Los buses en Venezuela y sus rotulados: ¿qué hay detrás de este fenómeno?
Los rotulados del transporte urbano llaman la atención por sus mensajes y aportan chispa y color a la ciudad
Curiosidades
El transporte colectivo en Venezuela tiene su propio marketing. Se trata de un fenómeno muy local y aparentemente sin precedentes en otros países. Si bien la meta principal es trasladar al usuario, los llamados buses o camioneticas son decorados con mensajes que representan la idiosincracia de los dueños, choferes y hasta colectores.
Todo venezolano sabe que al ingresar a uno de estos transportes, la música forma parte de un microcosmos, reconocible desde hace muchos años. El término «salsa de camionetica» o «de autobús», en referencia al estilo específico de este género que se escucha en los parlantes de estos vehículos, es un ejemplo de ello.
Al mismo tiempo, es notorio el decorado de muchos de los microbuses, que apela a los santos, ángeles y vírgenes. También se pueden ver mensajes motivaciones o de superación.
Así se ve la identidad de los buses venezolanos. Con sus rotulados le dan un tono pintoresco a las calles, mientras cumplen su rol importante de movilización.https://t.co/hTw0EiibEq
— Motum Magazine (@motum_magazine) November 12, 2024
La conexión con el usuario
De lo anterior se desprende que en el universo del transporte colectivo, existen «códigos». Ya no se trata de tener una unidad que traslade a cientos de usuarios, la idea es que cada uno se lleve una experiencia. Si es agradable o no, dependerá del gusto de cada persona y del propio estado físico de la unidad
Las camionetas, como las llaman en Caracas, hablan solas con la música que escoge el conductor, la chispa del colector y, claro está, con los rotulados que buscan personalizar al vehículo. En este sentido, es comprobable el esfuerzo en diseño y mensaje a transmitir.
Las nuevas unidades parecen haber superado a aquellos buses de gran tamaño, si bien aún quedan vestigios, como los que mantienen la ruta desde los Magallanes de Catia hasta la Florida, en la capital, por ejemplo. Y precisamente son estos pequeños transportes los que muestran los diseños de mensajes más variopintos.
Este cambio en la manera de transportarse también habla de la ciudad, que muta. Los usuarios miran, demandan y se adaptan. No es solo una forma de llegar a un destino, es una forma de vivir.
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