El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestó este miércoles que muchas veces tiene que hacer el papel de "bombero" para apagar incendios como el que, en su opinión, hay en la frontera con Venezuela, con "pirómanos del otro lado".
Así lo afirmó el mandatario en Ibagué (centro), donde comparó la crisis con Venezuela con los incendios forestales causados en esa región de Colombia por el fenómeno de El Niño.
«El papel del presidente muchas veces es el papel de bombero y me toca como presidente apagar muchos incendios. Estoy tratando de apagar un incendio por allá en la frontera, porque hay pirómanos del otro lado, y lo que yo quiero es apagar ese incendio», afirmó el jefe de Estado.
El comentario de Santos fue una referencia a la crisis con Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, ordenó el pasado 19 de agosto el cierre del principal punto fronterizo común con el argumento de una campaña contra el contrabando y presuntos paramilitares.
En el marco de esa operación, Venezuela deportó al menos a 1.100 colombianos, mientras que otros 10.000 han optado por abandonar ese país para no correr la misma suerte, según una misión de la ONU.
Esas medidas llevaron a Colombia a llamar a consultas a su embajador en Caracas, Ricardo Lozano, y Venezuela respondió con un llamado a su representante en Bogotá, Iván Rincón.
Después de su actividad en Ibagué, Santos se trasladó a Cúcuta, ciudad fronteriza colombiana en la que han encontrado refugio los deportados y aquellos que han regresado temerosos, donde presidió un consejo de ministros con la asistencia de embajadores acreditados en Bogotá.
Desde ahí definió como «tragedia humanitaria» la situación de sus compatriotas deportados de Venezuela.
Santos dijo que quiere «que los señores embajadores puedan ver con sus propios ojos no solamente la tragedia humanitaria, sino el trabajo que el Gobierno está haciendo» para atender a los más de mil deportados y a unos 10.000 que dejaron Venezuela para no correr la misma suerte.
El mandatario indicó que 1.097 ciudadanos colombianos han sido deportados oficialmente desde Venezuela, pero advirtió que «hay miles más, se calculan 7.000, 8.000, 9.000 más que se han venido por las vías ilegales, la mayoría muertos de miedo».
«Eso no es invento de los medios de comunicación, esto no es un invento de nadie, esta es una realidad que el mundo debe conocer, que la región debe conocer y que nosotros estamos manejando de la mejor forma posible», subrayó Santos.
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