de muertes confirmadas por las autoridades en nueve estados de Estados Unidos ahora es de al menos 47 muertos. En Ohio, los accidentes de tráfico relacionados con este mal tiempo acabaron con la vida de nueve personas
La capital de EE.UU., Washington D.C., funciona hoy a media marcha pese a que la tormenta invernal Stella ha golpeado el área menos de lo esperado y ha sido más suave que en otras ciudades del noreste, como Nueva York o Filadelfia.En la mayor parte del área metropolitana de Washington, que incluye los suburbios de Maryland y Virginia, la acumulación de nieve ha sido de entre 2 y 7 centímetros, aunque en algunos condados más alejados de la capital ha llegado hasta los 12.La nieve de Stella comenzó a caer el lunes por la noche, acompañada de temperaturas gélidas y seguida de fuertes lluvias, una combinación peligrosa que hizo que carreteras y aceras amanecieran cubiertas de hielo y nieve húmeda.Los empleados del Gobierno entraron al trabajo tres horas más tarde, mientras que en otras instituciones y empresas se dio la posibilidad de librar o trabajar desde casa, debido al cierre de numerosas escuelas del área, las carreteras deslizantes y los retrasos en el transporte público.En Maryland y en el norte de Virginia se han registrado 125 choques de automóviles debido al hielo y la nieve húmeda en las carreteras, aunque ninguno fue de gravedad. En los dos estados se ha declarado estado de emergencia, igual que en Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania.Stella ha dejado sin electricidad a más de 10.000 personas en el área de Washington, la mayoría en el condado Charles de Maryland.Entre otros servicios afectados por el fenómeno están las atracciones turísticas de Washington: los museos de la Institución Smithsonian abrieron más tarde, a mediodía, mientras que el Zoo Nacional permanecerá cerrado todo el día; el subway de la capital, que sí abrió a su horario habitual, 5:00 a.m., pero funciona con un ritmo sabatino al igual que los autobuses urbanos; y los aeropuertos de la ciudad (Reagan, Dulles y Baltimore), que han cancelado casi 8.000 vuelos a nivel nacional.El Servicio Meteorológico Nacional prevé que siga lloviendo este martes en el área de Washington, precipitaciones que podrían convertirse en nieve a lo largo de la tarde.La tormenta Stella es la primera de un invierno inusualmente cálido en el área de Washington, sin embargo, las autoridades alertaron con antelación a los ciudadanos para que estuvieran preparados para una gran tormenta y evitaran todo desplazamiento que no fuera imprescindible.El presidente de EE.UU., Donald Trump, se reunió este lunes en la Casa Blanca con la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, para abordar los preparativos de la ciudad ante la tormenta.
Millones de personas de la costa este tratan de volver este lunes a la normalidad, con el transporte público, carreteras y aeropuertos seriamente afectadas por la tormenta de nieve.
Jerusalén se prepara ante la posibilidad de quedarse aislada mañana por un temporal de frío que azota la región y que ya ha dejado fuertes lluvias y nieve en algunos puntos de la ciudad santa, con previsión de que la situación empeore durante la jornada.
Las víctimas se han registrado en los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Virginia, Delaware, Tennessee, Kentucky, Maryland, Carolina del Norte, Pensilvania y Ohio.
Además de los 7.000 vuelos cancelados durante el fin de semana debido a la tormenta invernal que azotó al este de Estados Unidos, las aerolíneas comenzaron a reducir su servicio para el lunes debido a las repercusiones del fenómeno climático. En total hay 615 vuelos del lunes ya cancelados, de distintas aerolíneas, pero la agencia FlightAware vaticinó que la cifra aumentaría.
Una gran tormenta de nieve y fuertes vientos paralizó este sábado diez estados de la costa este de Estados Unidos y dejó al menos 18 muertos, decenas de heridos y centenares de personas atrapadas durante horas en las carreteras.
La gran tormenta de nieve y fuertes vientos que paraliza desde ayer la costa este de Estados Unidos se intensificó hoy en diez estados y amenaza a Nueva York y Nueva Jersey, donde se temen acumulaciones históricas e inundaciones.