Los vahos de Le Mâle, una abrasiva fragancia que Gaultier sacó al mercado, comenzaban a dejar de ser el aroma por excelencia de bares gay de la capital gala. Su última colección femenina de prêt-à-porter se presentó, a finales de septiembre, en el Cine Gran Rex de París. Una puesta en escena que satirizó a los concursos de belleza y que fue mentado “Miss Jean Paul Gaultier”.
Lo cierto es que este hombre de la cabellera siempre rubia y camisas marineras se había esfumado hace ya bastante tiempo. El corset que transformó los pechos de Madonna en conos no quiere ser recordado y la algarabía que causó un cruce de palabras con el reconocidísimo periodista de moda Tim Blanks de Style.com le mereció un veto en el importante sitio web.
Como diría Heidi Klum en cada transmisión de Project Runway: “en la moda un día estás in y otro día estás out”. Está claro de qué lado está Jean Paul actualmente.
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Las siglas, que en este mundo conquistado por la tecnología, se utilizan para denominar el formato de compresión de imágenes, alguna vez fueron el símbolo del gran creador francés. Gaultier era la marca que todos quería vestir. Hoy sólo sus perfumes, una casa de alta costura y una exposición itinerante quedan como migajas de aquel gran momento y nombre.
En la pantalla grande española
Ninguna película de Almodóvar se rodaba sin que las piezas del enfant terrible ocuparan los racks del vestuario. Todo fanático del director español recuerda la escena de Kika, en la que Victoria Abril encarna a Andrea Caracortada, una periodista post-apocalíptica de la prensa rosa. Unas tetas plásticas y un casco con hélices no pasaron desapercibidos. Luego vendría el vestido de Zahara, la versión travestida del actor mexicano Gael García Bernal en La mala educación. Un traje que entre canutillos, plumas y lentejuelas componía una desnuda anatomía femenina. Los leotardos ajustados a la nueva dermis de Vera en La piel que habito, una de las más recientes piezas del director, también fueron confeccionados por Gaultier.
Hermès Otoño 2004
Después de la salida de Martin Margiela de la casa de marroquinería de lujo Hermès, Gaultier tomó las riendas. Para el otoño del 2004 mostró una colección exaltando los códigos de la maison: el hipismo, los tonos naranja y las pieles exóticas. El latigazo Gaultier sería su sempiterno corset. Dentro de la lista de personalidades que estuvieron en este desfile se encuentra la sexagenaria Alicia Pares Urdaneta de Estrada, una venezolana de alta sociedad que siempre apoyó la carrera del diseñador.
Eurotrash
El mundo de lo común, lo callejero y lo banal siempre han inspirado a Gaultier. Los punks, los tatuajes, la lencería o la religión fueron temas recurrentes. Pero en su momento de gloria Jean Paul se convirtió en un icono de la televisión. Eurotrash, una emisión británica de principios de los noventas, no solo acuñó un término ahora clásico, sino que también presentaba en forma de burla lo peor de la cultura pop europea: desde Lolo Ferrari, la mujer de los senos enormes hasta las más insólitas bandas del viejo mundo.