Car Console: "Un auto es parte de una familia, es el primer amor de algunos"

Luis Bertoncini llegó a Miami en agosto de 2018. Ese mismo año surgió la idea de Car Console. Pero al momento de llegar, junto a su familia, solo tenía claro que quería desconectarse de la crisis política y económica del país y que tendría que empezar de cero a sus 40 años. Nada fácil: “Dejar atrás lo que fuiste y lo que lograste, saber que eso no te servirá laboralmente acá y que lo único que te servirá es tu ética y tu formación”.

Así que le tocó la de muchos inmigrantes: comenzar desde abajo. Y estando en esas encontró una nueva pasión: “Mi primer trabajo acá fue en un car wash. Pasé de limpiar autos a manager del establecimiento en tres meses. Siempre con la premisa de que lo que te toque hacer hazlo como si fuera tu trabajo deseado. Allí estuve en total ocho meses y en ese tiempo nació @carconsole”.

Hay que ubicarse en el tipo de carros que llegan al autolavado en Miami: “Estaba maravillado por las consolas de los autos, me parecían fascinantes. Modernas, con mucho brillo y características incomparables con los carros que se ven en Venezuela”, explica Luis. Y añade el giro “casual” de su historia: “Un día ayudé desinteresadamente a una persona a cargar un mueble, nos intercambiamos contactos, le expliqué lo que hacía y allí quedo todo… 5 meses después me contactó diciéndome que en su trabajo, una venta de autos, requerían un fotógrafo, así que acepté la propuesta”.

En Caracas, Luis se dedicaba a la publicidad y en paralelo cultivaba la afición por la fotografía, un hobby de larga data que terminó abriéndole esa puerta: “Allí solo fotografiaba autos chocados… sí chocados. Nuevos, pero chocados, de alta, media y baja gama. Llegué a fotografiar desde un Toyota Corolla; hasta un Rolls Royce. Esto me hizo profundizar en el tema de los ángulos de la fotografía. Yo que utilizaba la fotografía solo para campañas basadas en un boceto, tuve que replantearme todo el asunto. Era casi hacer de reportero gráfico. Me costó un poco darle la vuelta, pero lo logré”.

Y poco a poco mejoraron los “modelos”: llegaron vehículos reparados, luego nuevos, algunos modificados (como los 6×6) y ejemplares “exóticos” y de mucho lujo para rentar: “Lamborghini, Ferrari, McLaren… Cosas así”.

Esa experiencia terminó de redondear la idea de @carconsole: “Tengo fotografiados más de 5.500 autos comprobables, es decir, que han sido para ventas. Con Car Console Miami, ofrezco mi experiencia como car photographer. Sé cómo diferenciar fotos para ventas, renta o publicitarias. Cómo sacarle provecho a las bondades que tiene cada auto, qué partes son fundamentales para dar ese toque que lo hará exclusivo”.

Esa es la parte técnica y comercial: la que sirve para vender automóviles apoyándose en las fotos y videos. Pero hay otra que quizás sea la que aporte la diferencia: “He aprendido que un carro no solo es una máquina que te traslada, Hay apegos. Hay gente que simplemente quiere tener una buena foto de su auto, el de su papa o el de su hermano porque le trae recuerdos buenos. Y eso los mantiene conectados en la memoria cuando físicamente ya sus parientes no están”, explica Luis: “Parece cursi, pero un auto es parte de una familia, es el primer amor de algunos, es ese logro, es la primera vez.Entonces en cada foto -como cuando hacía fotos de modelo- le pido al dueño que me cuente sobre el auto: desde cuándo lo tienes, qué hiciste con él, qué le agregaste, qué momentos felices pasaste con él… por ahí me voy. Entro en confianza y siempre hay una buena historia”.