Melomanía

Yadam: "Ahora sí soy y quiero ser un artista"

Un concurso de talentos le hizo ganar fama en Francia y ahora, finalmente, el cantante y compositor venezolano Yadam Guevara presentó su primer álbum, "Belamor" y adelantó que antes de fin de año dará un concierto en Caracas

Yadam
Fotos: Raphael de L'orme / Cortesía Yadam
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La intención era hablar de “Belamor”, su primer álbum, pero la conversación llegó a un punto inevitable y surgió la revelación: Yadam no sólo acaba de lanzar un disco excelente, también viene muy pronto a Venezuela a presentarlo en concierto.

Una conexión de eventos, el buen manejo de una voz cálida y cercana y la sensibilidad y el temple para encarar el reto de concretar sus sueños, tienen a Yadam Andrés Guevara Apóstol (Maracay, 1998) donde está hoy: en París, donde vive, recomendado por la revista Rolling Stone como uno de los diez latinos a los que hay que prestar atención, preparando gira y asumiendo que ya lo suyo es ser un artista a tiempo completo.

-Cuando uno lee cosas publicadas sobre ti, queda la impresión de que tu carrera empezó en París, pero ¿cómo fue, en realidad, ese comienzo de tu vocación de cantante?

 -Ha sido en diferentes etapas. Siempre he cantado, desde niño, en mi casa, con la familia, en la escuela. Estuve en Venezuela, me fui a Estados Unidos desde los 4 hasta los 14 años, y allá también cantaba, en la iglesia, en la escuela… Nada de manera profesional, pero sí subía videos a Youtube, como cualquier persona que tenga mi edad hoy en día. Ya de regreso a Venezuela, cuando cumplí 18 años participé en un concurso de canto de la Alianza Francesa y ahí me gané un vuelo para ir a París. Ese concurso me dio el ticket para Francia, porque nunca hubiese tenido el dinero para comprarlo. Claro, tampoco era que yo decía “voy a ser cantante”, más bien era “voy a participar porque me gusta cantar y ojalá gane para poder viajar a Francia”.

Cuando llegué a París, veo que hay unas audiciones para un programa de canto televisado, que se llama «Nouvelle Star» y es como el «American Idol» de Francia, y entonces audiciono, pero una vez más, no con las ganas de decir “voy a ser un cantante, voy a ser un artista” sino que esta vez era “voy a tener una visa si lo logro”. Quedé en segundo lugar. Gracias a eso, a la visibilidad que tuve en televisión, me dieron una visa de artista y me pude quedar en Francia. Y fue esa visa la que realmente me obligaba, si quería quedarme en Francia, a hacer una carrera musical porque me estaban dando papeles para quedarme a crear arte. Terminé en una situación para nada mala porque al final me dije: “bueno, voy a cantar”.

-Te obligaron a ponerte serio…

-Sí… Y obviamente que no es una obligación en el sentido de que si yo siempre he cantado quizás esto ha sido un sueño, solo que nunca me levanté y dije “yo voy a ser artista, voy a sacar un álbum”, ¿sabes? No era mi cosa, mis preocupaciones eran otras, eran emigrar, ayudar a mi mamá, a mi hermano, echar palante… Y ya llevo cinco años aquí, desde 2019, trabajando en este álbum.

-Las circunstancias te estructuraron el sueño…

-Literal… Las circunstancias que parecían lo más difícil de lograr, me dieron todo para que hoy esté sacando este álbum… Es una locura. Y ahora sí digo, “soy un cantante”. Ahora con este álbum, sí soy artista y quiero ser artista. Y sé que lo que viene ahora lo decido yo: y quiero decidir continuar en esto.

-En ese concurso de la Alianza Francesa en Caracas, ¿qué cantaste?

-Canté una canción que se llama Crier tout bas, de una cantante llamada Coeur de pirate. La coincidencia fue que con esa misma canción audicioné para el show en Francia y resulta que en el jurado estaba la artista… Hay un video en YouTube que se volvió muy viral, donde ella llora porque le conmueve ese momento.

-La misma canción terminó abriendo las dos puertas…

-Sí…

-Hay como una cosa de magia ahí, ¿no?

