Venezuela

Opinión | EEUU: salida de Maduro-continuación del chavismo

El desenlace de la “Operación Libertad” ha puesto al descubierto una trama de escenarios y posiciones pragmáticas. La opción militar, si bien no resulta real la subsistencia del chavismo como actor fundamental, es condición sine qua non para la hipótesis de trabajo de EEUU; al final es muy probable que se imponga.

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Texto: Luis E. Fidhel Gonzales / Fotografía: Prensa Presidencial

Un Donald Trump desconcentrado parece haber reclamado a su asesor de seguridad ,John Bolton, por  llevarlo al escenario militar en Venezuela, lo que supone un desenlace no deseado (incluso no previsto) por el mandatario norteamericano. La fórmula Corea del Norte, es decir, una retórica incendiaria y amenazante pero sin ninguna presión militar real, parecía suficiente a Washington para propiciar la salida de Nicolás Maduro.

Aparentemente, penetrar el entorno militar más cercano a Maduro y ofrecer impunidad patrimonial, o incluso dinero, bastaba para concretar el “quiebre militar” que ocasionaría “el abandono del poder” por el líder chavista. Así se evitaba el golpe de Estado como manifestación exclusivamente militar en detrimento del protagonismo de sus aliados civiles, en especial el presidente interino, Juan Guaidó.

1) Las versiones sobre el fracaso de la Operación Libertad son contradictorios desde un primer momento:

El jefe de la diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, habría revelado que una promesa de Nicolás Maduro de abandonar Venezuela puso en marcha el pronunciamiento de Juan Guaidó y un reducido número de militares que permitió la liberación de Leopoldo López; pero «los rusos le han dicho que debía quedarse». Obviamente Maduro negó esta versión: «Los golpistas venezolanos no solo se engañaron a sí mismos, sino que también engañaron al imperialismo norteamericano diciendo que yo me iba a ir del país (…) salen a decir que eso estaba listo, que yo me iba para Cuba y los rusos me bajaron a empujones”.

El presidente estadounidense, Donald Trump, cuestionó las operaciones militares de tropas cubanas en Venezuela. Incluso amenazó con un “embargo completo” a Cuba si no interrumpe su apoyo al régimen de Nicolás Maduro.

The Washington Post, en  un editorial anterior a los hechos del 30 de abril,  sostuvo que Trump había lanzado un esfuerzo agresivo para convencer a los militares venezolanos de que si no derrocaban a Nicolás Maduro, serían destruido por las sanciones o por una invasión estadounidense; el problema no son los rusos, siendo más importante la corrupción de los líderes militares de alto rango y la influencia de asesores cubanos integrados en la cadena de mando.

El Grupo de Lima, vía teleconferencia, manifiestó que «respaldan el proceso constitucional y popular emprendido por el pueblo venezolano, bajo el liderazgo del presidente encargado Juan Guaidó para recuperar la democracia en Venezuela; rechazan que dicho proceso sea calificado como golpe de Estado». Reiteraron el llamado a que las Fuerzas Armadas «manifiesten su lealtad al presidente encargado Juan Guaidó para que, fieles al mandato constitucional, cesen de servir como instrumentos del régimen ilegítimo».

Las manifestaciones de apoyo a la “Operación Libertad” entre los días 30 de abril y 1 de mayo causaron cuatro muertos: Jurubith Rausseo, Josnel Peralta, Samuel Enrique Méndez y Yoifre Jesús Hernández Vásquez.

El asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, confirmó que el gobierno legítimo de Juan Guaidó, de la mano con el gobierno de Estados Unidos, había adelantado negociaciones con funcionarios usurpadores del régimen de Nicolás Maduro, entre ellos el ministro de Defensa, Vladimir Padrino y el presidente del chavista TSJ, Maikel Moreno.

Maduro aseguró que Bolton, mintió al revelar que Padrino, Moreno y otros líderes militares habían participado en estas negociaciones. En la madrugada del 2 de mayo en el Patio de Honor de la Academia Militar en Caracas, el ministro de la Defensa alertó a los integrantes de las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana sobre intentos de “comprar” a militares como si fueren mercenarios. “Vienen a comprar con una oferta engañosa, estúpida. Son ridículas todas esas ofertas que hacen de la boca para afuera” manifiesto que lo hizo al lado de Maduro, quien insistió: “Soldados de la patria, ha llegado la hora de combatir y dar el ejemplo ante el mundo derrotando intentonas golpistas de traidores que se venden a los dólares de Washington. Decir que en Venezuela hay una Fuerza Armada leal y cohesionada como nunca antes”.

