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Aún sin "califato", los yihadistas extranjeros en Siria siguen siendo un peligro

Los "miles" de yihadistas extranjeros y sus familias retenidas en Siria representan "un peligro" a pesar de la caída del "califato" del grupo Estado Islámico (EI), advirtieron este domingo los kurdos sirios al exhortar a la comunidad internacional a desactivar esta potencial bomba de tiempo.

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FOTOGRAFÍA: AFP

Después de meses de combates, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdo-árabe apoyada por Estados Unido, conquistaron el sábado el último reducto del EI en Baghuz, una localidad en los confines del oriente de Siria, cerca del rio Éufrates.

Esta victoria marca la caída territorial del «califato» autoproclamado en 2014 por la organización yihadista más temida en el mundo en grandes extensiones territoriales entre Siria e Irak. El EI había sido derrotado en diciembre de 2017 en Irak.

Este domingo, las FDS continuaban rastrillando la franja territorial donde los últimos combatientes del EI libraron en vano una batalla de honor.

En el transcurso de los seis meses de ofensiva, más de 630 civiles fueron asesinados, según cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). También murieron unos 1.600 yihadistas y 750 combatientes de las FDS.

Miles de yihadistas y sus familias que se refugiaron en Baghuz y sus alrededores a medida que el EI iba sumando revés tras revés en los últimos años, también se rindieron ante las FDS.

Según las últimas cifras proporcionadas por la FDS, más de 66.000 personas abandonaron esta área del este de Siria desde principios de enero, incluyendo 5.000 yihadistas y 24.000 miembros de sus familias.

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Los combatientes fueron detenidos y encarcelados por los kurdos, que establecieron una administración semi autónoma en el noreste de Siria mientras que los no combatientes, especialmente las mujeres y niños, fueron retenidos en su mayoría en el campo de desplazados de Al Hol.

Oriundos de 54 países

Muchos de ellos no ocultan su simpatía por la ideología extremista del EI, a pesar de las campañas de ejecuciones y atentados mortales reivindicados por la organización.

«Tenemos miles de combatientes, niños y mujeres de 54 países, sin contar los sirios e iraquíes», dijo el encargado de Relaciones Exteriores de la administración semiautónoma kurda, Abdel Karim Omar.

«Es necesario que haya una coordinación entre nosotros y la comunidad internacional para enfrentar este peligro», advirtió.

En momentos que Washington prometió la retirada de la mayoría de los 2.000 soldados en Siria después del fin del «califato» del EI, los Kurdos –cuya administración no es reconocida por la comunidad internacional– temen una ofensiva de la vecina Turquía contra los territorios que controlan.

Ankara ha amenazado en varias oportunidades de intervenir contra las milicias kurdas que considera «terroristas». Hasta ahora Estados Unidos prometió mantener «por algún tiempo» 400 soldados en la zona.

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«Futuros terroristas»

Los kurdos sirios han advertido sobre una eventual fuga de yihadistas encarcelados y el abandono a su suerte de los niños que han estado expuestos a la propaganda del EI.

En los campos de desplazados habría más de 3.500 hijos de yihadistas, originarios de más de 30 países, según la ONG Save The Children.

«Hay miles de niños educados según la ideología del EI. Si estos niños no son reeducados y reintegrados en sus sociedades de origen, podrían ser futuros terroristas», alertó Omar.

Pero la repatriación de los yihadistas combatientes, e incluso de los niños, divide a los países en los cuyos ciudadanos se sumaron al EI en Irak o en Siria.

El tema de las repatriaciones sigue siendo muy sensible en países como Francia, que en occidente ha sido el más afectado por los atentados perpetrados en nombre del EI, o Reino Unido también golpeado por los ataques de este grupo. Según un sondeo publicado a finales de febrero, 89% de los franceses se expresan «preocupados» por un eventual regreso de los yihadistas adultos.

Las células durmientes del EI en Irak y en Siria son una «gran amenaza para (…) el mundo entero», dijo el sábado el comandante en jefe de las FDS, Mazloum Kobane.

La batalla contra el EI ha sido uno de los principales frentes de la guerra con múltiples actores que ha devastado Siria desde hace 8 años, dejando más de 370.000 muertos.

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