El diputado a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad, Tomás Guanipa, informó que "por mayoría" fue aprobada a la reforma de la Ley de Telecomunicaciones, esto durante el inicio del segundo periodo de sesiones del Parlamento.
Guanipa resaltó que el proceso de estudio estuvo enmarcado en una consulta pública con diversos sectores del país y con los ciudadanos. «La gente en la calle pide ver lo que que quiere» sin alguna presión por parte del Gobierno, dijo.
Señaló que con la aprobación de este articulado, se lograron «varios puntos fundamentales» como la «despolitización de Conatel». Indicó que, aunque el Estado tiene la potestad de otorgar la concesión, será la Asamblea Nacional el órgano que evalúe si se le concede el permiso de usar el espacio radioeléctrico. En la modificación se plantea que la duración de las concesiones a medios radioelécticos dure 20 años. Explicó además que el Parlamento regulará las concesiones a los medios de comunicación, así como la normalización de las emisoras de radio.
La bancada oficialista rechazó dicha reforma parcial y el diputado Elías Jaua, durante el debate aseguró que la oposición, con la mayoría en la Asamblea Nacional busca «despojar» a Venezuela del derecho que tiene sobre el espacio radioeléctrico.
Esta reforma parcial a la Ley Orgánica de Telecomunicaciones fue una de las promesas que la oposición presentó como proyecto político en las elecciones del pasado seis de diciembre.
La "Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares" fue presentada por Delcy Rodríguez, quien explicó que consta de cuatro capítulos y 30 artículos. Entre las prohibiciones del capítulo dos se incluyó "la constitución de organizaciones sociales o con fines políticos que se fundamenten en el fascismo" y también un apartado especial para regular redes sociales
"Consulta Popular" del proyecto de Ley que fiscaliza y regula la actividad de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) en Venezuela arrancó este viernes con énfasis en presunciones de que estas entidades sirven para financiar a partidos políticos opositores, reciben fondos del imperialismo, lavan dinero y son una amenaza para el sistema.
Sin incidencia en las decisiones reales, sin capacidad de dictar leyes que se vayan a ejecutar realmente y sin sentido político de la oportunidad, al menos, para estar presentes en los debates de fondo del país, esta Asamblea Nacional-2015 es una triste entelequia