El vicepresidente norteamericano, Mike Pence, anunció el levantamiento de las sanciones al ex director del Servicio Bolivariano de Inteligencia, Manuel Ricardo Cristopher Figuera, “en reconocimiento de sus acciones recientes de apoyo a la democracia y el estado de derecho, que se hace efectivo inmediatamente”. El Departamento del Tesoro, en comunicado de prensa, aseveró que la Oficina de Control de Activos Extranjeros retiró las sanciones a Figuera, demostrando así que “no necesitan ser permanentes y tienen la intención de provocar un cambio positivo de comportamiento”.  La acción “muestra la buena fe de los Estados Unidos en sentido de que la remoción de sanciones está disponible para aquellas personas que toman acciones concretas y significativas a fin de restaurar el orden democrático”.

El vicepresidente Pence hizo llamado al Tribunal Supremo de Justicia venezolano: “Es tiempo de que la Corte Suprema de Venezuela (TSJ) regrese a su propósito fundacional. Si la Corte Suprema no regresa a su mandato constitucional y al estado de derecho, los Estados Unidos de América va a hacer responsables a sus 25 magistrados por sus acciones”.

El Comando Sur de Estados Unidos confirmó sobre una reunión donde se discutieron diversas opciones militares para solventar la crisis institucional que atraviesa Venezuela: “El comandante del Comando Sur se reunió con líderes en el Pentágono para discutir la crisis en Venezuela, analizando diversas opciones de ayuda al país y la planificación de opciones militares, además de actividades de monitoreo en suelo venezolano”. A esta reunión asistieron John Bolton y Mike Pompeo.

El presidente Donald Trump habló vía telefónica durante más de una hora con su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, sobre la situación en Venezuela, además de Ucrania, Corea del Norte y un posible “acuerdo nuclear” que incluiría potencialmente a China. “El presidente reiteró la necesidad de una transición pacífica” en Venezuela», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en declaraciones a los periodistas. Pompeo enfatizó ante el canciller ruso Lavrov que “la intervención de Rusia y Cuba es desestabilizadora para Venezuela y para la relación bilateral entre Estados Unidos y Rusia”, a lo que el funcionario ruso respondió con una advertencia de que Washington debía frenar sus “pasos agresivos” hacia Venezuela.

Trump dijo que su homólogo ruso, Vladímir Putin, no quiere intervenir en Venezuela, y aseguró que ambos comparten el deseo de hallar una «solución positiva» a la crisis en ese país. Putin «no está pensando en absoluto en implicarse en Venezuela, más allá de que quiere ver que ocurra algo positivo en Venezuela, y yo pienso lo mismo», aseveró Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca,poco después de la conversación con Putin. En Venezuela, «ahora mismo la gente está muriéndose de hambre, no tiene agua y no tiene comida», añadió el mandatario, que habló con la prensa al recibir en el Despacho Oval al primer ministro de Eslovaquia, Peter Pellegrini.

El Secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró en una entrevista con la cadena Fox Business que la administración Trump busca un cambio pacífico en Venezuela, pero de ser necesario hará uso de una acción militar. John Bolton expresó en Twitter: «Estados Unidos no tolerará ninguna interferencia militar extranjera en el continente americano. El presidente estadounidense ha dejado claro que habrá costes para aquellos que impulsen la usurpación y represión por parte de Maduro».

El embajador de Venezuela ante el Grupo de Lima Julio Borges, se refirió al papel de Cuba en la situación de Venezuela, y dijo que la dictadura de este país tendrá que decidir si forma parte de la solución o no. Ratificó que se han dado pasos importantes al multiplicarse la presión contra Cuba y activar mecanismos internacionales contra el lavado de dinero, la corrupción y el narcotráfico del régimen de Maduro, así como de sus testaferros y familiares. Asimismo, el Grupo de Lima decidió presionar a Rusia, Cuba y el grupo de países que sostienen a la dictadura para que se sumen al proceso de cambio que lidera el presidente encargado, Juan Guaidó.

Leopoldo López en entrevista realizada desde la embajada de España en Caracas, manifestó que con Nicolás Maduro no se ha negociado su salida, pero sí con su “entorno íntimo”, donde existe el interés de que salga del poder. Se dieron varias conversaciones y siempre se insistió que tiene que ser un proceso pacífico que no recurra a la violencia, pero tiene que contar con la fuerza del pueblo y de la Fuerza Armada. El principal apoyo que se cuenta en este último cuerpo es “el corazón” de los hombres y mujeres de uniforme. No se descarta ningún escenario que esté dentro de la Constitución, inclusive la intervención militar internacional. La solución a los problemas del hambre, carencia de medicinas, inseguridad y falta de oportunidades no se solucionan sin la conquista la libertad como condición indispensable.

