En el Palacio de Miraflores, Maduro ofreció a los militantes invitados una réplica del sable que usó el libertador Simón Bolívar en la Batalla de Carabobo, clave en la independencia del país.
«Yo quiero entregárselo como una muestra de agradecimiento profundo por toda la solidaridad y el amor del pueblo de Estados Unidos representado en ustedes», dijo el mandatario.
Durante más de un mes y con la anuencia de Maduro, un grupo de activistas ocupó la sede para impedir la entrada de la delegación del líder opositor venezolano Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por Estados Unidos y medio centenar de países.
El pasado 16 de mayo, la policía estadounidense desalojó a los últimos cuatro militantes, acción celebrada por la oposición venezolana encabezada por Guaidó.
Tras el desalojo, los representantes del jefe parlamentario en Washington se encuentran en control de la embajada venezolana.
El gobierno de Maduro calificó la expulsión como un acto de soberbia y dijo que el gobierno estadounidense violaba el derecho internacional.
Pese a que Maduro rompió relaciones con Washington por respaldar la proclamación de Guaidó el pasado 23 de enero, el presidente socialista afirmó que la réplica entregada este martes es un «símbolo de la unión eterna» entre ambas naciones.