Chenzo Di Marzo: "Lo monótono es aburrido"

Rodrigo Di Marzo entró al Caffé Piu en busca de su amigo. Con la confianza que acompaña a un invitado regular, Chenzo –como mejor se le conoce- se acercó rápidamente a un rincón donde se encontró con Gian Franco Misciagna y su hija, Andrea. Entre bromas, pidió un café marrón, con nutella, chantillí y galletas trituradas.

“Qué pena que esta entrevista sea escrita; por lo general me expreso mejor a través de la música”, me comentó mientras nos preparábamos para empezar a conversar sobre sus últimos lanzamientos.

El 18 de junio, Chenzo lanzó un sencillo como parte de su álbum “Violeta”. La canción se llama Papá y conmemora tanto a su padre, Evio Di Marzo, como a su hermano, Amadeo. Rock, balada y pop se mezclan en una pieza musical dedicada a los padres que no se encuentran presentes en este plano terrenal.

-¿Por qué te describes en Instagram como “Bruce Lee italiano”?

-Pues bueno… estaba con uno de mis mejores amigos en Puerto La Cruz. Con él siempre me estoy muriendo de la risa, por no decirte otra palabra. En una de esas, él se para por el Paseo Colón. Y resulta que ese puesto era de unos tipos que enseguida empezaron a buscarnos peo. Así que este, les dice: “¿Saben qué? Yo no voy a pelear con ustedes –y me señala a mí. Yo en ese momento practicaba boxeo, era cinturón negro de kárate y tenía un peinadito como el de Bruce Lee. –Mira a este Bruce Lee italiano con el que vas a pelear. Yo en ese momento no peleé. Lo que hice fue cuajarme de la risa.

-¿A qué apuntas con tu proyecto Chenzo Di Marzo?

-Estamos en otra época y quizás me tocó algo que no le tocó a mi papá o a mi tío. Tuve que aprender a tocar bajo, guitarra, a cantar, a hacer los coros, en la actualidad puedo hacer hasta unos metales. Soy multinstrumentista, aunque no me considero ni pianista, ni guitarrista, ni cantante. Soy un artista y lo que puedo hacer, lo hago.

Quizás es magia lo que he estado haciendo y no música. Y los temas que he estado sacando como solista con mi proyecto Chenzo Di Marzo son parte de esa magia: Colibrí, Por ti yo vuelo, Violeta, Papá…

–¡Mi café! (Llamó).

-¿Cómo la música puede ser magia?

-La música es como la matemática, tiene su ciencia. Imagínate un lienzo donde lo que haces es llenar el espacio de colores, o de blanco y negro dependiendo de lo que quieras reflejar en el cuadro. De esta forma, la música es igual que la pintura. Por eso no soy solo músico, sino productor audiovisual, dibujante. O sea, no me considero especialista de esto o lo otro, pero estas actividades se relacionan con mi arte.

–Mi café, brother. (Se interrumpió para hacerle un gesto de impaciencia a Gian Franco).

Quizás también hay que aprender a escuchar la música, porque eso de crear algo de la nada es mentira. Todo viene de algo. Y uno obviamente tiene ese conocimiento en cuanto a los colores que pueden ser las notas musicales, los instrumentos que existen y uno lo que tiene que hacer es componer una obra. De eso sí me considero especialista.

-¿Qué…?

–Ya va, dame un segundo (con un gesto de disculpa, Chenzo se dirigió a caja para averiguar qué pasaba con su café. Regresó, con una taza y unas galletas italianas de almendra) –Lo siento, es que sin café no puedo…

-Está bien… ¿cómo conoces el Caffé Piu?

-Mi mamá venía mucho. Yo empecé a venir de grande ya, como tomador de café. Y un día conocía a Gian, el dueño, nos hicimos muy amigos y ahora es como venir a tomarme un café para su casa. Es un espacio muy acogedor.

-Mencionaste a tu abuelo, ¿él también era músico?

