Los desconocidos que marcaron el 2019
Algunos salieron del anonimato, otros aún continúan en las sombras. Marcaron este final de década en el escenario internacional. Esta es una selección de "desconocidos" del año 2019
Algunos salieron del anonimato, otros aún continúan en las sombras. Marcaron este final de década en el escenario internacional. Esta es una selección de "desconocidos" del año 2019
Este misterioso agente de la CIA, que trabajó un tiempo en la Casa Blanca, se alarmó en verano por el contenido de una llamada durante la cual el presidente Donald Trump habría pedido a Ucrania que investigara a uno de sus rivales. El denunciante no estuvo presente en esa conversación, pero recabó los testimonios de varios responsables que sí tuvieron acceso. Trump habría condicionado una ayuda militar a esta investigación, lo que significaría un abuso de poder para beneficio personal.
Su aviso, bloqueado durante un tiempo por su jerarquía, llegó en septiembre al Congreso, donde los representantes demócratas decidieron abrir una investigación de «destitución» sobre los hechos denunciados. El denunciante desencadenó así la audición de más de una quincena de testigos ante el Congreso estadounidense, sin que la Casa Blanca pudiera hacer nada.
Como consecuencia de estas audiencias, la mayoría demócrata de la cámara baja sometió al presidente a un ‘impeachment’, que viene a ser un proceso de destitución o juicio político, algo que solo ha ocurrido con otros dos presidentes antes que él. Será juzgado por el Senado, donde la mayoría republicana le salvará probablemente de ser destituido.
Donald Trump, que dice ser víctima de una conspiración política, a menudo la toma con el denunciante, al que acusa de estar al servicio de los demócratas, y le pide «salir de la sombra».
Sentada sobre el frío suelo de piedra delante del Parlamento en Estocolomo, Greta Thunberg, una adolescente con trenzas todavía anónima hace un año, se convirtió en la conciencia medioambiental del mundo y en la voz de una generación exasperada por la inacción de sus dirigentes.
En diciembre, también se convirtió en la «personalidad del año» para la revista estadounidense Time.
Todo comenzó en agosto de 2018, cuando la joven sueca de 16 años emprendió la «huelga de estudiantes por el clima». Armada con una pancarta de cartón, llamó rápidamente la atención de los medios suecos, y después de los internacionales, y en unos meses la adolescente con síndrome de Asperger se impuso como la pasionaria del planeta azul.
Jóvenes del mundo entero se unieron a su causa. Los «viernes por el futuro» sacaron a la calle a millones de jóvenes antes de la cumbre de la ONU sobre el clima de Nueva York en septiembre de 2019, a donde llegó en velero para evitar tomar el avión.
En la metrópolis estadounidense, habló ante los poderosos: «¿Cómo se atreven? Han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías».
Odiada y adorada, Greta contribuyó a situar la emergencia climática en el centro de las preocupaciones. En Europa, cerca del 80% de encuestados estima ahora que se trata de un problema muy grave, según la investigación del Eurobarómetro publicada en abril de 2019. Su país, Suecia, es el único de Europa donde más de la mitad de encuestados piensan que el cambio climático es el problema más grave.
No era el hombre de las grandes arengas contra el gobierno socialista de Nicolás Maduro, pero Juan Guaidó irrumpió con fuerza al autojuramentarse como presidente encargado de Venezuela ante una multitud. Su liderazgo, sin embargo, viene erosionándose.
Alto y delgado, con cabello negro que pinta canas, el diputado de 36 años se puso al frente de una debilitada oposición, con sus principales dirigentes encarcelados, exiliados o inhabilitados.
Se proclamó presidente el 23 de enero, 18 días después de asumir la jefatura del Parlamento, cuya mayoría opositora declaró «usurpador» a Maduro acusándole de reelegirse fraudulentamente. Es reconocido por medio centenar de países encabezados por Estados Unidos.
Su popularidad, que llegó a 63%, cayó a 42% en octubre según la encuestadora Datanálisis.
Ingeniero industrial, casado y padre de una niña de dos años, dice haberlo «intentado todo».
El 23 de febrero dirigió una fallida operación para pasar por las fronteras cargamentos de alimentos e insumos médicos, pretendiendo quebrar el apoyo militar a Maduro.
El 30 de abril lideró la sublevación de un grupo de militares junto con su mentor, Leopoldo López, quien se refugió en la residencia del embajador de España al fracasar la intentona.
Guaidó se define como un «sobreviviente» de la ‘Tragedia de Vargas’, aludes que dejaron miles de muertos en diciembre de 1999 en ese estado costero. Allí vivía con su madre y sus cinco hermanos.
Enfrenta varios procesos penales que le acarrearían hasta 30 años de cárcel, y Washington advierte que apresarlo sería «el último error» de Maduro.
Con un mermado poder de convocatoria por el desgaste de las protestas, el próximo 5 de enero finaliza su período al frente del Parlamento, aunque hay acuerdos para su continuidad.
