Juan Velasco: "Ante 4.000 personas no hay nervios sino euforia"

Cantante en Gran Radio Riviera, toca la batería y el teclado y es abogado. Para Juan Velasco la música es su espacio, su lugar. Siempre ha estado presente en su vida y eso se lo debe en gran parte a su tío, Armando Figueredo, de Los Amigos Invisibles.

Hablamos con Juan sobre la banda, sus gustos, la música y sobre cómo comenzó eso de quitarse la camisa en –casi- todos los conciertos.

-¿Siempre quisiste hacer música?

-Capaz no como mi actividad principal. Durante mucho tiempo vi a la música como una carrera que no me creía, algo que era para divertirse y ya. Cuando era bebé iba a las pruebas de sonido y a todos los conciertos de Los Amigos Invisibles y decía: “Yo quiero hacer eso”.

-Tienes dos hermanos, ¿a alguno no le gusta la música?

-A todos les gusta, pero mi hermano gemelo se fue más por esta rama de actor y escribir guiones y mi hermano mayor es más un chico de 9am a 5pm. Pero los dos saben cantar y lo hacen bien. Ellos aman la música, creo que es muy difícil no amarla.

Mi hermano mayor fue un pilar importante en el desarrollo de mi gusto porque obviamente él me enseñó muchas cosas y yo de ahí fui agarrando y construyendo mi camino de lo que me gustaba y lo que no.

-¿Quién es tu músico favorito de la historia o el que más te ha inspirado en este camino de Gran Radio Riviera?

-Creo que el que más nos ha inspirado es Damon Albarn, de Gorillaz, porque es un tipo que logró hacer de la música algo muy ecléctico y no se quedó en un solo sonido, sino que agarró de todos los géneros posibles. Al final, yo soy una persona que escucha de todo, amo el hip hop, el house, la electrónica, la salsa, el reguetón, el pop alternativo. Si la música es buena la escucho.

-¿Hay un género que odies?

-El vallenato.

-¿Nunca irías a un concierto?

-No.

-Gran Radio Riviera empezó en 2012 como “Los Dinosaurios” y ha ido evolucionando. ¿Cómo ha cambiado y evolucionado Juan con la banda?

-Gran Radio si lo vemos como Curly -Sebastián Crespo, el otro miembro de GRR- y yo empezó en el 2012. Éramos “Los Dinosaurios”, unos chamitos haciendo música y ganamos el Festival Intercolegial de Bandas, pero en el 2018 nació Gran Radio Rivera oficialmente y mi vida cambió muchísimo.

Yo estudiaba Derecho, trabajaba en un escritorio y hacía música. Ahí fue que sacamos nuestro primer disco y en ese momento era lo que más amaba, pero no era lo único que hacía hasta que en la pandemia me di cuenta de que lo que realmente quería hacer era música. Desde ese momento es cuando más cambió mi vida y más ha crecido la banda.

Es raro porque estamos en un punto en el que no somos exageradamente famosos, pero sí somos conocidos, la gente te saluda en la calle y cosas así. Este cambio o evolución me ha hecho conocer gente súper valiosa y darme cuenta de que la música sí se puede tomar en serio y sí puede darte un sustento.

-¿Por qué decidiste estudiar Derecho y no música?

-Porque en esa época no quería que me diera fastidio la música y me llamaban mucho la atención las leyes y regirme por el manual. Yo me veía más como abogado que como músico. Tenía síndrome del impostor… miedo de que uno no pueda hacer dinero con la música… y por eso me fui por un camino más fácil.

-¿Cómo acoplas tu carrera académica con la música? ¿O con la banda en sí?

-Ahorita no lo estoy practicando, pero sí lo ejerzo porque al fin de cuentas el arte es una rama muy importante del derecho… la propiedad intelectual y los derechos de autor. También, cuando uno va a firmar con una disquera o una distribuidora muchas veces los músicos no saben dónde están parados y suelen tomar muchas ventajas con ellos. Yo funjo como el abogado de la banda, yo sí leo y hago los contratos con músicos que trabajen con nosotros, registro las canciones. Incluso, capaz en un futuro haga un máster en propiedad intelectual y así estar cada vez más seguro de que las cosas que estamos haciendo se hacen bien y también para ayudar a otros amigos músicos. Hay gente que es mala y trata de aprovecharse de que los nuevos artistas no saben cómo defenderse legalmente ante ciertas situaciones.

-¿Les ha pasado eso? ¿Conseguirse con gente mala?

-Sí claro. Muchos amigos me han mostrado contratos que al leerlos les aconsejo que no firmen. El negocio de la música es muy duro, hay muchas corporaciones gigantes que no te ven como un artista sino como un producto que genere plata y no les importa si te va bien.

-En el 2021 abrieron el concierto de Los Mesoneros en la Concha Acústica de Bello Monte frente a 4.000 personas. ¿Cómo manejaste los nervios? ¿O cómo los manejas en situaciones así?

-A mí me pasa que cuando hay 4.000 personas no tengo nada de nervios, más bien tengo una euforia porque siento que estoy viendo a una masa de gente a la que si tú le transmites la energía necesaria va a responder con esa misma energía. Entonces, está súper bien. Pero sí me pongo súper nervioso cuando tenemos un show para 30 personas.

-¿Por qué?

-Porque es demasiado personal. Cuando son 4.000 personas estás viendo literalmente una masa, cuando ves a 30 personas, ves caras que están mirando atentamente cómo haces tu trabajo y da muchos más nervios. Nos pasó justo ahorita en México, que nuestro primer show fue en un café de estos en los que la gente está sentada, comiendo, no puedes hacer mucho ruido por los vecinos, etcétera, y fue de los shows más cag… que he tenido en mi vida porque la energía es muy distinta… Ahí sí es verdad que no te sientes cómodo como para correr, quitarte la camisa…

-¿Y puedes considerar ese como tu peor show?

