Zapato 3: "Será un concierto potente, poderoso, durísimo"

Ha sido un ir y venir, un volver siempre que algo, un evento, una idea, una tristeza, los reconecta y empuja a los ensayos, a la tarima, las giras: el viejo gusto por estar ahí, el vicio seductor de congregar al público para un viaje. Zapato 3 se disolvió en el año 2000 pero los factores geográficos, personales y tecnológicos que marcaron esa separación quedaron superados con el tiempo y desde 2012 la agrupación entendió que siempre habrá alguna buena razón para salir a tocar: incluso el dolor.

El luto de los músicos no es silencioso. El de una banda, menos. Después de la introspección surge la necesidad de hacer ruido, de hacer algo grande, de impedir el olvido para encontrar paz al final de los aplausos. Un poco de eso es “Réquiem por un Zapato”, la gira que hace homenaje y despide a Diego Márquez, uno de los primeros bateristas, pieza fundamental de Zapato 3 y –por sobre todo- viejo y querido amigo. Y con ese tour regresan a Venezuela, comenzando el 29 de abril en Caracas –la ciudad donde nacieron y se juntaron con Diego- y después a Barquisimeto y Mérida.  

“Eso nos tiene muy emocionados, muy contentos. Volver a Venezuela luego de diez años es lo que más nos ilusiona. Es nuestra motivación principal, sobre todo porque hemos tenido la suerte de tener entradas agotadas en ciudades de Estados Unidos, Europa y Suramérica, con excelentes críticas”, explica Carlos Segura: “Es un concierto largo e intenso, son 24 temas, dos horas y media en la tarima. Un concierto que toca los grandes éxitos de la banda con algunas canciones nuevas y que lleva una historia de esa despedida a Diego Márquez, de ese dolor que va mutando y termina con un mensaje esperanzador, positivo, festivo, al final del evento. En el concierto hay una parte de réquiem, de misa, de luto que está presente, pero pasa luego del dolor y de mucha emotividad a una especie de canto a la vida”. 

Réquiem, misa. Un mensaje: “Si la muerte fuera un bien, los dioses no serían inmortales”. Un concepto con mucha tecnología involucrada, detalles cuidados, un engranaje delicado. Así aclara y describe el vocalista lo que traerá junto a su hermano Álvaro Segura (guitarra), Fernando Batoni (bajo), Jaime Verdaguer (teclados) y Darío Adames, el nuevo encargado de la batería. Y en Caracas el réquiem será estricto: sin invitados en tarima ni teloneros.

“Es un concierto potente, poderoso, durísimo, que no queremos contaminar sonoramente con un dj o con una banda que no tendría nada que ver con el concepto del espectáculo que es una misa, un tributo”.

E insiste como para que el público sepa lo que le espera en la Concha Acústica de Colinas de Bello Monte: “Te repito, es un show bastante largo, denso, que está dividido en dos actos y un final, se tocan primero 16 o 17 temas, que suman como una hora y cuarenta en tarima; hay un pequeño break y volvemos con seis temas más y al final, si la gente quiere más, le damos tres canciones más”.

Volver, volver

En 2012 fue la última vez que Zapato 3 estuvo en Venezuela. Fue también la primera gira –“La última cruzada”- que hicieron tras la reconciliación de los miembros de la banda tras su separación diez años atrás.

Ese quiebre –explica Segura- se dio en el contexto de una realidad que impuso tomas de decisiones y distancia. La deriva hacia el chavismo en 1999 fue uno de los factores. También el momento musical: “Estaba de moda la música electrónica y las bandas de rock eran vistas como una cosa del pasado o fuera de contexto. Zapato 3 ha sido fiel a su principio de no repetir conceptos exitosos y se ha caracterizado por hacer cada disco diferente del otro. Ya habíamos incursionado en el disco ‘Separación’, de 1995, con elementos de electrónica y para el año 2000 no nos parecía algo realmente novedoso, ya habíamos hecho giras con una parte de electrónica importante”. 

No solo no se montarían en ninguna de las dos olas, sino que tres de sus miembros decidieron emigrar antes de que llegara la noche: “Fernando y Diego estaban muy bien en el país. Nos fuimos a probar suerte en Estados Unidos Álvaro, Jaime Verdaguer y yo, aprovechando una visa que teníamos a través de MTV. Eso creó una especie de escisión en la banda que terminó por disolverla. Recuerda que para ese entonces –hace 23 años- las telecomunicaciones no estaban como están ahora, los celulares no eran inteligentes… Creaba una separación imposible de soportar el estar afuera del país. Eso, además, contribuyó a crear una pequeña enemistad, animadversión, entre nosotros que, finalmente, pudimos romper una década después”. 