Con su ropa negra, sus máscaras antigás y sus cócteles Molotov, los estudiantes de Hong Kong han dejado atrás la imagen de alumnos modelo para convertirse en símbolos de la lucha por la democracia.
Desde su devolución en 1997, la antigua colonia británica ha sido escenario de diversas manifestaciones pacíficas para defender el estatus especial de Hong Kong dentro de China.
Pero en junio esta resistencia a la política china ha dado un nuevo giro, con manifestaciones casi diarias, salpicadas a menudo por violentos enfrentamientos con la policía, que han socavado la imagen de estabilidad de este centro financiero mundial.
A lo largo de los meses las protestas se han llevado a cabo de distintas formas, lo que demuestra la capacidad inventiva de la juventud hongkonesa. Pero la movilización también tomó un giro cada vez más violento y en algunos momentos llegaron a disparar flechas a los policías.
Es difícil de establecer con precisión el retrato robot del manifestante de primera línea, llamado «valiente» dentro del movimiento. Pero muchos parecen ser diplomados de universidades y menores de 30 años. Según las estadísticas de detenidos o heridos, un tercio son mujeres.
Para hacer frente a los gases lacrimógenos, los manifestantes se equiparon con gafas protectoras y máscaras antigás. También evitan avanzar con la cara descubierta para no ser reconocidos y protegerse de los procedimientos judiciales.
Más de 6.000 manifestantes han sido arrestados y casi 1.000, acusados formalmente. Pero a principios de diciembre la protesta continuaba, a pesar de las amenazas, más o menos veladas, de una intervención china.
«Si ardemos, tú ardes con nosotros», suelen corear los manifestantes.
Vestida de blanco y arengando a la muchedumbre desde el techo de su vehículo, Alaa Salah se ha convertido en uno de los iconos de la revolución sudanesa y la portavoz de las mujeres en su país. Su porte le valió el apodo de «Kandaka», o «la reina nubia», en referencia a los soberanos que marcaron la historia en la región en la antigüedad.
El dedo dirigido al cielo, instando a luchar contra el poder, la imagen de la sudanesa de 22 años se convirtió en tendencia en las redes sociales durante el movimiento de protesta contra el régimen de Omar al Bashir, que llegó al poder en 1989 y que fue destituido por el ejército el 11 de abril por la presión de la calle.
Pese a las amenazas de muerte que esta estudiante de arquitectura y de ingeniería en Jartum dice haber recibido, instó en Twitter a los sudaneses a que no dieran marcha atrás frente al «dictador tirano».
Desde el mes de abril, Salah se comprometió a defender los derechos de la mujer de Sudán, donde siglos de tradición patriarcal y décadas de leyes dictadas por un régimen que aplicaba la ‘sharía’ (ley islámica) limitaron el papel de las mujeres en la sociedad.
En octubre, denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU «las discriminaciones contra las mujeres y las desigualdades acumuladas en décadas de conflicto y de violencia».
Las mujeres estuvieron en primera línea de las manifestaciones contra Al Bashir y contra los militares que le reemplazaron.
Sudán aplica desde hace años una ley sobre el orden público que, según los militantes de derechos humanos, va sobre todo contra las mujeres. La ley está a punto de ser derogada por el Consejo Soberano que fue establecido en agosto para supervisar la transición del país hacia un régimen civil.
Myriam Chudzinski, bombera con moño rubio y voz pausada, encarna el peligroso rescate de Notre Dame de París, que tuvo en vilo al mundo en abril pasado. Entre los 600 bomberos movilizados para luchar contra el incendio de la catedral inscrita en el patrimonio de la humanidad, Chudzinski participó en el primer equipo que llegó al lugar.
Mientras millones de personas en el mundo contenían la respiración al constatar la propagación del fuego del tejado, esta cabo mayor de 27 años estaba en el centro del infierno. Con una máscara en el rostro, mangueras sobre las espaldas, subió con algunos colegas las escaleras estrechas en espiral que llevan hasta la cornisa y descubrió, al abrir la puerta, «una visión del infierno».
Durante una hora, el equipo estaba en el centro del brasero que devoró el tejado del monumento más visitado de Europa y, con un puñado de mangueras y constantemente obligada a «recular», la joven se sentía «pequeñita» ante la velocidad con la que se propagaban las llamas.
Atrapada por la emergencia, la bombera vio cómo se derrumbaba la flecha de la catedral consumida por las llamas y escuchó un «ruido angustioso»: su equipo acababa de perder la «batalla del tejado», pero los bomberos ganaron finalmente la de la torre.
Si hoy Notre Dame sigue en pie es porque lograron conservar la estructura de madera de las dos torres de la fachada, tras una noche que quedará en los anales de la historia.
«Es la intervención de mi vida», confesaba unos días más tarde la joven, que seguirá siendo uno de los rostros emblemáticos de esta operación histórica.