-No, no estuvo malo. Nosotros hemos aprendido a hacer algo con los años que es que aunque tú no la estés pasando bien no puedes transmitir eso, debes enseñarle a la gente que la estás pasando buenísimo porque lo que das es la energía que ellos van a recibir.

En ese en particular, salimos del show y yo estaba descontento con la situación, qué fastidio tocar así como bajito, tranquilo, la gente sentada… pero me bajé y todo el mundo estaba encantadísimo.

Yo creo que mi peor show fue la vez que Anakena ganó el Festival Nuevas Bandas y el festival nos invitó a tocar. Tuve unos problemas con el teclado, no funcionaba y yo como niño malcriado literalmente me bloqueé al nivel de que no quería hacer nada. La gente podía notar que yo estaba muy molesto porque decía miles de estupideces en el micrófono. Ese creo que puede ser el peor show de mi vida.

-¿Qué te enseñó?

-Mucho. Que aunque las cosas están mal, finge demencia. La gente está ahí para verte y pasar un buen rato y si demuestras que estás pasando un buen rato, ellos lo pasarán también.

-¿Cuál es para ti la mejor canción de GRR?

-Las nuevas que estamos haciendo.

-Creí que sería “Surf”, ya que es la más escuchada en Spotify.

-No, más bien “Surf” no iba a entrar en el disco. Nosotros íbamos a sacar ese primer disco sin entender mucho de la industria. Hoy en día es mucho de sacar single tras single y eso ayuda al algoritmo de las plataformas a que te muestren más, pero en cambio nosotros sacamos ese disco de 10 canciones de una.

“Surf” despegó porque es buena, fue lo único que la hizo despegar porque en verdad no le hicimos ningún tipo de promoción, no le hicimos nada. Sentimos que a esa canción le ha ido demasiado bien para lo mal que la vendimos en su momento.

-Ya volviendo a las canciones actuales y que comentas que son tus favoritas, ¿qué significa “Omae wa”?

-Es un slang en japonés para decir “tú”. Esa canción la escribimos en el peor momento de la pandemia y era esta cosa de estar encerrados en la misma rutina una y otra vez y simplemente usamos fonéticamente esa palabra como una especie de mantra como para decir lo locos que nos estábamos volviendo encerrados, como que simplemente estábamos repitiendo una palabra sin ningún sentido específico para hacer un mantra y tranquilizarnos. Aparte, siempre hemos sido muy fanáticos del anime y nos pareció cómico poner una frase en japonés.

-¿A quién se le ocurrió?

-Yo hice la maqueta y estábamos con unos panas, uno de ellos que se llama Gerardo y con el que vemos anime dice “omae wa” y quedó así. Nos pareció cómico y la gente siempre nos pregunta: “¿Por qué Omae wa?” Porque sí.

-Esa canción es en colaboración con La Vida Bohème. ¿Con qué otro artista tanto venezolano como internacional te gustaría colaborar?

-Venezolano, me gustaría Lil Supa. Siempre he tenido un sueño de hacer un disco de hip hop, hacer las pistas e invitar a muchos raperos… Entre los internacionales que hablen español me gustaría con los argentinos Ca7riel y Paco Amoroso. Siento que tenemos muchas cosas en común ellos dos y Curly y yo. Es como uno alto y el otro chiquito. Tenemos unas vibras parecidas.

-¿Cuál es tu mayor meta con GRR? ¿Qué quieres lograr?

-Girar por el mundo y vivir de eso. Lo que más quiero es poder vivir de mi música.

-Y hablando de girar, ¿cuál es la canción que más te gusta tocar en conciertos?

-“Omae wa” porque a me gusta mucho el punk y GRR es una banda muy ecléctica. Tenemos canciones súper happy y pop como “Surf” o “Impaciente”, pero yo creo que mi verdadera actitud es más “punketa”. Me gusta mucho cuando tocamos “Omae wa” porque es como mostrarme yo a la mil, es una exageración de mí. Ese es mi personaje. Fuera de la tarima, cuando me bajo, muchos perciben que soy tranquilo, introvertido, pero montado en ella sí es mi momento, el lugar en el que exploto y me muestro totalmente.

-Te sacas la camisa siempre, pero comentas que lo de ver caras en shows con un aforo más pequeño te pone nervioso. ¿Allí no te quitarías la camisa?

-No.

-¿No va a suceder?

-No sé, es que eso empezó como algo no premeditado.

-Y te has viralizado por eso…

-Sí, un poquito. Pero es algo que simplemente veía hacer mucho a mi tío con Los Amigos Invisibles y siempre me pareció cool y un día lo hice y se quedó. Pero siento que cuando es poca gente es demasiado, que la gente va a decir: “¿qué le pasa a este bicho?”.

-¿Y tus amigos que te dicen?

-Es cómico porque yo entreno full, me gusta hacer pesas, tengo un gimnasio en mi casa y obviamente uno entrena diciendo: «a las jevas les va a encantar”, pero a fin de cuentas los que más te hablan de eso son los hombres, son tus panas que te dicen: “Estás buenísimo”.

-O sea que tus amigas ¿nada?

-No, nada. Es que yo siento que a las mujeres ya no les importa eso, que seas un tipo que está todo rayado. Eso lo hago mas por mí, me gusta estar así, pero tu ves cualquier foto mía sin camisa, busca los comentarios y vas a ver un poco de amigos hombres “¿Puedo lavar mi ropa ahí?” y cosas así, chistecitos de que estoy yuca… ojo, yo no estoy diciendo que lo esté, son comentarios de ellos.