El mundo había cambiado. Ellos también: “En el 2012 la banda se perdona unos con otros, la comunicación y la tecnología ya estaba por los iPhone, los teléfonos inteligentes, había llegado WhatsApp, ya las llamadas eran gratis, ya no había que gritar al hablar en larga distancia ni gastar grandes fortunas de dinero… Y decidimos volver en lo que llamamos ‘La última cruzada’, que fue una gira muy exitosa que nos llevó a grandes arenas en toda Venezuela y que fue el piso de la grabación del disco en vivo”. 

¿Y después de esa gira qué? La adrenalina no les nubló la razón.

“Zapato 3 no es una banda activa como otras. Es decir, Desorden Público, Los Amigos Invisibles, Caramelos de Cianuro, son bandas que viven de la música. Zapato 3 es un estilo de vida más allá de ser una banda musical y eso significa que nosotros tenemos curiosidad en el mundo del entretenimiento y del arte 360 grados”, arranca Carlos Segura una explicación sobre lo que hace cada uno de los miembros de la agrupación.

“Yo trabajo como productor, director y escritor en canales de televisión, he trabajado para grandes cadenas durante muchos años, como Univisión, Discovery Channel y acabo de terminar un contrato de siete años con la empresa Zumba Fitness. Son cosas que me gustan mucho, que me generan dividendos y me siento muy rico en el sentido de que estoy viendo el arte en 360 grados”. 

Los demás también están en lo suyo: “Mi hermano Álvaro acaba de terminar un proyecto con James Cameron. Si ves en los créditos de ‘El Rey León II’ vas a encontrar su nombre como uno de los líderes de efectos visuales, también en ‘Iron Man II’, ‘Linterna Verde’, ‘La era del hielo’, ‘Los piratas del Caribe’, ‘Terminator’… Fernando es un diseñador gráfico a quien le va muy bien en España, ha hecho logotipos para grandes empresas, es un diseñador de afiches y un artista plástico increíble. Jaime Verdaguer desarrolla software de aprendizaje, es ingeniero de sistemas; entonces son muchas cosas que están ligadas al entretenimiento, que nos gustan mucho, nos generan grandes satisfacciones y más dinero que la música”. 

Pero hay una fuerza que los mueve y los empuja al escenario.

“Lo que sucede es que cada vez que hay algo que decir y que hay algo que expresar y que no encontramos hacerlo con los rigores corporativos, nos vamos a la música para poder expresarlo. Es por ello que cada tres o cuatro años la banda se une para hacer un tour. El último fue en el año 2019, porque vimos con mucho dolor lo que estaba pasando con esos venezolanos que agarraban un morral y a su hijo en brazos y se iban caminando desde Venezuela hasta Argentina, Chile, hasta lugares muy lejanos… Y decidimos hacer una gira que se llamó ‘Asfalto’, como una de nuestras canciones”.

2020 impuso el parón de la pandemia. Ese año Diego Márquez dejó su casa en Caracas para instalarse en la apacible ciudad de Interlaken, en Suiza. Y desde allá llegó la mala noticia al cabo de dos años.

“Diego, después de haber sido una persona muy popular en Venezuela, entre otras cosas por la muerte de su padre y porque Venezuela se había puesto invivible y porque estaba enamorado, se residenció en Interlakes y allá trabajaba en un estudio. Sorpresivamente para nosotros, en el año 2022, Diego se quita la vida. Y eso nos dolió muchísimo, todavía estamos llorando su partida. Nosotros nos conocemos desde la primaria, todo Zapato 3 estudiamos en el Colegio Santiago de León de Caracas y desde ahí nos hicimos hermanos de sangre. La muerte de Diego nos tocó muchísimo y la mejor manera de rendirle homenaje, de hacerle un tributo, es juntarnos para hacer este Réquiem Tour”. 

-¿Terminada la gira pasarán otros tres años para juntarse otra vez o hay planes de hacer música nueva?

-Estamos bien contentos porque la adición de Darío Adames, antiguo baterista de Caramelos de Cianuro, un músico extraordinario y multiinstrumetista, ingeniero de sonido, le ha dado a la banda nuevos bríos. Tenemos un sonido potente, poderoso y estamos tocando muy bien, diría que como en nuestros mejores momentos. Creo que desde el cielo Diego debe estar muy contento de vernos tocar así de bien. Esto ha hecho que tengamos la intención de grabar un disco este mismo año 2023. Esa es otra de las prioridades. Después de terminar el tour deberíamos concentrarnos en Londres o en San Antonio, Texas, e internarnos un par de meses a grabar para tener un trabajo nuevo a final de año. Ese es el plan. Como todo plan, puede cambiar, pero al día de hoy se mantiene.

-Si está en plan es porque ya hay maquetas, letras…

-Sí señor… 

Coordenadas: sábado 29 de abril a las 07:30PM. Entradas a la venta a través del sistema Ticketplate