Música

Diego Amador, alquimista del flamenco

Diego Amador es uno de los máximos exponentes del nuevo flamenco y del flamenco de siempre, que se vale de la fusión para poner a bailar a sus escuchas. México, Puerto Rico, Argentina, Chile, Perú y Estados Unidos recibirán a este cantaor desde el 6 de marzo hasta el 8 de abril

Fotografía: Rubén Martín
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Es heredero de una sólida tradición flamenca, pero Diego Amador no es un purista. Lo suyo es la fusión. La alquimia. El quejío de este cantaor –nacido y criado en uno de los barrios más marginales de Sevilla, España­– fusiona el salero andaluz y los ritmos latinos para hacer del baile una obligación.
Expone el nuevo flamenco y también el de siempre. Metódico y perfeccionista. Tiene un don para tocar el piano flamenco, que se ha convertido en su sello y lo ha llevado a consagrarse como uno de los grandes del estilo flamenco–jazz. Es entonces el “Mozart gitano”, como le llaman algunos. Toca la guitarra, la batería, el bajo eléctrico y la mandola, además del piano.
Oscar D’León se unió a su afán tropical y le acompaña en el tema «La Sandunguita», punta de lanza del nuevo material discográfico de Amador: Soy de las 3.000. “Es un trabajo compuesto para que llegue a todo el mundo, no sólo a los amantes del flamenco. Es un disco muy alegre, para que la gente lo pase bien”, describe el andaluz. Los arreglos músico y arreglista cubano Alain Pérez le ayudaron a rendir homenaje a sus raíces: “A pesar de que me fui muy joven del barrio gracias a la ayuda de mi padre y familia para cumplir mi sueño, cada vez soy más ese niño de las 3.000, más relajado, más tranquilo. He pasado muchos años trabajando muy duro, sin apenas comer ni dormir, sólo vivía para crear”. Su trabajo es el mapa de sus raíces, familia y del lugar donde creció, y que a la larga le ha permitido llevar el arte gitano a todas partes del mundo, en presentaciones personales o acompañado de grandes figuras, como Diego El Cigala, Camarón, Tomatito o Joaquín Cortés. “Con la ayuda de Alain, compuse la canción Soy de las 3.000, de mismo nombre que el álbum, el resultado fue fantástico y decidí crear un disco completo fusionando ritmos latinos y flamenco”. Alejandro Sanz también colabora en el disco, ya disponible en iTunes y Google Play, con quien interpreta «Regálame la silla donde te esperé».

Nueve temas conforman el álbum, entre ellos «Dos Gardenias», de Antonio Machín, «Ahora Quién», de Marc Anthony, o «El Son de la Madrugada», que ya había grabado dos décadas atrás con la artista cubana Omara Portuondo.
Su escuela es la calle
Como miembro de una familia gitana, con cinco o seis años ya aprendió a tocar los primeros acordes, poco después pasaría a tocar otros instrumentos como la batería, el bajo y el piano. “El arte lo he mamado desde muy pequeño. A mi casa venían todos los grandes, como Camarón”. Fueron sus hermanos, Raimundo y Rafael, que en su día fundaron el grupo Pata Negra, quienes le invitaron a hacer algo diferente. “Mis hermanos fueron los pioneros en el nuevo flamenco, las fusiones del rock, el pop y el blues. Un día trajeron a casa discos de jazz y blues y me encantaron. Ahí fue cuando dije: ‘yo quiero hacer eso’”

Amador es un autodidacta. El único conservatorio que conoce es la calle y su familia. Aprendió a hablar, al tiempo que comenzó a tocar la guitarra en los brazos de su padre. “El arte no te lleva a ser grande, lo que te lleva a ser grande es el esfuerzo y el estudio”.
Mexico, Puerto Rico, Argentina, Chile, Perú y Estados Unidos recibirán a este cantaor desde el 6 de marzo hasta el 8 de abril.
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