El trabajo de la criolla se basó en la influencia de la fibra capaz de combatir el padecimiento.
Ya en 2014, Marino recibió el premio Millenium Tipo 1, el cual derivó en su traslado hacia Australia gracias a una beca que formaba parte de la recompensa por el galardón obtenido.
En sus labores destacan también un estudio que determinó que una dieta que surtía altas cantidades de ácidos grasos de cadena corta llamados acetato y buritato, el cual tiene las propiedades suficientes para ejercer un efecto positivo sobre el sistema inmune.
La diabetes tipo 1 ocurre cuando las células inmunitarias que llevan por nombre células T se encargan de atacar a las que producen insulina, hormona encargada de regular el nivel de azúcar en la sangre.