-No, pero era un artista, un poeta y un soñador loco, pero bien disciplinado, italiano. Mi abuela era pintora, escultora y artista. Creo que la fusión de ambos dio origen al legado artístico y musical de los Di Marzo. Es decir, somos tres generaciones de artistas, aunque la mayoría de la gente solo ve dos. De hecho, Chenzo viene de mi abuelo Vicenzo; solo que su nombre no se escribía con ch.

El único tatuaje que tengo también es en honor a mi abuelo, una frase que él siempre repetía: Se e facile non vale la pena.

Yo vine a contar su historia, y la de la familia más allá de Evio o Yordano. ¿Sabes esas películas que son tres, pero es la última la que cuenta el origen de todo? Pues a mí me tocó esa tercera, que habla sobre el origen.

-¿Cómo estás haciendo para narrar el origen?

-En mi vida actualmente están pasando cosas que están ocasionando que la familia vuelva a unirse. O siempre ha estado unida, pero quizás ahora estamos valorando más quienes somos y lo que vinimos a traer a este mundo, que es arte.

Me refiero tanto a la familia sanguínea como a aquellas personas que nos han acompañado en todo el camino. Porque yo siento que también he adquirido conocimientos de ese ecosistema en el que vivía mi padre y en el que vive mi tío. Hay mucha gente involucrada en la creación de la música y ellos también forman parte de ese ecosistema.

-¿A qué te refieres cuando dices que haces “World Music”?

-Me gusta la filología de las palabras, porque cuando uno dice que hace pop no se da cuenta de que lo que está haciendo es música popular: las canciones indígenas son pop para ese pueblo, por ejemplo. En la sociedad estamos acostumbrados a usar mal los términos, y acorde a eso también te encasillan. Dices que eres budista y te correlacionan con un estereotipo; dices que eres musulmán y te correlacionan con el terrorismo.

Con esto me refiero a que mañana puedo hacer cualquier cosa. Si eres flautista, haces un tipo de música asiática y yo termino componiendo un tema contigo, ¿cómo llamo a eso? Digamos que World Music abarca más.

Pero ciertamente, a veces para vender la música que hago tengo que definirla de alguna manera. Papá, por ejemplo, es rock, balada y pop, por decirlo de alguna forma.

-¿Por qué sacaste Papá si no pensabas hacerlo?

-Papá es una canción que compuse en un momento en que extrañaba a mi padre. Me levanté y empecé a hacer el tema. Ese día llegó mi hermano menor, Amadeo, y terminé de componer el tema prácticamente con él. Incluso grabó un video con el iPhone y lo monté ese mismo día en Instagram, porque a veces me provoca mostrar un poco mi trabajo. A los tres días me llaman para decirme que mi hermano falleció. El día que compusimos la canción fue el último en que lo vi. Así que saqué Papá en memoria de mi padre y de mi hermano.

-¿Cómo fue la creación de tu álbum “Violeta”?

-El álbum representa también una etapa de mi carrera, que tiene que ver con la magia, la creatividad y el color que lo representa todo que, para mí, es el violeta. Digamos que es el color que representa a mi musa. He hecho muchas cosas con este proyecto, como una colección de moda en colaboración con Rojas.

La canción principal del álbum se llama Violeta. Es un tema supuestamente de amor, pero yo no conozco a nadie que se llame Violeta.

El video es un plano secuencia que sigue a una persona que cuida un teatro; pero cuando comienza a caminar, se imagina que es un boxeador, luego un artista, canta con un micrófono sobre la tarima. Y cuando termina la canción, lo que sostiene es un palo de escoba. Violeta representa esa luz, esa musa, ese duende que los artistas tenemos que cuidar tanto.

-¿Cómo es un día en que vas a componer una canción?

-Una mañana me levanto, sin tomar café, agua, nada. ¿Sabes que cuando vas a estudiar para una tesis o un examen recomiendan que no comas, para que el cuerpo no esté concentrado en digerir?

