Jackson Heights, en Queens, donde las calles huelen a tortillas, cilantro y carne asada, es territorio hostil al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
Las excusas para no atenderme comenzaron apenas escucharon que hablaba español. “ He speaks mexican..” , logré escuchar que se justificaba un norteamericano blanco de unos 60 años en un olvidado pueblo de Tennesse. Todo hacía indicar que éste mesero, que se negaba atender a quienes “hablaban mexicano”, representa a uno de los estereotipos del estadounidense que apoya a Trump: hombre blanco, clase trabajadora, sin educación universitaria que ve en latinos los males de la inmigración.
En una hipotética contienda entre Hillary Clinton y Donald Trump, los electores latinos apoyarían a la aspirante demócrata por una diferencia de 57 puntos, la mayor desde 1970 en unas elecciones presidenciales en Estados Unidos, según una encuesta divulgada hoy por Univision y Washington Post.
La participación latina en las elecciones presidenciales estadounidenses aumentará 9% en noviembre, cuando al menos 13 millones de hispanos acudan a las urnas.