-Sí, es mágico… Y ese momento es muy especial, pero siento que nada me decía que después iba a terminar yo haciendo un álbum y que iba a ser en español, porque cuando participé en ese show todo fue en francés. Y cuando salí del show, me dije: no quiero cantar en francés, no quiero nada más cantar aquí, quiero hacer música como me sale y me sale es en español. Fue muy duro después hacer la transición de tener a un público en francés, por ese show y todo lo hermoso que viví en ese programa, a cinco años después sacar un álbum mío en el idioma que yo quería, con el equipo que yo quería… Han sido cinco años de un trabajo durísimo. Y era como comenzar de cero, la verdad, porque el show me dio mucha visibilidad, pero con un público netamente francés. De hecho hay algunos que todavía se molestan porque canto en español, pero es que nunca quise cantar nada más para Francia, quería cantar para lo que soy, para mi gente, para latinos… Entonces, muchas puertas se me cerraron, me decían por qué estás en Francia haciendo un disco en español… Y mantuve mi línea y mi deseo, y encontramos el equipo necesario. Y siempre me decía, “estoy aquí, pero eso no me debería limitar, quizás me descubra una disquera afuera”. Y fue lo que sucedió y terminé firmando con National Records, de Estados Unidos.

-Durante esos cinco años que pasaste haciendo tu disco, ¿te dedicaste a trabajar cantando o hacías otra cosa para mantenerte?

-Mi manager, quien me conoció gracias al programa, desde el inicio me dijo “obviamente tienes que trabajar, pero no trabajes en algo relacionado con la música porque entonces te vas a quedar allí, tienes que hacer algo que no te guste, que sea lo que te de tu base, pero que te permita hacer tu música y que sobre todo te de las ganas de querer dejar ese trabajo para nada más hacer música”. Entonces empecé a trabajar en la Fundación Louis Vuitton, que suena fancy pero en realidad es un museo y empecé allí como el personal que te abre las puertas y eso… Estos últimos cinco años trabajé ahí y llegué a ser jefe de los equipos hasta ahorita porque ya dejé el trabajo para dedicarme a mi álbum. Ese era mi trabajo –aunque nunca le dije a nadie qué era lo que hacía-, mi base para poder vivir y después hacer música.  

-Y ya lo hiciste: ¿qué sientes ahora al haber concretado el logro de tener tu disco? ¿”Belamor” es el primer tramo de un camino largo?

-Ojalá… Se siente muy genial. Te digo que de verdad siento que mi vida tiene un poquito más de sentido porque te das cuenta de que todos estos años y todas estas cosas que has vivido incluso antes de no haber sucedido yo no estaría hoy acá. A las disqueras les encanta decir que soy un “artista nuevo”, que acabo de aparecer y de la nada, pum, un disco… No, esto ha sido cosa de años. Cuando saqué el álbum, te digo que lloré casi por tres días, pero ni siquiera era porque estaba triste o feliz, era como “no puedo creer que lo que ha sido mi motor de vida estos últimos años ya exista”. Y la pregunta que me he hecho todos los días es “¿y ahora qué?”.

-Ahora te toca salir como un torero a defender ese disco en tarima…

-Exacto. Ahora hay unas oportunidades muy bonitas, voy a empezar a cantar en diferentes lugares, ya no tengo que seguir trabajando donde lo hacía y esto ya no es un sueño, es una realidad.

Yadam

-Mucho antes de sacar “Belamor” en una entrevista comentaste que el motivo detrás de todas las canciones es una relación que tuviste y que terminó…

-El álbum “Belamor” está inspirado en la primera historia de amor que viví cuando estaba en Venezuela, cuando tenía 16 años. Fue con mi mejor amigo, los dos venimos de familias muy religiosas y Venezuela… siendo homosexual nunca fue sencillo hasta que llegué a Europa y pude empezar a entender mejor quién era, empezar a hablar con mi familia, empezar a entender lo que yo había vivido. Y este disco, en cierta manera, fue como empezar a hacer las paces con ese trauma de descubrirme en Venezuela, que mi familia lo aceptara… Todos esos problemas causaron que esa relación terminara. Siento que la relación de amor que tenía no pudo vivirse ni siquiera porque no queríamos, sino porque todo estaba en contra de nosotros: la familia, la religión, la sociedad, el miedo… Entonces llegas aquí a Francia, donde todo es completamente diferente, y te resulta frustrante que ya no puedes regresar para mejorar eso.

