Madre de Salvador Ramos: "Mi hijo no era un monstruo, no lo juzguen"
Adriana Martínez Reyes dijo que su hijo "tendría sus razones" y pidió que no lo juzgaran. Sin embargo, trascendió que ella tiene problemas con drogas y tenía una relación muy conflictiva con su hijo, que prefirió irse a vivir con sus abuelos
“Mi hijo no era un monstruo. Era callado, muy penoso y no molestaba a nadie. Tenía sus razones para hacer lo que hizo. Por favor, no lo juzguen”. Con esas palabras rompió el silencio Adriana Martínez Reyes, madre de Salvador Ramos, el autor de la masacre en la escuela Robb Elementary en Texas.
Martínez Reyes, de 39 años, tiene mucho peso encima. Carga con la muerte de su hijo, de su madre y de 19 niños y dos maestras. A todos ellos los mató Salvador. Aún así en sus declaraciones a Daily Mail revela que lo que más importa es que no juzguen a su hijo. Apela a una tolerancia difícil de obtener y al perdón de los padres de los pequeños muertos y de los familiares de las dos maestras, Irma García y Eva Mireles.
En este video le declara al reportero de Televisa en la salida de la misa celebrada en Uvalde, la ciudad donde está Robb Elementary:
Aseguró que su hijo no era violento. Sí reconoció que era reservado y no tenía muchos amigos, pero que jamás se le ocurrió que podía ser el autor de una matanza.
Cuando pidió que no juzguen a su hijo, también insinuó que podía haber tenido sus razones.
Adriana Reyes tiene problemas con drogas y no era una madre muy presente para Salvador. De hecho, tenían una relación problemática. No vivían juntos. El chico decidió irse a vivir con sus abuelos maternos (a la señora la mató antes de ir a la escuela primaria), después de una pelea con su madre. Según confesó el padre de Adriana, Rolando, su hija decidió sacar a Salvador de la casa mientras se rehabilitaba.
Tal como reseñó Chapintv.com, un vecino de Adriana también aseguró que la relación entre ellos era muy difícil. Incluso llegó a comentar que la vida de Salvador Ramos era «dura» por culpa de la misma Adriana.
Sin embargo, Adriana asegura que conversó con Salvador el día de su cumpleaños, el lunes, un día antes de la matanza. Dijo que le tenía una tarjeta y un peluche de Snoopy para darle. Pero Salvador no estaba pensando en muñecos: en esa misma fecha estaba comprando dos rifles de asalto con los que al día siguiente mató a su abuela, a 19 niños y a dos maestras.
Las maestras murieron intentando proteger a sus alumnos durante el ataque de Salvador Ramos. Ambas eran muy queridas en la comunidad, y eran conocidas por ser amorosas con los niños
Con muchas lágrimas, esta pequeña comunidad de apenas 15.000 habitantes trata de superar la terrible masacre que acabó con la vida de 19 niños y dos maestras