A los 31 años, al timón del buque humanitario «Sea-Watch 3», la alemana Carola Rackete desafió el bloqueo italiano al desembarcar en Lampedusa en junio de 2019 con 43 migrantes que había rescatado en el Mediterráneo tras dos semanas a la deriva en el mar.
Su determinación le valió la ira del entonces ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, corifeo de la lucha contra la inmigración ilegal, que acusó a esta «criminal alemana» de un «acto de guerra». Asimismo devolvió al centro de la actualidad el drama de estos seres humanos que arriesgan su vida para llegar a Europa y huir de guerras, persecuciones y miseria.
Detenida a su llegada a Italia antes de ser expulsada, sigue pendiendo sobre ella una denuncia por haber atracado en el puerto de la isla siciliana. El Tribunal Supremo se pronunciará el 16 de enero. Sin embargo, esta ecologista no tenía intención de convertirse en capitana de barco, y confiesa incluso que «nunca le gustó la navegación: a bordo es terriblemente aburrido».
Tras cursar estudios científicos, Rackete empezó a trabajar con Greenpeace y el British Antarctic Survey, el operador nacional británico de investigación científica en la Antártida.
En 2016, participó por primera vez en una misión de salvamento en el mar con la ONG humanitaria alemana Sea-Watch.
Después de este episodio, Rackete, autora de «Capitana coraje», dedica su tiempo a defender el medio ambiente y participa en marchas por el clima con el movimiento Extinction Rebellion. La activista de las rastas confiesa que le cuesta asumir su popularidad: «Estos últimos meses, se ha creado una figura simbólica que no tiene mucho que ver conmigo», señaló.
Katie Bouman, de 30 años, se convirtió en una celebridad mundial por su papel en la creación de la primera imagen realizada de un agujero negro, publicada en abril por un gran proyecto de colaboración internacional, el Event Horizon Telescope (EHT).
La joven, cuya especialidad es la imagen en computadora, estudiaba entonces un posdoctorado en el instituto astrofísico Harvard-Smithsonian.
En 2017 el proyecto EHT realizó una observación simultánea de dos agujeros negros con ocho radiotelescopios distribuidos por todo el planeta.
Las observaciones generaron una montaña de datos informáticos que había que explotar para reconstituir la primera imagen de un agujero negro, cubriendo los agujeros de las observaciones, como si los ocho telescopios formaran uno solo gigante del tamaño de la Tierra.
Katie era responsable del desarrollo del algoritmo que permitió traducir los teraoctets de datos en una sola imagen que el mundo descubrió el 10 de abril: un disco negro rodeado de un halo naranja un poco difuso.
El momento en que Katie Bouman descubrió la imagen por primera vez fue inmortalizado en una foto en la que la investigadora, sentada frente a su ordenador, parece pasmada mientras mira al objetivo con las dos manos sobre la boca.
Esta imagen puso rostro a uno de los mayores avances de la historia de la astronomía. Este instante fue «uno de los recuerdos más felices de mi vida», dijo. Actualmente es profesora de la Universidad Cal Tech, en el departamento de ciencias informáticas.
Hace poco menos de un año Montero Hill acababa de dejar sus estudios universitarios en Georgia, Estados Unidos, y estaba viviendo en casa de su madre sin trabajo, sin coche e incluso sin permiso de conducir, pero gracias a un único tema, «Old Town Road», quien después se haría conocer con el nombre de Lil Nas X, se hizo multimillonario.
El éxito estuvo 19 semanas consecutivas, de abril a agosto, en cabeza de los superventas en Estados Unidos destronando a Mariah Carey y al famoso «Despacito» de Luis Fonsi y Daddy Yankee con Justin Bieber. Todas las versiones del tema suman más de 1.300 millones de escuchas en Spotify.
A 20 años Lil Nas X compuso «Old Town Road» sobre la base de un ritmo comprado por 30 dólares a un músico basado en Holanda, cuyo resultado, que mezcla un aire de banjo y de bajos pesados, se presentaba como un tema de rap con notas de country.
Sin embargo Billboard se negó a integrarlo en la lista de esa categoría porque «no reunía suficientes elementos de la música country de hoy».
Algunos días después de la decisión de Billboard, Lil Nas X presentó una mezcla de lo que ya era un éxito junto a Billy Ray Cyrus, estrella de la música country y padre de la estrella del pop Miley Cyrus.
A pesar de la legitimidad de Billy Cyrus, nominado en dos ocasiones a los Grammy en categorías country, la versión volvió a quedarse en las puertas de la clasificación, pero se impuso en lo más alto de las ventas de todos los estilos.
Además de «Old Town Road», Lil Nas X ha seducido por su personalidad, su buen humor y su estética, no dudando en ponerse vestidos tradicionales de country y del universo de los cow-boys, chaquetas de flecos o grandes botas y gorros. Tras haber triunfado con una mezcla muy rara entre rap y country, se giró un poco más al mundo del hip-hop y confesó su homosexualidad, cosa que hasta ahora no había hecho ningún rapero de primera línea.