Juan Guaidó, en entrevista a The Washington Post, refirió que la oposición habría “sobreestimado” el apoyo militar al levantamiento al haberlo calculado mal, sugiriendo que Maduro dimitiría en medio de una oleada de deserciones dentro del ejército. La convocatoria para abandonar a Maduro no produjo las deserciones masivas.

Al preguntarle el referido diario qué haría si el asesor de seguridad nacional, John Bolton, lo llamara con una oferta de intervención de los Estados Unidos, Guaidó dijo que respondería: «Estimado amigo, embajador John Bolton, gracias por toda la ayuda que ha brindado a la causa justa aquí. Gracias por la opción, la evaluaremos y probablemente la consideraremos en el parlamento para resolver esta crisis. Si es necesario, tal vez lo aprobemos”. Dió la bienvenida a la reciente deliberación sobre las “opciones militares” en Washington, acotando que esta referencia no es fiel a lo expresado en la entrevista:  “Es una gran noticia para Venezuela porque estamos evaluando todas las opciones. Es bueno saber que aliados importantes como Estados Unidos también están evaluando la opción. Eso nos da la posibilidad de que si necesitamos cooperación, sabemos que podemos obtenerla».

The Washington Post acotó que Guaidó está enfrentando el desafío adicional de agotamiento y frustración en la calle venezolana; la marcha convocada el miércoles inmediatamente después del fallido levantamiento atrajo a muchos miles, pero la del sábado a las instalaciones militares fracasó en gran medida, sin atraer a las multitudes de protestas anteriores. El fin de la usurpación es una condición previa para cualquier posible diálogo: «Sentarse con Maduro no es una opción… Eso sucedió en 2014, en 2016, en 2017”. El plan para avanzar sigue siendo una combinación de presión internacional, intentos de atraer a los leales a Maduro y acción callejera.

Aseguró que dio órdenes a Carlos Vecchio, embajador de Venezuela en Estados Unidos, para que se reuniera con el Comando Sur del ejército estadounidense y así coordinar la cooperación humanitaria internacional que necesita el país. “Hemos instruido a nuestro embajador Carlos Vecchio a que se reúna de inmediato con el Comando Sur y comiencen a coordinar la cooperación (…) El TIAR es una alternativa para Venezuela y debemos avanzar en esa dirección».

Representantes del gobierno de Venezuela y la oposición viajaron a Oslo, capital de Noruega, para explorar posibles conversaciones destinadas a superar la crisis política. Se mencionaron como asistentes al ministro Jorge Rodríguez y el gobernador Héctor Rodríguez por parte del chavismo. Del lado opositor asistieron los asesores Gerardo Blyde y Fernando Martínez, junto al segundo vicepresidente del Congreso, Stalin González.

Guaidó negó que haya negociaciones con el gobierno de Maduro, si bien confirmó una iniciativa de “mediación” de Noruega para resolver la crisis política venezolana planteada desde hace meses.

2) Solución norteamericana sobre Venezuela:

En el encuentro «Venezuela After Maduro: A Vision for the Country’s Future», organizado por el centro de pensamiento Atlantic Council el 24 de abril, el enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliot Abrams ratificó que la recuperación del país solo puede iniciarse cuando exista “un gobierno que incluya a todos los venezolanos”. En este sentido propuso los siguientes puntos:

-El “régimen” de Maduro debe terminar para que se recupere Venezuela, por lo que pidió a miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) “unirse” al debate nacional. “Ustedes en el PSUV están capacitados para solicitar elecciones, únanse al debate nacional, hoy mismo. Ustedes están viendo como el régimen de Maduro destruye su legado y el de Hugo Chávez». «El PSUV debería tener un papel en la reconstrucción de Venezuela».

-Abrams Afirmó que deberá existir una seguridad militar inclusiva y profesional. Pidió que los militares “estén bien pagados”. “Venezuela necesita una transición pacífica y negociada. En esa Venezuela futura, las Fuerzas Armadas serán fundamentales y no deben estar unidas a la política”.

-Cambiar la estructura económica. Abrams reconoció que si Maduro sale del poder, “la situación va a empeorar antes de que mejore. La recuperación económica no se puede lograr de la noche a la mañana, pero Guaidó se compromete (…), Habrá que tomar decisiones difíciles”.

-«Una vez que Venezuela quede libre del régimen de Maduro, de los “maleantes” que envían de Cuba y que los presos políticos tengan libertad, entonces se podrán preparar las elecciones libres”, explicó Abrams.

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