En una breve alocución, Reverol detalló que al evento -que conmemoraba los 81 años de fundación de la Guardia Nacional- se acercaron dos drones modelo DJI 600, con supuesta capacidad de cargar un peso considerable. Al parecer, las aeronaves pilotadas a distancia son usadas para labores industriales, estaban cargadas con un kilogramo de explosivo C4, que tendrían la capacidad de hacer daño en un radio de 50 metros.
«Una de las aeronaves sobrevoló la tribuna presidencial con el fin de activar la sustancia, pero gracias a las técnicas especiales de la Guardia de Honor y las inhibiciones de señal lograron deshabilitar al dron», explicó.
Respecto al segundo artefacto, dijo que el mismo «perdió el control» para estrellarse contra un apartamento del piso 1 del edificio Don Eduardo, cercano a la avenida Bolívar.
Indicó que de acuerdo a las investigaciones realizadas hasta este domingo, lo que se ha podido evidenciar es que el evento de este 4 de agosto es calificado de terrorismo y magnicidio en grado de frustración, así como homicidio en grado de frustración porque «se atentó contra el pueblo venezolano, contra los representantes de los poderes, el cuerpo diplomático acreditado en Venezuela, alto mando militar y ministros».
Resaltó que se han realizado allanamientos a varios hoteles en donde dijo que se ha recabado «importante evidencias fílmicas de colaboradores de este hecho». Dijo además que otro de los detenidos recibió beneficios procesales tras ser capturado durante las protestas antigubernamentales de 2014.
«Están identificados plenamente los autores materiales e intelectuales que están dentro y fuera del país, por lo que no se descartan que se hagan otras detenciones».
Dijo que de los siete oficiales heridos por el atentado, hay tres lesionados con «pronóstico reservado».]]>
