Vuelos fallidos, falta de viáticos y atletas varados: la otra cara de los Bolivarianos

Los medios oficiales que viajaron a la costa neogranadina se prodigaban el fin de semana en mostrar los retrasos en la organización, como los trabajos de soldadura y albañilería en el estadio Bureche, donde se realizó la inauguración, pero nada decían de las carreras de última hora para que Venezuela estuviera completa en la apertura, o de inversiones inútiles como el vuelo de un luchador que no llegó a tiempo para el pesaje, entre otras penurias que han marcado las primeras jornadas.
Un vistazo a los resultados oficiales de los Bolivarianos de Santa Marta en las primeras horas de la noche de este domingo mostraba a Venezuela segunda en el medallero, con la mitad de las preseas de Colombia, 13 contra las 26 de los dueños de casa. La lucha ha aportado la mayoría de esas preseas: tres de oro, dos de plata y una de bronce, a pesar de competir con un suplente porque el titular de los 98 kgs del estilo grecorromano, el olímpico Luillys Pérez, no pudo salir a la colchoneta.
Pérez abordó un vuelo desde Alemania junto a Pedro Mejías (57 kgs del estilo libre), con quien participa en la Bundesliga, especie de liga profesional de la lucha germana. Lo hizo en la madrugada del mismo día del pesaje. A Bogotá llegó a las 2 de la tarde, pero la cita con la balanza en Santa Marta estaba prevista entre 1:15 y 1:45, de acuerdo con las condiciones oficiales del evento, que ya las delegaciones conocían.

Luego de siete horas de espera por un vuelo que los llevara a la costa Caribe colombiana, Mejías y Pérez viajaron hasta Barranquilla, y de allí un vehículo los trasladó a Santa Marta, donde llegaron a la 1 de la madrugada.
Para el librista valió la pena el maratón, porque él sí asistirá este lunes a su pesaje y competirá el martes. En los 98 kgs, Venezuela presentó a Alexander Brazón, un veterano que había cedido su puesto en la selección nacional precisamente ante Pérez. Brazón cayó en semifinales ante el dominicano José Antonio Arias, posterior ganador del oro, y se conformó con un bronce.
El tiro inauguró su medallero con un bronce de Maribel Pineda en la pistola de 25 m, una prueba donde hace cinco años, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, fue la mejor latinoamericana. Detrás de esa presea quedaba una larga espera en un hotel de Playa Grande, en busca de una solución que permitiera a los tiradores desplazarse a Colombia, pues con armas en su poder no podían atravesar la frontera terrestre, como lo estaba haciendo el resto de las selecciones. Al final, los 12 integrantes del equipo nacional y sus entrenadores se trasladaron en dos tandas en un jet privado, “como sardinas en lata”, según declaró un atleta que habló bajo condición de anonimato.
“Unos salieron a las 5:30 pm y los otros como a las 11:30pm”, relató el tirador desde Santa Marta. “Al llegar a Colombia nadie se preocupó por saber si por lo menos habíamos comido. Estábamos sin almuerzo porque en Venezuela los puntos estaban caídos y donde sí pasaban entonces no había nada para comer. Es una burla, una falta de respeto, no somos unos ignorantes en el tiro, todos somos profesionales y con mucha experiencia en este deporte”.
El segundo grupo llegó a Santa Marta el domingo a las 5 am, para comenzar a competir a las 8:30 am. El día anterior, se habían realizado los entrenamientos oficiales, y los criollos se perdieron la oportunidad de familiarizarse con el escenario de competencia y hacer adaptaciones en función de esas condiciones. Para colmo, a dos de los viajeros de esa segunda tanda no les llegaron las maletas, y ninguno tenía viáticos.
“La dotación no nos quedó a casi ninguno, tal vez solo los shorts y las medias”, agregó el atleta. “Cuando el primer grupo llegó al alojamiento de la delegación ni siquiera médicos había, no había llegado ninguno a Colombia”.
El único tirador que no partió de Venezuela fue Edilio Centeno, quien se quedó en México después del segundo clasificatorio a los CAC de Barranquilla, y se instaló en el aeropuerto de Ciudad de México, a la espera de un itinerario para sumarse a la selección criolla, como él mismo lo reveló a través de twitter.

Douglas Gómez y Julio Iemma, quienes entrenan y compiten en Alemania, no corrieron tanta suerte: mientras se conseguía boleto desde tierras germanas para un luchador que no llegaría a tiempo, para ellos no hubo solución.
El tiro deportivo deparó 26 medallas, 11 de ellas de oro, en los pasados Bolivarianos, celebrados en Trujillo, Perú.
La natación, que entra en acción dentro de una semana, todavía no tiene noticias sobre la llegada de los 13 atletas que no pueden sumarse por vía terrestre: 11 de Estados Unidos (entre ellos Carlos Claverie, Cristian Quintero y Andreína Pinto), uno de Argentina y una de España. Se espera que los boletos se emitan entre lunes y martes, de acuerdo con el presidente de la Federación Venezolana de Deportes Acuáticos, Ender Luzardo.
Su par de atletismo, Wilfredys León, tenía la información de que ya estaban listos los pasajes para la medallista mundial de bronce Robeilys Peinado, que viaja desde Polonia, y la velocista Nediam Vargas, que se suma desde España. Sin embargo, ninguna de las dos tiene conocimiento de los itinerarios para el traslado a Santa Marta.
“Supuestamente ya lo mandaron a emitir, pero yo todavía no sé qué día viajo”, admitía Vargas el sábado.
“Hasta el día de hoy no tengo boletos y los pedí con anticipación, porque aquí el frío está muy fuerte y además el estadio está en reparación, entonces no hemos podido entrenar muy bien y tampoco saltar porque no hay lugar, la pista bajo techo más cercana está a seis horas”, precisaba el sábado Peinado, quien se prepara en Szczecin a las órdenes del ucraniano nacionalizado polaco Slava Kalinichenko. “Mi entrenador está preocupado porque deberíamos llegar con tiempo”.
La campeona mundial de salto triple, Yulimar Rojas, envió el sábado un mensaje de aliento a la delegación criolla, a la que no se sumará porque la justa coincide con la gala de la IAAF en la que es la gran favorita para recibir el premio Revelación del Año. Tal vez sea la única atleta venezolana en el exterior que no revisa su celular cada 15 minutos en espera del correo electrónico o el mensaje de Whatsapp con su itinerario de vuelo.]]>