Este álbum soy yo reviviendo esto, recordando que fue a veces difícil, que hubo momentos malos pero intentando rescatar lo bonito y decirme que a pesar de que no lo pude vivir antes, ahora sí me voy a permitir vivirlo.

Sé que hay tantas personas en Venezuela –como en todo el mundo- que se asumen homosexuales y no existe mucha música que se atreva a hablar de estos temas. Claro, un músico en Venezuela, que sea homosexual, no creo que sienta seguridad para hablar del tema, pero yo que estoy afuera debo aprovechar esa seguridad que siento que tengo y conversar de esto. Y ni siquiera es que quiero lanzar un mensaje como propaganda, es simplemente una necesidad. La música existe porque la gente expresa lo que siente y cada cantante comparte sus historias, que son historias que se relacionan con las de otras personas. Entonces, si voy a escribir algo, voy a hacerlo para quienes no hemos tenido tanta música así.

Yo no la tuve cuando estaba viviendo ese momento, no tenía con quién hablar, no tenía una canción que me entendiera. Y escribí estas canciones como para ese yo de 17 años. Y lo cool es que ahora veo que hay demasiadas personas- jóvenes y adultos que me dicen “estás describiendo exactamente lo que yo sentí”. Creo que eso es bonito, hacer música que le hable a las personas, que tenga un propósito que no sea solo pegarla. Y sobre todo aprovechar la plataforma que tengo para enviar un mensaje y el mensaje ha trabajado incluso directamente con mi familia, porque se han dado cuenta de que más allá de lo que ellos opinen o crean, yo soy su hijo, soy yo y quiero simplemente poder amar. Ha sido muy bonito ver cómo mi madre ha entendido “es verdad, tú lo que quieres es amar”. Y que te amen, porque uno busca también la aceptación de su familia. Así que estoy sumamente agradecido porque en todo este proceso de escritura de este disco me ha ayudado a arreglar eso con mi familia. Ha sido bonito, pues.

-Has hecho una especie de terapia fructífera en muchos sentidos y, al final, lo que estás es contando tu historia de amor. Y parte del poder de la música es eso, que la gente se sienta identificada con lo que cuenta un artista

-Exacto. Y cualquier persona se puede identificar con las canciones porque hablan de diferentes etapas del amor que todo el mundo ha sentido. Hay una que se llama Loco, donde digo que me siento loco porque amo tan intensamente y siento que la otra persona no me ama igual, por qué no eres capaz de hacer lo mismo que yo. Son cosas con las que cualquiera se puede identificar. Lo que me parece cool de mis canciones es que a pesar de que tienen un mensaje para mí, pueden tener un mensaje completamente diferente para otras personas y eso es lo cool, que sea algo universal.

-En las entrevistas y cosas que se escriben sobre ti siempre hay mucho empeño en aclarar que Yadam es un “artista queer”, pero en las canciones no se encuentra ningún mensaje militante o que limite las cosas al público homosexual, es decir, son historias de amor y ya…

-Es que yo no soy militante, simplemente soy. Y es lo que he intentado decir a la gente… Es también como el hecho de ser “gordo” –no soy flaco, pero tampoco soy obeso- y cuando publico una foto en Instagram y estoy sin camisa ya me etiquetan como de “conciencia de cuerpo”. Y no es eso, simplemente publico una foto sin camisa porque sí, porque soy. Y quizás hay personas que –obvio- están buscando representación porque no la hay. Y yo feliz, pero no se trata de militancia, se trata de ser: yo soy, existo y canto y me tomo una foto sin camisa porque sí.