Entonces por la mañana me levanto y voy directamente al piano, a la guitarra o a escribir. Poco a poco todo va fluyendo hasta llegar esa luz. La creatividad es como la novia que no buscas; la mujer de tu vida que llega sola. Como ese hilo rojo que nos conecta según la filosofía asiática. Esa idea ya la han prostituido bastante, pero es más o menos así. Estamos unidos por un hilo violeta.

-¿Y qué haces los días que no tienes la musa?

-Si te gusta hacer pizza o café, y lo disfrutas, el día en que no lo estás haciendo pues te sientes como pez fuera del agua. Entonces quizás sí estamos buscando una idea, porque es el trabajo, pero hay otras cosas que puedo hacer.

Esos días sí como, me tomo mi café y me pongo a trabajar: busco la manera de promocionar mi música, practico las canciones que ya tengo para un próximo show, me relaciono con las personas… En fin, busco formas de pagar el estudio, las fotos y lo demás que implica dedicarme a la música.

-¿Quiénes te influenciaron además de tu familia?

-El cine influyó mucho en mi arte. Me involucro en mis videos y trato de mejorar, aunque no me considero un director. No puedo decirte cuál película me inspiró más, porque para mí no existe la preferida, pero sí te digo que tengo mi Top 20, mi Top 10, mi Top 5 y para mi Top 3 sí tendría que pensarlo detenidamente.

Musicalmente tampoco me gusta quedarme pegado. Me ha influenciado mucho la música brasilera, la música anglosajona, el rock, el soul. Así como sucedió con mi padre y mi tío, a mí también me impactó mucho la música del exterior. Una de mis bandas favoritas es Adrenalina Caribe y no porque fuera la de mi padre; sino porque marcó un estilo por sí mismo. Evio no creó un género, él era el género. Es lo que yo quiero hacer.

El silencio es muy importante en la creación artística. David Lynch decía que a veces la creatividad es como la pesca y que cada idea es un pez; puedes no pescar nada un día, pero al siguiente a lo mejor sí. Puede que Lynch sea un director de cine, pero es una influencia indispensable que me ha tocado como músico.

A veces no hace falta ser melómano. Es decir, ves arte para pintar arte. Pero necesitas un cuadro en blanco. Es entonces cuando hay que darle espacio al silencio para que llegue color al lienzo.

(En ese momento comenzó a sonar desde las cornetas del Caffé Piú el nuevo tema de Chenzo, Papá)

–Ey, súbele ahí (mientras sonaba la canción, Chenzo comenzó a cantar en un tono más bajo que permitía seguir escuchando la grabación) –Hoy no sé qué siento (repitió después de finalizar la canción)

Hoy no sé qué siento. Ese era el tema. Hoy no sé qué siento. La música nos conecta con la gente. Es por eso que considero a la música lo más universal del mundo.

La gente se está cansando un poco de lo que yo llamo música aburrida, trash music. Puedes hacer pop, rock, balada, pero que no sea igual a la anterior. Debe tener un trabajo musical, más que solo una progresión de acordes. Lo monótono es aburrido. ¿Te imaginas una galería de arte y que todos los cuadros sean de un mismo color? Exacto, aburrido.

-¿Estás haciendo alguna colaboración actualmente?

-Sí, estoy trabajando en una. Ya la tenemos lista, pero está bajo la manga; ya te enterarás. Es uno de los últimos temas para el disco. Es importante que la colaboración surja de la admiración que se tienen ambos artistas, porque de lo contrario sería solo cuestión de marketing. Me gustaría hacer otra colaboración que sea así, espontánea, sin importar el género. Por ejemplo, esta de la que te hablo es con un rapero. Y por supuesto, quisiera hacer algo con Vicente García.

La música puede que no cambie al mundo, pero hace la vida más manejable. Quiero decir, hay felicidad, pero también dolor; así como hay vida y muerte. Todo es una dualidad. Y la música es como una inyección de lidocaína para que no duela tanto.