El desorden del primer recorrido de Falcón en Caracas

El anuncio lo hizo de forma improvisada, cosa que se notó en la poca organización que tuvo el evento. Un camión con Mi Gente de fondo lideró la caminata, que fue desde el casco colonial hasta la redoma de Petare. Pero para quienes querían caminar junto al aspirante, el camino se les hizo difícil porque para alcanzarlo solo había una cosa por hacer: correr.
Falcón se detuvo ante un sacerdote que comenzó a rezar. “Mira con inmenso amor a este hombre operario que va al servicio del pueblo para que con su vida y ejemplo siembre de esperanza la nueva vida que nos espera sostenido por la fuerza”, dijo.
“Amén”, fue lo que respondió el candidato.

Habían tres partidos que acompañaron el evento -los mismos que decidieron respaldar la candidatura del ex gobernador de Lara: Copei, Movimiento Al Socialismo (MAS) y Avanzada Progresista (AP).
Antes de iniciar el recorrido, quienes estaban esperando se pararon y bailaron al son de la salsa -que nunca dejó de sonar- mientras que en las aceras se veían caras de aburrimiento, pues el candidato llegó con más de 30 minutos de retraso.
“Ahí viene, ahí viene” se dijeron mientras dos camionetas –una negra y otra blanca- se hacían paso en el camino. Falcón se bajó y desde ese momento empezó la corredera. Con una gorra vino tinto, una camisa azul y un jean, el político se dispuso a caminar.

“Estamos en las calles, dijimos que nuestra mejor y mayor garantía es la calle. El pueblo es la garantía del pueblo. Tenemos una expectativa de cambio creciente para poder construir la paz en Venezuela y que este país sea próspero. Estamos en campaña desde que nos iniciamos en la política. Es permanente en la reconstrucción de Venezuela”, dijo a los medios que le preguntaron sobre el recorrido.
Falcón entró a varias casas de la zona, en algunas le ofrecieron café pero fueron pocas en las que se detuvo a conversar. Francisca Valdez tiene 75 años y es la dueña de la primera casa en la que entró. “Yo no voy a votar. No me gusta Maduro pero tampoco me convence este, vamos a ver” fue lo que dijo al salir el candidato.
Entre el entrar y salir de las casas, la gente comenzaba a correr detrás de él y poco a poco fueron incorporándose al evento aunque la mayoría seguía de largo. Lourdes Trejo, dueña de una bodega, saludo a Falcón a través de las rejas de su local. «Yo lo que quiero es seguridad y poder comprarle comida a mis hijos. Y poder mantener mi bodeguita que es lo que me da para medianamente comer».

En Petare se veían dos realidades simultáneas. Por un lado, estaba Falcón con la salsa de fondo, saludando y entrando a casas y bodegas; por otro, había vecinos llegando con bolsas o jugando cartas.
Al candidato lo recibieron en algunos lugares con palmadas y aplausos pero quienes estaban ahí aspiraban a algo más que promesas en el olvido. Yovira Rojas es vecina de la zona y dijo “qué bueno que vengan pero luego se olvidan. Mira cómo está esto, cómo huele. Así estamos nosotros todos los días y nadie viene a ayudar”.

Falcón hizo lo que cualquier candidato que busca ganar la presidencia haría: sonreír, dar la mano, abrazos, saludar e incluso, en su caso encestó una pelota en un aro de básquet y cargar a una joven que estaba pasando para que no cruzara sobre una alcantarilla rota.
El recorrido solo tenía una manera de terminar: atropellado. Al candidato lo esperaba una camioneta blanca a la que prácticamente fue empujado y sacado del lugar a toda velocidad. No hubo declaraciones ni sonrisas finales, Falcón se fue tan rápido como recorrió Petare.
Con información de Gabriela González ]]>