-Hay una necesidad de etiquetar, de ubicar en bandos, en grupos, de establecer un cerco o determinar una conexión específica, cosa que podría terminar imponiendo limitaciones…

-Pone límites, pero ayuda a quienes necesitan sentir esa representación. Por eso no me molesto, pero no me cierro. Y siempre intento decir eso: no se trata de militar, se trata de ser y existir y ya. Yo no quiero que nadie me calle, ni me ponga límites ni barreras, yo voy a ser y voy a hablar de lo que quiera y me vestiré como quiera. Mi meta es eso, mostrar que soy. Y cuando digo soy, es existir, como persona. Uno existe y es lo que es y ya.

Yadam
(Foto: Kid Leto)

-¿Cómo es el show en vivo de “Belamor”?   

-Ahora eso es lo que más me emociona, que voy a empezar los shows en vivo… y que voy a Venezuela… Un show en vivo de “Belamor” es muy estético, es un juego de luces muy especial… Soy yo nada más en el escenario: uno, porque me gusta el minimalismo; dos, porque tampoco tengo tanto dinero para hacer un concierto como Beyonce, pero he encontrado una manera de crear un show con mucho arte. Me encanta el arte, me encantan los museos, el minimalismo, me encanta lo contemporáneo. Claro, tampoco soy Bjork, ni voy a andar como alienígena en el escenario. Es un concepto muy sincero: soy yo cantando, soy yo en el escenario, existiendo. Pero sí intento con blanco y negro -son los únicos colores que utilizo- y con mi presencia hacer arte.

Estoy muy emocionado con “Belamor” porque quiero jugar con esos elementos, el minimalismo del blanco y negro, las luces, las pantallas y, claro, las canciones… Y hay una interpretación de una canción venezolana que voy a sacar en el show también.

-Cuando dices que eres tú solo, ¿es que estás con una pequeña banda o te montas con pistas?

-Me monto con mi computadora. Yo escribo y compongo todas mis canciones y también soy el que primero las produce. Básicamente todo lo tengo en mi computadora y tengo como un set-up ahí minimalista que me permite tocar lo que necesito tocar y poner las frecuencias que tengo que poner… Un poco a lo James Blake, que tiene su computadoras y todas sus máquinas, pero yo no tengo esas máquinas, sólo mi computadora y algunos efectos. Y suena muy bien.

-Acabas de decir que vienes a Venezuela, ahora tienes que contar eso… ¿Es al Cusica Fest?

-Aunque estoy ansioso por anunciar detalles, en este momento sólo puedo decir que voy a Venezuela y a Colombia. También tenemos planes de ir a México y a Estados Unidos el año próximo.

-¿Será tu primera presentación en Venezuela?

-Tan primera, que la última vez que canté allá fue en el concurso de la Alianza Francesa: yo con 17 años… Esta será la primera vez que cante mis canciones en Venezuela.

-¿Desde que te fuiste a París no has regresado?

-Fui el año pasado, pero nada más a ver a mi mamá. No hice nada con la música. Fui y estuve con mi familia. Necesitaba ver a mi madre, fui a verla y regresé a terminar el álbum. Ahora vuelvo como cantante. Y lo especial es que mi mamá nunca me ha visto dar un concierto y quiero saber qué piensa ella de su hijo en el escenario.

-¿Ya estás empezando a pensar en nuevas canciones, próximo disco, o estás muy concentrado con lo que viene con “Belamor”?

-Para nada… ahora estoy en terminar este show y buscar los recursos. Yo estoy firmado por una disquera, pero decidí que mi contrato es que yo voy a pagar todas mis producciones, ellos se ocupan la promoción y todo lo demás, pero las canciones me pertenecen a mí. Yo financio todo mi proyecto y ya que terminé este álbum, estoy enfocando mi financiamiento en el escenario porque quiero defenderlo de la mejor manera posible y que eso nos permita hacer más shows. Creo que mi meta hasta el 2024 va a ser show, show, show, show… para hacer la gira que queremos, mejorar y que sea espectacular y lograr tener más público para el segundo álbum, que todavía no quiero comenzar porque todavía no sé de qué coño voy a hablar… Ya que hablé de lo más importante de mi vida, necesito ahora defender este álbum en el escenario y luego veo qué hago.

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